Jugamos a Tales of Arise, el gran JRPG que quiere ser el juego más ambicioso de la saga por su 25 aniversario

Jugamos a Tales of Arise, el gran JRPG que quiere ser el juego más ambicioso de la saga por su 25 aniversario
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Hemos podido jugar una hora a una demostración de Tales of Arise, la última entrega de la longeva saga JRPG. La prueba de fuego nos ha servido para constatar que nos encontramos ante un punto de inflexión en la franquicia: un buen salto visual con entornos más detallados y un combate que mezcla la estrategia y fluidas animaciones.

En una saga tan longeva como Tales of, pudiera parecer que cada nueva entrega especializa más a sus fans y separa a aquellos que todavía no han dado el salto. Pero creo que Tales of Arise, marcando el 25 aniversario de la serie y luciendo un nuevo motor gráfico que lo hace más atractivo que nunca, puede cambiar ese concepto. Lo que hemos podido probar con la nueva entrega deja patente los valores de la franquicia, pero también una clara apuesta por la renovación de su sistema de juego y la puesta a punto gráfica.

No ha sido muy larga nuestra primera prueba con el JRPG de Bandai Namco. Apenas una hora para recorrer una zona del mundo a las afuera de Viscint, una de las ciudades del juego. Lo suficiente para poder comprobar cómo funciona el nuevo sistema de batalla, qué tal se desenvuelve el juego en Unreal Engine 4 así como algunos pequeños cambios en la forma de planificar las escenas.

Porque la narrativa de Arise, con los distintos tráileres que han ido presentándose, ya queda patente que es lo que menos se ha alterado (y menos necesitaba hacerlo): seguiremos disfrutando de historias épicas, muy centradas en conflictos entre naciones y algunos dilemas morales que suceden en el camino. En esta ocasión, el protagonismo recae sobre todo en dos personajes: Alphen y Shionne, en medio de un conflicto entre los planetas Dhana y Rena (sí, en este universo están muy cerca el uno del otro), que ha gobernado sobre el primero durante 300 años.

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Alphen es un guerrero de Dhana que cae en el tropo de la amnesia, pero más interesante es su capacidad de no sentir dolor alguno; Shione, en cambio, es una princesa de Rena que ha contraído la maldición de las espinas, haciendo daño a todo aquel que la toque. Podéis imaginaros que la relación entre personas tan distintas, pero cuyas maldiciones se compenetran, estará a flor de piel, funcionando tanto en lo narrativo como en lo jugable; ya que Alphen puede llevar una espada de fuego letal para todos, incluso el que la blande, gracias a su habilidad de resistir el dolor y las propiedades curativas de Shionne.

Es fácil notar el cambio visual de Arise si lo comparamos con su inmediato predecesor: Tales of Berseria. Pero, al fin y al cabo, Berseria fue un desarrollo lanzado en Japón en PlayStation 3 aunque tuviera versión para PS4 y PC, por lo que podría entenderse mejor. Y sin embargo, es fácil ver en Arise un juego que intenta ser más hijo de su tiempo, con entornos mucho más complejos y detallados que, esta vez sí, acompañan al gran trabajo de diseño que suelen tener sus personajes principales. Tanto Alphen como Shionne lucen muy bien: él con su armadura pesada y su capa raída, y ella con su traje con ribetes bordados y reforzado con piezas de armadura. Pero la palma se la llevan sus escenarios que, como decía, era el aspecto que más cojeaba Tales of en lo visual. Ahora, además de aprovechar el potente sistema de iluminación del UE4, se ha optado por una texturización de acuarela, algo parecido a la técnica que usó The Legend of Zelda: Skyward Sword y que le da al mundo un estilo mucho más especial y y único.

Jugamos a Tales of Arise, el gran JRPG que quiere ser el juego más ambicioso de la saga por su 25 aniversario

Por lo visto en nuestra prueba, el combate mezcla algunos factores clásicos con otros renovados. Seguiremos entrando en una arena de batalla cada vez que hagamos contacto con un enemigo. Las cargas son muy rápidas y se espera que los sean aún más en las consolas de nueva generación. Dentro de la refriega es cuando empezamos a notar algunas diferencias. Disponemos de un ataque básico con el botón superior derecho y tres artes situadas en los botones frontales del mando, que podremos ir combinando para romper guardias, establecer estados alterados y aprovecharnos de las debilidades.

