The Outsider: Avance

The Outsider: Avance
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El Avión del presidente ha sido derribado y tú eres el principal sospechoso. Acompaña a John Jameson en su aventura contra todo y contra todos para demostrar su inocencia, y hazlo a tu manera, no tienes límites. Estamos sin duda ante el título de acción más grande y ambicioso de cuantos hay en desarrollo, un juego que llega acompañado de un apartado gráfico que quita el hipo y de un grado de libertad nunca visto antes.

Cuando uno ve una imagen de The Outsider lo identifica rápidamente. En estos tiempos de reciclaje constante de motores gráficos, y de constante carrera en pos del foto realismo, es agradable ver como surge un juego con personalidad propia. Y es que si por algo se distingue el juego que nos ocupa es por destilar presencia y carácter por los cuatro costados. Sus personajes a caballo entre el cómic más caricaturesco y el realismo más absoluto son un acierto total, y los entornos son de una veracidad y belleza apabullante. Pero este deslumbrante apartado tecnológico no puede apartar nuestros ojos de lo que va a ser una auténtica revolución en lo jugable, una modificación completa de lo que hasta ahora, equivocadamente, considerábamos libertad.

Sorprendentemente The Outsider no está recibiendo la publicidad y la cobertura que debería, sobre todo por tratarse de una de las propuestas más originales y fascinantes que hemos visto en el género de la acción en los últimos años. Desde 3DJuegos vamos a apostar fuerte por este título visto su tremendo potencial, y nos hemos propuesto informarte a fondo de este juego puntero en todos sus apartados, que puede ser el “sleeper” más importante desde Far Cry.

A cargo del proyecto se encuentra el estudio británico Frontier Development, que cambia sus habituales títulos estratégicos y de simulación por un juego de acción al más puro estilo cinematográfico. Sin embargo las referencias televisivas son innegables. Podemos ver fotograma a fotograma como The Outsider destila influencias de Prison Break y 24 por los cuatro costados. Parece lógico que la industria del videojuego, con The Outsider a la cabeza, recoja el testigo de las grandes producciones televisivas que se están realizando en los últimos años, para presentarnos tramas de conspiraciones e intrigas políticas alejadas de los convencionalismos que exige el actual cine norteamericano.

La Ciudad a tus pies
En The Outsider encarnaremos a un agente de la C.I.A. caído en desgracia. Este pretexto va a ser utilizado por sus creadores para realizar una velada crítica acerca del estado de crispación social que se vive en EEUU en la actualidad, donde la constante amenaza de terrorismo justifica medidas de excepción. Esto, que para muchos supone un atentado contra las libertades, en las mentes de los más oscuros visionarios se torna incluso en temor por un futuro estado policial. La compañía británica planea introducir la paranoia post 11-S de una forma totalmente novedosa en la experiencia del juego, para llevar a cabo una evolución como pocas veces hemos visto hasta ahora.

El juego se inicia en un punto clave. El presidente de los Estados Unidos ha sido asesinado. A partir de ahora como jugador y principal sospechoso, podemos hacer lo que queramos, demostrar nuestra inocencia, buscar al culpable o descubrir quién nos ha metido en esa situación y vengarnos. Todo dependerá de nuestros actos y decisiones.
El juego se inicia en un punto clave. El presidente de los Estados Unidos ha sido asesinado. A partir de ahora como jugador y principal sospechoso, podemos hacer lo que queramos, demostrar nuestra inocencia, buscar al culpable o descubrir quién nos ha metido en esa situación y vengarnos. Todo dependerá de nuestros actos y decisiones.

John Jameson ha sido acusado de derribar el Air Force One con el presidente a bordo y ser el responsable de su muerte. Con esta prometedora premisa comienza el juego, y a partir de ahí el destino de Jameson queda en nuestras manos de forma total.
David Braben, responsable máximo del estudio, señala que lo realmente importante no es si el protagonista es el responsable o no del atentado, lo verdaderamente relevante es el poner a un hombre en una situación límite marcada por profundas complejidades y contradicciones, enfrascado en una batalla a varias bandas con la prensa, la mafia y la C.I.A. como amigos-enemigos.

Y es que la total libertad ha sido la obsesión de Braben desde que ha comenzado el proyecto. Cuando se oye hablar a este veterano creador se desprende de sus palabras un énfasis que cualquier neófito en el mundo de los videojuegos interpretaría como la fe ciega de un joven desarrollador con poca presencia en el ramo. Nada más lejos de la realidad ya que David Braben, responsable entre otros del mítico Elite, es un experimentado creador de videojuegos, y sus esperanzas en The Outsider no son ni mucho menos infundadas.

Cuando en Frontier Development hablan de libertad lo hacen de verdad, y se permiten el lujo de criticar a la saga Grand Theft Auto, máximo exponente de los juegos de desarrollo libre, por tener un camino excesivamente prefijado. Esto nos da una idea del nivel de libre albedrío del que gozaremos en este título, cuyos desarrolladores se permiten el lujo de criticar al abanderado de la experiencia “sand-box” (término con el que se conoce en la industria a los juegos del subgénero creado por Rockstar).

Y es que la ciudad de Washington está a nuestros pies, aunque no literalmente, pues seremos el enemigo público número uno, y dispondremos de toda la superficie de la capital estadounidense para movernos por ella sin más restricciones que las de una cierta discreción por ser un presunto terrorista.

