Debajo de sus interminables cajas de texto hay un metroidvania con componentes RPG resultón. Análisis de Gestalt: Steam & Cinder

Debajo de sus interminables cajas de texto hay un metroidvania con componentes RPG resultón. Análisis de Gestalt: Steam & Cinder

Después de unos cuantos años de desarrollo, la historia de Aletheia ha llegado. Aunque la progresión RPG es divertida, se entretiene demasiado con su historia

5 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
Gestalt

Hay una fina línea que separa la valentía de la temeridad, y es relativamente fácil traspasarla. En el mundo de los videojuegos esa línea es además bastante difusa, porque el desarrollo es un proceso tan complejo y repleto de obstáculos, que es complicado no arriesgar mucho incluso cuando parece que apenas lo haces.

Aún así, creo que merece la pena apoyar a quienes intentar hacer cosas distintas, ya que eso es lo que nos separa del aburrimiento en una industria que debe batallar con todas sus fuerzas con ese sentimiento. Pero eso no implica que debamos pasar por alto cuando un videojuego como Gestalt: Steam & Cinder, en sus genuinas ganas de aportar algo, se queda lejos de la implementación ideal.

Porque Gestalt es un metroidvania bastante tradicional en su esqueleto, con añadidos RPG bastante resultones: mundo 2D, exploración y obtención de habilidades; salpimentado esto por una progresión basada en niveles de experiencia y un tablero de mejoras. De hecho, su combate es ágil y su movimiento satisfactorio.

Tiene una historia ambiciosa, pero no la cuenta bien

Pero lo que intenta aportar, es justo su mayor pecado. Y no es otra cosa que una narrativa bastante más ambiciosa que un metroidvania genérico. Gestalt nos presenta un mundo de fantasía steampunk donde los humanos han tenido que batallar durante mucho tiempo con demonios que traspasaron a su realidad mediante un portal.

Gestalt

En cierto punto, esos pobladores lograron traspasar ese portal y hacerse con una tecnología que les sirvió para crear poderosos trajes mecánicos con los que contraatacar a las huestes enemigas. Sin embargo, el proceso requería de beber la sangre de los demonios, algo que acabó corrompiendo a las fuerzas humanas. Por suerte, un caballero cromado resistió la locura y selló el portal.

Esto creó una especie de guerra interna entre los supervivientes y descendientes de los que bebieron esa sangre, y las fuerzas humanas recluidas en una ciudad de vapor. Ahí es donde entra Aletheia, la protagonista que controlamos en primera persona, que es una especie de soldado de élite que trabaja por su cuenta, y que está a punto de ser una pieza clave en todo lo que está por venir.

Tiendo a pensar que no hay buenas o malas historias, sino buenas y malas formas de contarlas; y Gestalt tiende más a la segunda. Esto es así porque en un género eminentemente mecánico como es el metroidvania de acción, este videojuego opta por basar su narrativa en interrumpir el flujo del juego y saturar al usuario con una notable cantidad de cajas de texto.

Gestalt

Yo mismo estaba más que predispuesto a ver qué tenían que contar, y ceder la batuta del ritmo a los desarrolladores, si eso implicaba una construcción de mundo tan potente como ejemplos de la literatura de ciencia ficción y fantasía reciente. Incluso estaba seducido por este apartado RPG y la subida de niveles que recuerda a Symphony of the Night.

Pero la realidad es que apenas hay recompensa para el jugador por parte de esa ambiciosa historia que parece presentar. El videojuego, incluso en mi caso que he hecho unas cuantas tareas secundarias y he desbloqueado casi todas las mejoras, se queda por debajo de 6 horas... Hablando dicha duración de cómo la historia tan ambiciosa le viene grande a un videojuego relativamente corto.

"La mayoría de jugadores acabarán optando por omitir las conversaciones y centrarse en la jugabilidad."

Y así, con la concentración narrativa en según que puntos de la historia, llegando a quitarnos de forma bastante habitual el control del personaje y mostrándonos escenas de conversación en otros lugares de la ciudad, la mayoría de jugadores acabarán optando por omitir las conversaciones y centrarse en la jugabilidad.

Gestalt

Porque ahí sí que hay recompensa para el jugador. Además de múltiples combos, y enemigos que nos pondrán a prueba durante la exploración, el árbol de mejoras está bien diseñado y crea un interés genuino por mejorar las capacidades de la protagonista.

Además, los apartados sonoro y artístico están muy logrados. Algunas canciones de la recta final son realmente remarcables, así como lugares como la ciudad o enemigos concretos, cuentan con un diseño interesante. Y, algunas zonas presentan puzles ambientales que están bastante bien ejecutados.

La cuestión es que en la recta final el ritmo es tremendamente apresurado, instaurando un boss rush en el que tenemos algunos enemigos muy logrados y con mecánicas interesantes, pero también otros menos memorables y que apenas cuentan con un un par de ataques. Esto tampoco le hace un favor a una narrativa que se la juega con un continuará que apenas da respuestas, y dudo que tenga la capacidad para que interesar al jugador a hacerse más preguntas.

No me cuentes historias

Sin sello
Gestalt: Steam & Cinder análisis

Gestalt: Steam & Cinder

Por: José A. Mateo Albuerne
Sin sello

Gestalt: Steam & Cinder es un videojuego con unas intenciones muy ambiciosas y que logra algunos hitos. El combate es interesante y ágil, la progresión te mantiene entretenido, y el diseño artístico y sonoro cumplen. Sin embargo, su mayor apuesta es la narrativa y ahí naufraga en la forma de contarla. Si no te importa la segunda parte, pasarás un buen rato con este metroidvania.

Comprar Gestalt: Steam & Cinder
5 cosas que debes saber:
  • Es un metroidvania con progresión RPG bien conseguida.
  • El combate es ágil y la exploración, satisfactoria.
  • Apuesta por contar una historia densa...
  • Y lo hace de una forma apresurada y repleta de cajas de texto.
  • Aún así, puedes pasar un buen rato.
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español
Duración: 4-7 horas