Ganondorf vuelve a ponernos las cosas difíciles en Zelda: Tears of the Kingdom, y algunos de sus principales secuaces son las bestias que han tomado el control de los templos de distintas zonas de Hyrule. Uno de ellos es Gelminus, responsable de las inclemencias climáticas que afectan a buena parte de la zona de Hebra. En esta guía os cuento cómo derrotar al jefe del Templo del Viento.
Combata contra Gelminus en el Templo del Viento
El gran jefe del Templo del viento, Gelminus, va a poner a prueba nuestro entendimiento de la habilidad de Tureli para impulsarnos con el viento que generan sus alas. Afortunadamente, es un jefe que pese a su tamaño, sus ataques no son difíciles de esquivar o impredecibles, sólo tenemos que estar al tanto. Eso sí, necesitaremos tener flechas, arcos y frutos ígneos; no os preocupéis por la resistencia, ya que las corrientes de aire de esta zona de combate la restauran al llegar a la altura máxima en este combate. Igualmente, es mejor que contéis con algún suplemento por si acaso.
Si lo observáis con detenimiento, notaréis que partes de la armadura de Gelminus parecen hechas de hielo algo más fino o que se puede fundir; eso si no están cubiertas por témpanos más gruesos que os lanzará a modo de ataque. La estrategia en esta primera parte del combate es, primero, fundir ese hielo con flechas que lleven acoplado un Fruto Ígneo y después disparar una flecha normal a la estructura de color rosado que queda expuesta.
Hay que jugar con las corrientes de aire escendentes para ganar altura y esquivar ataques, y al mismo tiempo calcular donde vamos a caer para usar la técnica del disparo en el aire y acertarle con esta combinación. Pero cuidado, porque Gelminus tiene la capacidad de abrir portales por los que se teletransporta y tratará de atacaros desde abajo. Peor aún es el hecho de que los puntos débiles que dejarais expuestos al fundir el hielo, se habran vuelto a proteger con este cada vez que aparezca.
Por fortuna, basta una flecha en cada punto para destruirlo y ya no reaparecerán más, el problema viene cuando este grotesco insecto de hielo ve su vida reducida al 50%. En ese momento cambia de táctica y decide aprovechar lo que usáis para volar en vuestra contra.
Gelminus empezará a generar pequeños tornados cerca de él para protegerse. Mientras que hasta ahora tocarle a el sólo nos hacía perder el equilibrio y caer sin la paravela unos instantes, esos tornados tienen el mismo efecto y además nos restan vida. En este punto será vital planificar bien nuestra ruta y hacer uso de la habilidad de Tureli para esquivarlos.
Aún así, el modus operandi para derrotarlo no cambia. Debemos seguir eliminando su coraza de hielo con las flechas de frutos ígneos y apuntar a sus puntos débiles para destruirlos a todos y que finalmente caiga derrotado.
Cuando hayamos destruido todos esos puntos y su vida llegue a cero, habremos vencido. Lo mejor es que ahora, además de disipar el mal tiempo que ha estado azotando la región de Hebra, contaremos con el Poder de Turelli para impulsarnos hacia adelante mientras vamos en paravela, lo que nos ayudará a recorrer más distancia si queremos llegar desde una isla en el cielo a algún punto que esté más abajo de ella.
En 3DJuegos | Análisis de Zelda: Tears of the Kingdom
En 3DJuegos | La cronología de la saga Zelda explicada. En qué orden jugar a The Legend of Zelda para entender mejor su historia
Ver 0 comentarios