Los engranajes de la guerra siguen girando en torno a Marcus Fenix, soldado que vuelve a Xbox 360 para intentar salvar a su mundo de otra gran amenaza. Los Locust han vuelto y ahora son más fuertes e inteligentes que nunca. Todo está al borde del caos y sólo tú vas a ser capaz de salvar la situación cuando el nuevo Gears of War llegue este próximo otoño a tu consola.
Después de sus cinco millones de copias vendidas, después de demostrar que Epic Games no tiene rival cuando hablamos de títulos de acción y después de consagrar a Cliff Bleszinski como “el niño prodigio de los videojuegos”, Gears of War regresa con una segunda entrega donde volveremos a agujerear los alienígenas cuerpos de los Locust con nuestro poderoso y letal Lancer.
Las réplicas provocadas por el Día E aún no han terminado en el planeta SERA, y el escuadrón Delta, comandado por Marcus Fenix, debe ponerse de nuevo manos a sus armas y granadas para contrarrestrar una invasión extraterrestre que ha llevado al mundo al borde de la destrucción.
La ciudad de Jacinto se nos presenta en esta segunda parte de Gears of War como el último bastión de la supervivencia humana, y el gran problema es que ya ha sido atacado. Los Locust han encontrado una manera fácil de hacer desaparecer ciudades enteras, así que la esperanza de la humanidad se encuentra ahora en un paisaje subterráneo en el que discurrirá gran parte de una trama que promete ser más épica, más oscura, más siniestra, más íntima y más profunda que en otras ocasiones.
Gears of War 2 desvelará algunas de las incógnitas que tímidamente se nos introdujeron en la primera parte, además de que se nos plantearán subtramas como la consistente en la búsqueda de María, la mujer de Dominic. Así se pretende que los protagonistas del escuadrón Delta parezcan más humanos, además de dar un sentido a la guerra de supervivencia que se está disputando.
Más y mejor
Sin embargo, no hemos de olvidar lo evidente. Aunque la historia vaya a ganar enteros con respecto a todo lo anterior, Gears of War 2 deposita todas sus esperanzas en la fantástica acción “shooter” que desplegó hace dos años en la primera parte del juego. De esta manera, las miles de balas incrustadas en los enemigos, los litros de sangre derramados por el escenario y las vísceras esparcidas por los entornos vuelven pero multiplicando tanto su calidad como su número, y es que Unreal Engine 3 ha mejorado su lustre en la nueva aventura de Epic Games.
Más enemigos Locust en pantalla, escenarios más grandes e interactivos (con más objetos destruibles), un mejor renderizado facial en las secuencias de vídeo y un aspecto, en definitiva, más cinematográfico es lo que va a caracterizar a un Gears of War 2 que no quiere ser un nuevo videojuego, pero sí una continuación mejorada del anterior.
Todas las dinámicas de control y jugabilidad se han mantenido con respecto al predecesor. Nuestros soldados corren, se cubren y disparan dentro de un espectáculo en tercera persona que pasó a la historia por una cámara que situaba a nuestro protagonista a un lado de la pantalla. Todo eso se mantiene, pero el resto son novedades positivas que vienen a pulir algunos aspectos que ya estaban bien pero que eran mejorables.
Cliff Bleszinski, por ejemplo, ha prometido que el modo campaña será más largo que en la anterior ocasión, apostando esta vez por más fases de vehículos y por nuevas armas como el lanzallamas. También se afirma que se está trabajando en el sistema de cobertura para mejorarlo, aunque de momento sólo hemos podido apreciar que se ha implementado un control alternativo para hacer que la configuración de botones quede al gusto de los usuarios.
Nuevas técnicas bélicas para Marcus
Hemos notado también la intención de Epic Games por crear un videojuego más asequible en su nivel más fácil (el ocasional), además de que se han incorporado nuevas posibilidades jugables con los choques de sierras mecánicas, con el uso de los escudos “humanos” o con la opción de gatear que ya os adelantamos en los anteriores avances relativos al título.
En lo referente a los choques de sierras, estos se producirán cuando nuestra arma y la del enemigo coincidan en su ejecución, desplegándose ante nuestros ojos una secuencia en la que el forcejeo acabará cuando, pulsando el botón repetidamente, ganemos o perdamos la particular batalla.
Los escudos “humanos” también se han introducido, siendo estos posibles cuando veamos un Locust medio muerto en el suelo y lo recojamos con un botón para utilizarlo como defensa. Mientras que lo tengamos a nuestra disposición no sufriremos daño alguno, aunque el problema es que sólo podremos usar como arma una pistola bastante limitada pero que puede sernos de gran utilidad en según qué situaciones.
Por último, y hablando de la última de las grandes incorporaciones en el tema de movimientos, los cuales se mejoran sobre todo en los ataques “cuerpo a cuerpo”, podemos hablar del hecho de que ahora es posible arrastrar a nuestro soldado por el escenario cuando haya caído en batalla. Podría parecer un detalle sin importancia, pero en nuestras partidas multijugador comprobamos su utilidad para acercarnos a un compañero, alertarle de nuestra presencia y propiciar así que nos ayudara a levantarnos.
Sólo nos queda una opción: luchar
Por tanto pocos cambios drásticos, pero si suficientes para contentar a aquellos que querían más y mejor. Gears of War 2 sin duda lo tendrá, aparte de unos modos multijugador –de hasta diez jugadores– que mejoran su presencia (ya comentada en recientes artículos) con la modalidad Horda, de la cual pudimos disfrutar en el evento de presentación que Microsoft preparó para la prensa nacional.
En esencia, este modo se basaba en juntar a cinco personas en una partida en pos de aguantar el embiste de oleadas de Locust crecientes en dificultad. Todos trabajamos en equipo, pero sólo uno se proclamaba como vencedor en cada una de las rondas, por supuesto, intentando aniquilar al mayor número de enemigos posible.
Esta fue una buena ocasión para comprobar una de las grandes promesas de Epic Games por conseguir que Unreal Engine 3 no se despeinara al conectarnos a Xbox Live, pero también fue una buena oportunidad para descubrir que los usuarios, cuando jueguen en el modo cooperativo, podrán establecer su propio nivel de dificultad independientemente del que escoja su compañero. Las rutinas de programación se ocuparán del resto, consiguiendo al final que compartamos pero, a la vez, tengamos una experiencia diferente a la del acompañante. Cabe también mencionar con respecto a la modalidad cooperativa que se incorpora la tecnología “drop in/drop out”, por la cual los jugadores podrán unirse e irse de la partida cuando lo deseen.
Así pues, en definitiva, y tras nuestro contacto a los mandos de Gears of War 2, lo que podemos asegurar es que los enamorados de la anterior entrega tendrán más y mejor en una obra que, sin incorporar drásticas novedades, seguramente volverá a ser un referente en el campo de los “shooters” de acción en tercera persona.