A pesar de sus 30 años, el clásico Fire Emblem me ha demostrado que se puede disfrutar en Nintendo Switch

A pesar de sus 30 años, el clásico Fire Emblem me ha demostrado que se puede disfrutar en Nintendo Switch
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Era un poco escéptico sobre cómo iba a encajar el hecho de jugar al primer Fire Emblem tras 30 años desde su estreno… pero el resultado ha sido más bien sorprendente. Es una clase de historia, además de un ejercicio de nostalgia para amantes de la saga de Intelligent Systems. Coge el mando táctico, porque el próximo turno es tuyo.

Lo de traer de vuelta un videojuego de hace 30 años siempre me parece una bonita iniciativa, más si dicho título supone el germen de una saga tan querida como Fire Emblem. El juego fue estrenado en abril de 1990 en Famicom (la NES japonesa), como un intento de llevar el rol táctico a un nuevo nivel. Cuentan sus responsables que por aquel entonces los juegos de este estilo no tenían historias ni personajes demasiado elaborados, hasta que llegaron ellos y revirtieron la situación con mucha ejemplaridad.

Fire Emblem: Shadow Dragon and the Blade of Light supone el origen de la popular franquicia ideada por Intelligent Systems. Sorprende. No os voy a decir que no parezca que hayan pasado tres décadas, pero es fácil comprender que en el momento de su estreno debió ser un juego destacado. Eso sí, no tuvo que ser nada sencillo de vender, y es que hasta el propio público nipón no prestó atención al título hasta que un editor de la revista Famitsu lo puso por las nubes. Se corrió la voz y, gracias a ello, hoy tenemos cerca de una veintena de lanzamientos relacionados con la licencia.

Pero lo dicho, esta joya de NES era uno de los eslabones perdidos para el público occidental, y es buena noticia tenerlo por fin con nosotros. Eso sí, he de decir que se hizo un remake para Nintendo DS, y uno bastante bueno, al expandir la historia original e incorporar un renovado apartado audiovisual. Entonces, ¿qué interés tiene jugar a un juego tan antiguo si existe una versión mejorada? Aquí cada uno tendrá una respuesta, pero creo que va dirigido a un público muy particular, que además de ser fan de Fire Emblem, es amante de lo retro y un curioso en general. Desde luego, la noticia es positiva, porque trae traducción oficial al inglés, porque incluye algunas mejoras y porque (¡qué demonios!) ayuda a preservar la historia de los videojuegos, que en ocasiones buena falta hace.

Turnos del pasado

Desde el mismo momento en que ejecutas el juego en Nintendo Switch, estás sufriendo el efecto nostalgia. La intro del juego consiste en la presentación de las distintas unidades con el tema principal sonando de fondo. Algo tienen esos sonidos "ochobiteros" que da igual los años que pasen: siempre me sonarán bien. De hecho, el sonido fue uno de los aspectos mejor tratados de este lanzamiento, gracias a las manos de Yuka Tsujiyoko y Hirokazu Tanaka (este último considerado como pionero de la música "chiptune", con decenas de trabajos en Nintendo).

A pesar de sus 30 años, el clásico Fire Emblem me ha demostrado que se puede disfrutar en Nintendo Switch


Las animaciones fueron de lo mejor del juego en su día.
Las animaciones fueron de lo mejor del juego en su día.

La época en que se desarrolló fue difícil, así que meter tanto en tan poco espacio fue poco menos que una odisea. No obstante, Intelligent Systems partía con ventaja, y es que antes de hacer videojuegos, ya fabricaba los kits de desarrollo de Nintendo. Ahí donde lo veis, con sus pequeños sprites y escasa paleta de colores, Fire Emblem: Shadow Dragon and the Blade of Light empleaba muchísima memoria. El programador principal, Toru Narihiro, contó en un Iwata Asks que tuvieron que usar un truco para aprovechar una porción de memoria reservada para otros fines.