Sin embargo, los ataques más especiales se los lleva la cruceta digital. En cada dirección aguarda uno de los combatientes para que, una vez que su barra se complete, poder descargar un ataque potenciado especial y propio de cada luchador. Eso incluye también a los miembros de apoyo, que alternando con el gatillo también podremos invocar, aunque durante el combate se mantendrán retirados. En esta ocasión parece que Bandai Namco no ha querido añadir ningún tipo de componente cooperativo para que la experiencia para un jugador no se resienta y poder hacer un uso aún más estratégico de cada miembro del equipo. Además, existen golpes potenciados: un poco a lo Final Fantasy VII Remake, una vez que hemos usado los suficientes ataques normales para recargar un indicador, podremos usar un ataque combinado para acabar con los enemigos básicos.

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El combate mezcla algunos factores clásicos con otros renovados

La última gran novedad por parte de nuestros luchadores que hemos podido ver es el esquive. Usando el gatillo derecho, seremos capaz de esquivar el ataque de un rival; si lo hacemos en el momento preciso, justo antes de recibir el ataque, realizaremos una evasión perfecta que nos dará ventaja. Algunos enemigos, además, disponen de puntos débiles: una especie de protuberancias nos indicarán los lugares en los que podemos hacer más daño y será importante permanecer atento.

Aún queda mucho que ver en los combates, ya que la partida que hemos podido disputar se sucedía en una parte ya avanzada de la trama (a las 10 horas o así) con personajes en torno al nivel 20. Por tanto, queremos ver cómo combinar bien las debilidades enemigas y a nuestros luchadores para entender bien todo el sistema de debilidades. Por ejemplo, Shionne puede realizar un ataque potenciado que es muy eficaz contra enemigos voladores, derribándolos y dejándolos expuestos. Pero también para ver las habilidades más poderosas de cada uno de los seis personajes que compondrán nuestro grupo principal. Eso sí, aunque tiene su componente estratégico (no hay más que ver las dos espadas de Alphin y su modo de utilizarlas), también es fácil volver a notar que si quieres profundizar en el combate probablemente tengas que recurrir a un modo de dificultad algo más alto, ya que en el modo normal el juego sigue siendo algo permisivo con el acto de machacar el mando, salvo en alguna pelea contra jefes finales donde se exige algo más de orden y concentración.

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Pese a que el diseño de mapas no parece haber variado mucho con respecto a otras entregas, sí es cierto que parece más completo también. Algunas zonas son algo más abiertas y podremos nadar para alcanzar ciertos lugares. Encontraremos menas de poder que refinar, así como ingredientes con los que cocinar en los campamentos, creando recetas que, al consumirse, otorgarán una bonificación especial al grupo. Por último, no podemos pasar de largo los famosos skits, esas divertidas conversaciones que se han convertido en un icono en la saga. No hemos encontrado ninguna en nuestras pruebas, pero estarán en la versión final. Si no las hemos visto es porque el equipo de Bandai Namco ha asegurado que han querido darle un aspecto renovado para sorprender a los fans.

Las versiones de PS5 y Series X dispondrán de menores tiempos de carga y dos modos gráficos

Lo mencionaba hace poco en el análisis de Ratchet And Clank: Una Dimensión Aparte y creo que con Tales of Arise se cumple la misma premisa: nos encontramos ante una de esas entregas de una longeva saga que supone un gran salto hacia adelante. Con su atractivo gráfico, unas animaciones que lucen realmente bien y una historia interesante, Bandai Namco busca celebrar el 25 aniversario de la serie recibiendo con los brazos abiertos a nuevos aficionados, mientras que los más acérrimos notarán también el cambio. Además, Arise no quiere olvidarse de la nueva generación y, aunque el juego lucirá muy bien en PlayStation 4 y Xbox One, las versiones de PS5 y Series X dispondrán de menores tiempos de carga y dos modos gráficos que realzarán aún más su apartado técnico; el modo rendimiento priorizando la tasa de frames hasta los 60 fps y el modo gráfico elevando la resolución a los 4K en ambas consolas.

Ya solo queda esperar al 10 de septiembre para poder empezar esta aventura desde el principio y ver paso a paso cómo se desenvuelve tanto los nuevos sistemas de juego como la historia de Tales of Arise. Por el momento, y a falta de ver más diseños de mazmorras y cómo progresa su narrativa, el resultado convence, aún más gracias a ese trabajado estilo visual que tanto enfatiza el hermoso mundo de Dhana. Pero una cosa queda clara: el JRPG sigue en buena forma, saliendo reforzado una generación más incluso en sus franquicias más longevas. Y este Tales of Arise tiene una oportunidad magnífica para alzarse entre todas ellas.

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