¿Te gustan los JRPG? ¿Eres de los que disfrutaron de las joyas de los 16 bits? Entonces sigue leyendo, porque hay muchas probabilidades que Live A Live te encante. Ocho historias en un mismo juego que supone la resurrección, en forma de remake, de una joya perdida en el tiempo.
Desde que se estrenara Octopath Traveler, quien más y quien menos ha soñado con que Square Enix aplicara su maravilloso estilo visual HD-2D para hacer algún remake de los clásicos Final Fantasy. Os he visto comentarlo y yo estoy también de acuerdo con la propuesta. De hecho, ahora esa idea ha cobrado aún más fuerza cuando he probado Live A Live para Nintendo Switch, que supone el rescate de un clásico JRPG que jamás llegó a nuestras tierras. Allá por su estreno en el año 1994 para Super Nintendo, se quedó en territorio japonés, con unas cifras de ventas irrisorias, sobre todo si las comparamos con las grandes sagas roleras de la época.
Pero era un juego de la mítica Squaresoft, y ya sabemos lo que eso significa. De hecho, jugarlo hoy en día sigue siendo una auténtica delicia, más si consideremos su valiente e innovadora propuesta: vivir varias historias en un mismo juego. En total, ocho tramas diferentes que podemos seleccionar con libertad al comienzo de la partida, e incluso alternar entre ellas en cualquier momento. Me lo he pasado en grande en esta primera toma de contacto, y de hecho soy consciente de que muchos de vosotros ya lo habéis hecho, puesto que en el reciente Nintendo Direct se anunció una demo que ya está disponible. Y si no, a continuación os cuento por qué debéis tenerlo en radar. De momento, me está pareciendo un RPG magnífico.
8 experiencias JRPG en una
Se te permite salir de una historia en cualquier momento para alternar entre ellas
Una forma bastante simple de contaros lo que es Live A Live es deciros que son ocho experiencias JPRG en una. Obviamente, todas comparten una base jugable, basada en la exploración y el sistema de combate, pero más allá de esto lo cierto es que se diferencian mucho entre sí. Y no solamente lo digo por la parte temática, con épocas tan dispares como la prehistoria o el futuro espacial, sino porque cada capítulo cuenta con personajes de distintas características y habilidades, las cuales hacen que la propia exploración se sienta diferente.
Por ejemplo, en el episodio de la China Imperial deberemos decidir a qué discípulo entrenaremos entre tres candidatos, mientras que en el Periodo Edo controlaremos a un shinobi en su infiltración en un castillo repleto de trampas y combates. Habitualmente, se trata de escenarios bastante delimitados, como es el caso del capítulo del futuro lejano, en que nos encontramos en el interior de una nave con una amenazante criatura. No obstante, incluso en estos casos hay un pequeño entorno a explorar o incluso un mapa para orientarnos, así que os podéis hacer una idea de que cada historia goza de su propia razón de ser.
Cada uno de los 8 episodios posee, por supuesto, sus propios personajes y situaciones, al igual que un desenlace con su respectivo jefe final. Por lo que he podido comprobar (aunque será algo que os confirme en el análisis) se pueden superar en unas pocas horas, y de hecho el juego original de SNES estaba planteado para que cada historia pudieras superarla en un solo día. No obstante, no te creas que hay pocas horas de juego, y la sensación que tengo ahora mismo es que su duración es similar a la de los JRPG de la época. Por supuesto, puedes guardar partida, y lo mejor es que se te permite salir de una historia en cualquier momento para alternar entre ellas. Una idea magníficamente resuelta.
Las historias que he vivido hasta el momento me han parecido interesantes de seguir, con una traducción de textos en español que además está muy mimada. El combate también me ha gustado, con un esquema Active Time Battle, pero en esta ocasión combinado con una cuadrícula táctica. Esto da lugar a un sistema combativo bastante único, porque cada vez que mueves a tus personajes una casilla, rellenas el indicador de ataque (tanto el tuyo como el de tus enemigos). Este simple detalle lo condiciona todo, y es que no solo debes tener en cuenta la acción o habilidad a emplear, sino cuánto te vas a mover.
El posicionamiento en este particular tablero es, por tanto, esencial. Cada ataque y técnica dispone de su rango de acción, algo que debes tener siempre en consideración. Además, cada contrincante es resistente o vulnerable a determinadas acciones, algo que fomenta aún más el pensamiento táctico-estratégico. En las horas que llevo jugadas no me he aburrido de la propuesta, así que es un buen indicativo de que las batallas funcionan. Veremos si a largo plazo, y una vez completada la aventura, pienso lo mismo… pero tengo confianza.
Este remake ha transformado la idea artística original en un auténtico espectáculo 2D
Otro aspecto que me sorprende de Live A Live, y os animo a que comprobéis, es que el juego original de SNES no era ninguna maravilla en lo técnico. De hecho, fue uno de los aspectos más criticados en su día. Sin embargo, este remake ha transformado la idea artística original en un auténtico espectáculo 2D. Por eso digo que ojalá hicieran un remake tan trabajado de los Final Fantasy originales, porque es simplemente maravilloso. En este caso, el juego está irreconocible, pero respetando los diseños originales de los varios artistas manga que trabajaron en él inicialmente.
Fue una producción ambiciosa para la época, con nombres hoy en día tan importantes como Takashi Tokita (Chrono Trigger y Parasite Eve) o Yoko Shimomura, la compositora habitual de Kingdom Hearts. Una locura de juego que estoy seguro de que mucha gente no lo conocía, pero me alegro muchísimo de que haya regresado, y además con este esplendor. Así que ya lo sabes, si quieres un JRPG a la antigua usanza y de calidad, síguele la pista. Dentro de unos días os podré contaros la experiencia completa y deciros si definitivamente es todo lo que parece.