KOF regresa en febrero con su decimoquinta entrega y hay motivos para celebrar el retorno del gran clásico de SNK… pero la realidad es que no todo es digno de celebración y felicidad. Su eslogan reza "shatter all expectations", "rompe todas las expectativas" en castellano. ¿Rompe The King of Fighters XV las nuestras?
The King of Fighters es mucho más que una mera franquicia de juegos de lucha: es el rey de luchadores, una de las marcas líderes del género en su era más célebre y toda una celebración de la historia del fighting en SNK. Pero no siempre ha tenido suerte la marca a lo largo de su ya extensa trayectoria: las idas y venidas económicas de sus desarrolladores han tenido un impacto directo sobre una saga que ha acostumbrado a sus seguidores a lidiar con la más pura excelencia y la mayor de las mediocridades desde los tiempos de la bancarrota de la firma de Osaka. ¿Qué tenemos en 2021 con The King of Fighters XV? A priori, un KOF que debería subsistir durante muchos años para los aficionados de las batallas por equipos, pero también algunas sombras difíciles de eludir.
Vaya por delante una confesión personal: desde la mera presentación del título he sido escéptico con todo lo que ha rodeado KOF XV. El apartado técnico me ha parecido indigno desde la primera muestra de contenido, los evidentes reciclados de KOF XIV (un juego al que, por cierto, ya su factura técnica le costó algún dolor cabeza ante la crítica y usuarios) y un sistema de combate que, aunque funcional, resulta poco imaginativo para los tiempos que corren no me ayudaban a desembarazarme del aire de pesimismo que respiraba con cada muestra por parte de la firma. ¿Habría sido mucho pedir apostar por un reenfoque como el de Samurai Shodown? Sobre el papel es lo que me habría gustado, pero en realidad es mucho más exigente lo que se le pide viendo el incuestionable trabajo que hay detrás del nuevo título. Lo bueno es que muchas de las malas vibraciones se han esfumado al ponerme a sus mandos en la reciente beta, pero os reconozco que aún me mantengo un poco a la defensiva.
Puede que la decimoquinta entrega vaya a ser un proyecto más que disfrutable, pero me resulta inevitable pensar que somos, en general, demasiado conformistas con una saga que nunca fue mendiga en el género: fue monarca. Entonces, ¿qué esperar de KOF XV? Te lo cuento en nuestro avance.
¿El Rey de los luchadores?
Por comenzar con lo positivo, su amplia plantilla de luchadores es una gratísima noticia digna de ser celebrada y de la que me atrevería a decir que aún no conocemos la magnitud de la buena nueva que es para los creyentes de KOF contar con tanta variedad. Pero no es lo único destacable que ha planteado KOF XV en sus dos últimas pruebas: la mayor alegría para los seguidores de la saga desde los tiempos de KOF 2002 y la herencia de XIII y XIV está en el regreso del MAX Mode para ejecutar durante un tiempo límite algunos de los combos más mortíferos de la saga. Es pronto para conocer las sinergias y capacidades del sistema en el nuevo capítulo, pero se espera que ofrezca novedades con respecto a lo visto en entregas pretéritas.
Como ya pasó en obras anteriores, en la dominación del MAX Mode residirá gran parte del éxito y la diferencia entre ser o no un gran jugador de KOF. Algo nuevo y que también tendremos que esperar para conocer su impacto en el metajuego a partir del próximo febrero es el Shatter Strike, que permitirá a los jugadores castigar movimientos del rival a cambio de media barra de energía dejándolo a su merced. Un castigo enorme por muy poco precio que, en realidad, obligará a los jugadores a jugar más seguros para no sufrir semejantes penalizaciones. El regreso de los movimientos EX, habituales en la saga desde los tiempos de KOF XII y The King of Fighters XIII también ofrecerán interesantes combinaciones a explotar cuando llegue el juego a manos expertas.
Las animaciones de los Climax Super Special rozan a gran nivel y son un auténtico espectáculo. Ya hay ganas de ver los movimientos de todos los personajes que no se han paseado por las dos betas lanzadas hasta la fecha. Eso sí, ¿estoy satisfecho con lo probado de KOF XV? Lo que más me agrada es tener la sensación de irme más contento tras probar el juego. Sí, da apuro comparar a Guilty Gear Strive con KOF XV en lo visual, pero la verdad es que el juego gana en pantalla, similar a lo que le ocurría a Street Fighter IV en su día, que lucía mucho más en movimiento que en sus insípidas imágenes. En lo sonoro se ha hecho lo obvio: apostar por el legado, con nuevas revisiones de los clásicos que harán las delicias musicales de los nostálgicos.
¿Rompe todas las expectativas?
En todo caso, quizás exageraron los desarrolladores con el eslogan del juego. Esperar lo inesperado es quizás demasiado para lo que parece que terminará siendo The King of Fighters XV. Ni siquiera la estructura de los equipos es demasiado sorprendente, y aunque hay algunos personajes nuevos interesantes y algunas decisiones celebradas en el diseño de los héroes y villanos, sí es cierto que la mayor sorpresa general del software está en los regresos de algunos protagonistas que, por circunstancias de la propia historia, no podían regresar al elenco principal por estar muertos. Hablamos del Team Orochi/CYS, pero debo reconocer como fan de K’9999 desde los tiempos de KOF 2001 que su reaparición bajo el nuevo nombre de Kronen ha sido toda una alegría personal.
Como citaba en líneas superiores, hay motivos para celebrar la amplísima plantilla de luchadores, pero también hay que ser franco con lo que tenemos ante nosotros. KOF XV será un juego muy respetable y jugable, pero es indudable que a todos nos habría gustado tener un juego más atrayente en lo visual capaz de conquistar nuevas audiencias que no se han enfrentado a un KOF nunca. Dudo, francamente, que con el resultado actual sea capaz de atraer gente que no estuviese conquistada ya por los incuestionables valores de una marca establecida y querida. Una saga, por cierto, que no siempre ha sido capaz de corresponder el amor entregado por su fanaticada con el cariño que sin duda merecemos. Tampoco es valiente en las mecánicas: no hay una gran evolución respecto a los dos capítulos anteriores.
En SNK tienen muchas ganas de hacer algo verdaderamente ambicioso
Pero ahí sigue esa chispa de magia aún de alguna forma. Ese detallito al presionar el botón de Start en mi arcade stick y escuchar el sonido de crédito de MVS me confirma lo que ya imaginaba de KOF XV y la nueva SNK: tienen muchas ganas de hacer algo verdaderamente ambicioso, pero la apuesta por la cantidad les impide hacer algo visual y jugable más acorde a los tiempos que corren. Puede que no sea vea todo lo bien que nos gustaría, es evidente, pero si SNK quiere que el nuevo título de la saga aguante muchos años, indudablemente, la apuesta es la correcta. El tiempo dirá si los fanáticos reciben la nueva propuesta con el ímpetu que ha caracterizado a la saga tantos años.