A ningún creativo le gusta que cuestionen su trabajo y no siempre están dispuestos a tolerar las críticas. Repasamos siete polémicas difíciles de olvidar.
Al igual que sucede en cualquier ámbito creativo, los desarrolladores de videojuegos no siempre logran pasar desapercibidos. A veces son ellos mismos los que buscan salir en la foto, aunque en otras se ven envueltos en diferentes polémicas ocasionadas por un sinfín de contratiempos: malas ventas, opiniones negativas e incluso factores externos que acaban salpicándoles sin previo aviso.
El ego es un elemento muy presente entre los grandes talentos de la industria; forma parte de su personalidad y ni pueden ni tienen por qué renunciar a él. Una industria en la que algunos brillan con luz propia, y en la que un lanzamiento exitoso es la única luz al final de un túnel en el que habitualmente se trabaja bajo presión. Repasamos algunas polémicas protagonizadas por desarrolladores que un día decidieron explotar.
Cliff Bleszinski, a veces es mejor no mojarse
Hablar de LawBreakers es hablar de uno de los títulos más controvertidos de los últimos años. No solo por su fallido estreno, sino por la figura que tiene detrás: nada más y nada menos que Cliff Bleszinski, creador de un mito viviente como Gears of War. Recientemente, el creativo ha confesado que el peso de la compañía que le respalda es clave para que los demás permitan ciertas cosas. Concretamente, considera que impulsar sus creencias políticas no ha sido buena idea, especialmente si lo hace sin la protección que brinda estar en una posición exitosa.
Peter Molyneux y las promesas incumplidas
El creador de una franquicia tan laureada como Fable siempre ha sido un creativo de lo más excéntrico. El desarrollador británico ha sido acusado incontables veces de no cumplir con sus promesas, algo que él mismo aceptó al asegurar que recibía amenazas tanto él, como sus familiares cercanos. La polémica por el Kickstarter de Godus y la renuncia a recurrir a contar con un distribuidor o el proyecto Curiosity, que pasó de ser "el videojuego definitivo" a una aplicación para smartphones con los micropagos como protagonista son algunas de esas promesas incumplidas que los usuarios nunca perdonaron. Molyneux optó por cortar relaciones con la prensa hace varios años.
Patrice Désilets y los analistas
Ancestors: The Humankind Odyssey aterrizó en PC hace algo más de seis meses —posteriormente llegó a consolas— de la mano de Patrice Désilets, creador de Assasin's Creed. El título no cosechó buenas críticas, aunque lo que desquició al creativo canadiense no fueron las malas notas, sino la sospecha de que los analistas no habían dedicado el tiempo suficiente a conocer el juego. Sin ir más lejos, acusó a diversos periodistas de "no haber jugado" y de "inventarse elementos que ni siquiera existen en el juego como las mecánicas de montar a caballo". Además, también lamentó las comparaciones con Assassin's Creed y la injusticia de que los usuarios esperaran que un estudio de 35 personas fuera capaz de hacer algo igual.
Hideki Kamiya, una relación herida de muerte
Parece que fue ayer cuando vivimos el minuto a minuto de la cancelación de ScaleBound, el ambicioso proyecto que Microsoft y Platinum Games se traían entre manos. Hideki Kamiya forma parte de ese selecto club de creativos especiales junto a nombres propios como Hideo Kojima o Yoko Taro, entre otros. Todos recordamos ese "Fuck Microsoft" publicado en Twitter poco después del revuelo causado por la cancelación del RPG que iba a llegar a Xbox One. No sabemos si podría ser un condicionante, pero el recién anunciado The Wonderful 101 Remastered está confirmado para todas las plataformas excepto para la consola de Microsoft. Parece que la relación entre los de Redmond y el japonés quedó tocada después del malogrado proyecto.
Johnnemann Nordhagen y el riesgo de ser diferente a los demás
Where the Water Tastes Like Wine se estrenó hace más de dos años y protagonizó uno de esos casos en los que se refleja la triste realidad de algunos desarrolladores de videojuegos. Y es que no todos obtienen beneficios después de haber trabajado sin descanso durante varios años. Johnnemann Nordhagen fue irónico al asegurar que la cifra de copias vendidas del juego era menor que la de sus seguidores en Twitter. Posteriormente, ya sin ánimo de hacer una broma, confesó que no había recuperado uno solo de los 140.000 dólares invertidos en el desarrollo. El creativo no solo lamentó el "fracaso" de su proyecto, sino lo "terrorífico" que puede llegar a ser arriesgarse a crear un título experimental.
Hideo Kojima, cuando algo no es para todo el mundo
Hideo Kojima es, sin lugar a dudas, uno de los directores más laureados del Siglo XXI. Su presencia es sinónimo de máxima expectación, y como no podía ser de otra forma, no es la primera vez que le vemos protagonizar alguna que otra polémica. La más reciente tuvo lugar durante el lanzamiento de Death Stranding, ya que el japonés mostró su felicidad por las críticas recibidas en Japón y Europa, pero no tanto en Estados Unidos. Y es que Kojima considera que el gusto de los usuarios por los juegos de disparos fue clave, dejando caer la posibilidad de que quizá no terminaron de entender su obra.
Super Life of Pixel, la sostenibilidad tras el fracaso
Super Life of Pixel no es un título especialmente conocido. De hecho, sus creadores reconocieron que les sorprendió que alguien hablara de él. Tanto es así, que ni siquiera aseguran que puedan seguir desarrollando videojuegos. Y es que el juego no fue capaz de vender ni doscientas copias durante los primeros seis meses desde su estreno. Con el paso del tiempo, el juego alcanzó las 1.800 copias, pero sus responsables aseguraron que esperaban "mucho más" y que los beneficios estaban muy lejos de permitirles "mantener al equipo y continuar desarrollando juegos".