El acuerdo de compra de Activision Blizzard por Microsoft afronta semanas clave en varios mercados, y para bien o para mal muy pronto tendremos que tener noticias importantes. Mientras tanto, más y más declaraciones de los agentes implicados, Sony incluida como parte aparentemente afectada, se van conociendo. La última tiene a Starfield y Bethesda como protagonistas.
En su deseo de bloquear la transacción, PlayStation se dirigió a la Autoridad de Competencia y Mercados de Reino Unido exponiendo cómo, a su entender, los propietarios de Xbox habrían incumplido su palabra con la adquisición de ZeniMax Media. Más en detalle, citan unas palabras dirigidas por Microsoft a la Comisión Europea, en el momento de la compra de los editores de The Elder Scrolls, donde el gigante de Redmond habría asegurado no tener incentivos para parar o limitar la presencia de videojuegos de ZeniMax en consolas rivales.
Poco después de cerrarse el trato, añadió PlayStation en su postura ante la CMA británica, Phil Spencer empezó a hablar de "ofrecer grandes juegos exclusivos", promesa que se cumplió con el anuncio únicamente en consolas para Xbox de Redfall y Bethesda, al que podría unirse más tarde The Elder Scrolls VI.
PlayStation no quiere ningún acuerdo con Microsoft
Así, Sony se muestra muy escéptica con que Microsoft respete cualquier tipo de pacto de actuación dado el precedente de Bethesda. Pero pese a ello, desde Xbox quieren despejar toda duda sobre ello firmando contratos, posiblemente con cláusulas que garanticen su cumplimiento, con diferentes compañías del sector. Por ejemplo, hoy se ha llegado a un acuerdo con Boosteroid.
PlayStation ha negado por activa y por pasiva querer llegar a un pacto con Microsoft que garantice la presencia de Call of Duty en sus consolas. "No quiero un nuevo acuerdo por Call of Duty. Solo quiero bloquear tu compra".
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