Lo hemos dicho mil veces. Pero no nos cansamos de repetirlo: 2023 pasará a la historia como uno de los mejores años en cuanto a lanzamientos de videojuegos. Sin embargo, este año también ha sido singular por la naturaleza de estas aventuras digitales; aunque muchas de ellas tienen contenidos que incitan a invertir decenas de horas de juego, tales como misiones, epílogos y otros extras, los jugadores nos hemos entretenido asimismo con las mecánicas básicas de cada experiencia. Starfield es un buen ejemplo de este fenómeno: aunque Bethesda ha creado objetivos secundarios y facciones para su inmenso universo, hay varios miembros de la comunidad que han extendido su vínculo con el RPG a través de la personalización de naves. De hecho, muchos usuarios se han dedicado a replicar vehículos populares de Star Wars, Futurama y otras franquicias ambientadas en el espacio. ¡Y alguien ha conseguido engañar a la IA con un diseño totalmente extravagante!
Más allá de lo que pienses sobre la experiencia general de Starfield, esto es algo innegable: hay usuarios que han invertido horas y horas únicamente en la construcción de naves espaciales. Y este no es el único título estrenado durante los últimos meses que da alas a la imaginación del público solamente con sus mecánicas; 2023 ha sido un año que, por casualidad, también ha incluido el lanzamiento de dos de los juegos más notables en este sentido. Claramente, hablamos de Zelda: Tears of the Kingdom y Baldur's Gate 3.
Entre máquinas letales y estrategias absurdamente divertidas
Los jugadores han ignorado las misiones secundarias y la exploración durante un buen rato para poner a prueba su creatividad.
Lo de Zelda: Tears of the Kingdom no es un misterio. Tras su estreno el pasado mes de mayo, las redes se han llenado de gameplays con máquinas de destrucción masiva que funcionan solas y construcciones cómicas. La habilidad Ultramano es, probablemente, la culpable de que los jugadores hayamos invertido más horas de lo imaginable en esta nueva versión de Hyrule. Y mientras yo dedicaba 30 minutos de mi vida en crear un dron defectuoso que terminó matando a Link, un jugador logró hacer un Metal Gear con artilugios Zonnan que podría vencer al mismísimo Ganondorf de un impacto. En ambos casos, los usuarios han ignorado las misiones secundarias y la exploración durante un buen rato para poner a prueba su creatividad con una de las mecánicas básicas de la entrega.
Sucede exactamente lo mismo con Baldur's Gate 3. Más allá de sus personajes bien escritos y lo épico de su campaña principal, muchos han invertido ingentes cantidades de tiempo en formular estrategias de combate absolutamente irracionales. He visto la muerte de un boss a causa de la caída de un gran Oso Lechuza, un grupo de enemigos vencidos por el peso de unas cajas empujadas en un buen momento y compañeros que multiclasean de formas tan locas como brillantes. Y esto es solo una pequeña parte de todo lo que se ofrece en el RPG de Larian Studios.
En cualquier caso, el resultado es lo mismo: a pesar de que los desarrolladores han ideado extras que dan para muchas horas de juego, la comunidad se entretiene fácilmente con las mecánicas propias de la experiencia. Esto no es una queja, y tampoco es una manera de desmerecer los contenidos secundarios de Starfield, Zelda: Tears of the Kingdom y Baldur's Gate 3; es una idea brillante que proviene precisamente de muchos recursos y el empeño de los creadores por hacer algo diferente. Si Nintendo hubiera sacado un Zelda lineal como los de antaño, se habría embolsado millones de euros por la compra masiva de la comunidad. Pero, otorgando a la última aventura de Link una libertad brutal con la habilidad Ultramano, se asegura de que su desarrollo directamente deja huella en la historia de los videojuegos. Y lo mismo ocurre con Bethesda y Larian Studios; siempre serán recordados tras esto.
Metal Gear en Zelda: Tears of the Kingdom. Vía uran120 en X.
Una (rara) ocasión en la que la creatividad va de la mano con la popularidad
Zelda: TotK, Starfield y Baldur's Gate 3 garantizan horas de diversión, un impulso para la imaginación y una gran comunidad que apoya las ideas más locas.
Lo mejor de todo esto es que hablamos de proyectos tremendamente populares. Siempre han existido los jugadores creativos, pero en este 2023 han tenido un espacio para dejar volar su imaginación con títulos que han protagonizado temas de conversación antes, durante y después de sus respectivos lanzamientos. Zelda es Zelda; siempre va a recibir la atención del público. Baldur's Gate 3 fue un bombazo que ni siquiera Larian Studios pudo prever. Y Starfield fue uno de los juegos más esperados del calendario de Bethesda.
Esta combinación de factores no suele verse en la industria de los videojuegos. Un buen ejemplo de ello es Dreams; más allá de ser un exclusivo de PlayStation (al igual que Zelda: Tears of the Kingdom lo es de Nintendo), el título nunca alcanzó un nivel de popularidad tan alto como el de las entregas abordadas en este artículo. Si bien es cierto que su premisa se nutre principalmente de los contenidos creados por la comunidad, sin misiones secundarias o campañas de por medio, las posibilidades que ofrece en la creación de videojuegos y experiencias es increíble. Y apenas se ha hablado de él durante sus casi 4 años de vida.
La popularidad, en última instancia, es lo que está haciendo que los proyectos de Bethesda, Larian Studios y Nintendo se mantengan vigentes en la memoria colectiva de la comunidad. Y esto no hace más que retroalimentarse con cada nueva creación o estrategia que, ideada por una sola persona y compartida masivamente en Internet, nos deja con la boca abierta. De este modo, 2023 ha sido un gran año no solo para la mayoría de fans de los videojuegos, sino también para aquellos jugadores que buscan materializar nuevas propuestas con una experiencia que, además, cuente con la atención de miles de usuarios. Horas de diversión, un impulso para la imaginación y una gran comunidad que apoya las ideas más locas. Un cóctel perfecto para los más creativos.
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