Por desgracia, que una familia vea cómo su cuenta bancaria se reduce a cero por culpa de las microtransacciones no es algo atípico en la actual industria de los videojuegos. Este fue el caso de Kristine Othilie Gran y Halvard Anholdt, una pareja que perdió 11.500 coronas noruegas (equivalente a unos 985 euros) en cuestión de horas. ¿El motivo? Su hijo, de siete años en aquel momento, quería crear un equipo de ensueño en FIFA Mobile; lo que provocó la compra de múltiples cajas de botín.
El caso no es nuevo y ya ocupó varios titulares cuando salió a la luz en 2023, pero vale la pena recuperarlo ahora que el furor alrededor de la saga futbolística de EA resurge por el lanzamiento de EA Sports FC 26. De acuerdo con el reportaje del medio TV 2, este gasto se produjo durante el viaje en coche a un zoológico. Mientras los padres conducían, el niño accedió a FIFA Mobile para amenizar el largo camino y se decantó por las lootboxes para configurar un equipo que tuviera a algunas de las mayores estrellas del deporte rey. Al percatarse del enorme gasto, y como ya te podrás imaginar, los padres estallaron: "Nunca había estado tan enfadada. Pero también estaba triste por perder ese dinero", comentaba Gran tras el incidente. "Se suponía que debíamos construir un camino con ese dinero, pero ahora eso no es posible".
La pareja no tardó en ponerse en contacto con EA para explicar el error y solicitar una devolución del dinero. Al principio, los miembros del estudio parecían comprender la situación y no tardaron en tranquilizar a los afectados: "Conversé con el servicio de Atención al Cliente de EA Games y me dijeron que no me preocupara, que todo funcionaría en el interés de mi familia". Sin embargo, el proceso no avanzaba y el dinero seguía en las arcas de la desarrolladora: "Parece que están tratando de cansar tanto a la gente que ya no quieren molestarse. Pero les escribí: 'Nunca me rindo'. Entonces, finalmente obtuve la respuesta de que lo lamentan y que no recibiré un reembolso".
Una situación desesperante con buen desenlace
El caso logró llamar la atención de medios de comunicación y hasta del Consejo Noruego del Consumidor, entidad que ha reiterado su intención de solicitar la prohibición de compras en juegos basados en el azar. Y EA también se puso las pilas poco después de contestar a la pareja con una negativa, pues Gran relató que la desarrolladora les envió un email prometiendo el reembolso: "Me senté y revisé mi cuenta cada quince minutos después de recibir el correo electrónico. Pero el dinero no llegó durante la noche. Me desperté a las cinco de la mañana y el dinero estaba ahí. Estaba extasiada".
Han pasado unos años desde este caso y los problemas alrededor de las microtransacciones no han cambiado mucho. Sin embargo, organizaciones como la Unión Europea han estudiado a fondo los riesgos de tales mecánicas y han establecido cambios para reducir situaciones como la que explicamos en este artículo. Uno de ellos, quizás el más importante de los que se han realizado, es que las compañías ahora están obligadas a mostrar el precio real en dinero de los micropagos.
"Nunca había estado tan enfadada. Pero también estaba triste por perder ese dinero"
En otras palabras, las desarrolladoras deben dejar a un lado las monedas virtuales para indicar cuánto dinero real se está gastando el usuario con su compra; una práctica que busca proteger a los consumidores en el ámbito de los videojuegos y garantizar que no se confunden cuando sacan la cartera. A fin de cuentas, hay jugadores (especialmente los niños) que no son conscientes de lo que realmente pierden al crear un equipo futbolístico, o al adquirir skins, a través de micropagos.
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