El desarrollo no fue muy grande, y de hecho al principio fue planteado como algo bastante informal. Venían de haber diseñado Famicom Wars, y creían que enfocar ese estilo de juego hacia la vertiente RPG podía dar buenos resultados. A poco que busquéis dicho juego y veáis un par de imágenes, podréis ver similitudes. ¿Una de las principales? Las animaciones de combate, que se convirtieron en clave indiscutible de Fire Emblem. Sobre ellas, Masahiro Sakurai dijo que fue lo que más le sorprendió del juego. Y no le falta razón. Por aquel entonces, la forma en que impactaban los golpes, con su respectivo efecto sonoro, aportaba una sensación pocas veces vista.

No obstante, más allá de aspectos técnicos, lo que realmente te atrapa de un Fire Emblem es su jugabilidad. Sin haberlo probado antes, puedo decir que he quedado sorprendido por lo maravillosamente ajustados que estaban los combates hace ya 30 años. El juego empieza fuerte, y ya desde la primera partida te obliga a estudiar cada movimiento. Por supuesto, todo sin tutoriales, aprendiendo sobre la marcha cosas tan importantes como que si tienes una unidad situada en un bosque, ganará ventaja sobre otra situada en campo abierto.

La historia era profunda para los estándares del momento.
La historia era profunda para los estándares del momento.

Es un juego cargado de números de estadísticas, de los cuales muchos permanecen bastante inadvertidos para el usuario. Era muy Nintendo ya desde sus orígenes. Pero el caso es que la profundidad sigue estando ahí, y lo he notado mucho a la hora de enfrentar a las unidades. Es cierto, no había aún triángulo de armas, pero sí las bases para que naciera unos años más tarde en Fire Emblem: Genealogy of the Holy War (Super Famicom). Por eso es un título importante, porque muchas de las claves actuales estaban ya aquí, incluidas las clases (una veintena), la subida de nivel de experiencia y por supuesto la muerte permanente de soldados.

A pesar de sus 30 años, el clásico Fire Emblem me ha demostrado que se puede disfrutar en Nintendo Switch

En particular, la pérdida de unidades es una de esas cosas que creo que explican la identidad de Fire Emblem. A pesar de que en cada capítulo forjaba alianzas y recibía la ayuda eventual de nuevas unidades, debes ir con mucho cuidado. Son bastantes horas de juego para tratarse de un juego de Famicom (en total son 25 capítulos), y por eso se han añadido un par de novedades muy interesantes. Una es la posibilidad de duplicar la velocidad de juego, y la otra consiste en usar el rebobinado para recuperar turnos previos (por si cometes un error fatal). También guardar un estado de la partida y recuperarlo en cualquier momento.

Esto me ha hecho reflexionar sobre cómo eran las cosas hace 30 años: si errabas, te fastidiabas, gritabas algún improperio y vuelta a empezar. Claro, eran otros tiempos, pero a veces conviene no perder la perspectiva: este Fire Emblem desde luego ayuda a hacerlo. Todo con una trama poco habitual en la época, ya que contaba con no pocas líneas de diálogo y cierta carga dramática. Este fue el juego que, sin ir más lejos, nos presentó al icónico Marth y cómo pasó de ser un refugiado de Talys a un auténtico héroe. No hace falta decir por qué es importante esta entrega, con más de 50 personajes a los que conocer.

A pesar de sus 30 años, el clásico Fire Emblem me ha demostrado que se puede disfrutar en Nintendo Switch

Desde el mismo momento que ejecutas el juego, estás sufriendo el efecto nostalgia

En fin… me ha gustado jugarlo y descubrir este capítulo inédito de la historia de los videojuegos, al menos por los occidentales. Pienso que algo así siempre suma, nunca resta, así que solamente me queda recomendarlo, eso sí, a un público muy específico: fan de Fire Emblem, amante de lo retro y que tenga curiosidad por este tipo de planteamientos. Dicho esto, me gustaría conocer qué os parecen estas iniciativas. A mí se me ocurren algunos juegos que podrían optar por la misma vía. ¿Alguién dijo Earthbound?

Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

12.876 visualizaciones

100 DETALLES OCULTOS de RED DEAD REDEMPTION 2

¿Qué detalles ocultos guarda Red Dead Redemption 2? En el video de hoy os presentamos más de 100 curiosidades distintas acerca de la aventura de Arthur Morgan y de John Marston que nos presentó Rockstar Games en 2018.