Luces y sombras juegan un papel vital en la percepción de la realidad, y como no también en The Outsider, con unas técnicas de luz que además de real, lo hacen especialmente bonito. Bellos atardeceres, rayos de sol que riegan las hojas de los árboles de enormes paseos y dibujan llamativas sombras…
Luces y sombras juegan un papel vital en la percepción de la realidad, y como no también en The Outsider, con unas técnicas de luz que además de real, lo hacen especialmente bonito. Bellos atardeceres, rayos de sol que riegan las hojas de los árboles de enormes paseos y dibujan llamativas sombras…

Hay diferentes bandos y deberemos estar atentos para ver con quien establecemos amistad y con quien nos enemistamos, pues todo tiene una importancia capital. La mafia intentará entrar en contacto con nosotros por el “boom” mediático de nuestra acción, y pondrá a nuestro servicio muchos medios a cambio de echarles una mano con ciertos asuntillos de dudosa legalidad; por su parte la C.I.A. va detrás de nosotros por el atentado, pero debido a nuestro pasado en la central de inteligencia todavía conservaremos muchos amigos con los que podremos contactar para buscar ayuda; y por supuesto la prensa, testigo de todo lo que acaece en el juego y con una importancia inusitada. Nuestra libertad no tendrá límites, podremos hablar con quien queramos y hacer lo que queramos con el único objetivo final de intentar destapar una intrincada trama política, pero habrá que andarse con ojo, todo lo que hagamos tendrá una repercusión asombrosa.

La Teoría del Caos
The Outsider tiene como uno de sus temas principales los efectos de acción y reacción. La más mínima perturbación puede alterarlo todo a un nivel impredecible, y el juego de Frontier Development no escapa al celebre “efecto mariposa”.

Como en la vida misma aquí nada estará aislado, todas nuestras acciones tendrán efectos, y en nuestra mano estará el valorar el como afectarán nuestras decisiones a otros elementos de la totalidad del juego, y en esto la prensa y el boca-oreja entre los propios personajes del programa será fundamental.

Todo esto es muy teórico. Pero pongamos un ejemplo para ver como se adapta esto al videojuego. En un edificio de oficinas se encuentra un viejo conocido de Jameson que ahora reniega de él, y que posee cierta información que puede ser de utilidad en nuestra aventura. El edificio está fuertemente custodiado, y disponemos de un arsenal altamente avanzado tecnológicamente gracias a nuestros contactos con otros agentes de la C.I.A., por lo tanto se nos presentan diferentes opciones. Podemos ser sigilosos y entrar sin ser vistos, ponernos en contacto con nuestro colega y obtener la información necesaria de forma silenciosa y sutil, obligándole a comunicarnos todo lo que sepa usando palabras; difícil pero efectivo. Otra opción será entrar a saco, empotrar un coche contra la puerta y penetrar en el edificio armado hasta los dientes vaciando cargadores y cargadores sobre todo lo que se mueva hasta llegar a nuestro “garganta profunda” particular, sacarle los datos a golpes y largarnos lo más rápidamente posible. Por último podemos esperar a que anochezca y a que acabe la jornada laboral, pacientemente aguardar a la salida de nuestro objetivo del edificio, seguirle por el camino a su casa y en un callejón oscuro asaltarle, encañonarle y sacarle la información con amenazas; ruin, pero discreto a fin de cuentas.

Las majestuosas construcciones de la capital norteamericana son el marco perfecto para The Outsider, una historia de traiciones políticas y conspiraciones a gran escala.
Las majestuosas construcciones de la capital norteamericana son el marco perfecto para The Outsider, una historia de traiciones políticas y conspiraciones a gran escala.

Como se puede ver el abanico de opciones es enorme, y prácticamente el único límite lo pone nuestra imaginación, pero como ya hemos señalado todas las acciones tienen consecuencias, y la prensa está al acecho. La primera opción, en la que tratábamos de ser discretos, será muy útil para no dejar rastro, la prensa no se hará eco de la noticia por desconocimiento, y nuestra imagen no se verá perjudicada. Si en esta acción optamos por introducir un pequeño matiz, dejarnos ver levemente en una cámara de seguridad, la noticia se filtrará rápidamente a los medios, y estos comenzarán a formular cuestiones a la opinión pública, tales como: ¿Por qué el terrorista no ha huido? ¿Qué razones le empujan a seguir en Washington? Estas preguntas tendrán una repercusión lógica en la gente, que comenzará a preguntarse si este ex agente de la C.I.A. es realmente quien atentó contra el presidente, y si lo es porque se queda en Washington, donde es más fácil que sea capturado; de este modo se alimenta una teoría de la conspiración que podría sernos de más utilidad en adelante.

Si optamos en cambio por el estilo “destroyer”, rápidamente vamos a aumentar nuestra mala fama, y nuestra imagen como terrorista llegará a un punto en el que será un lastre tan importante que a duras penas podremos caminar por la calle sin ser reconocidos. Según Braben todas las muertes en The Outsider tienen consecuencias, y si bien contamos con un arsenal muy avanzado, será conveniente usarlo con moderación y eligiendo cuidadosamente nuestros objetivos.

El tratamiento visual que reciben los personajes es exquisito, a caballo entre el realismo y el cómic, y con unas expresiones faciales y viveza capaces de transmitir sus pensamientos con tan solo mirarlos.
El tratamiento visual que reciben los personajes es exquisito, a caballo entre el realismo y el cómic, y con unas expresiones faciales y viveza capaces de transmitir sus pensamientos con tan solo mirarlos.

Por último disponemos de la posibilidad de asaltar a nuestro objetivo en un callejón oscuro e intentar sacarle la información. Esta persona no está nada interesada en facilitarnos las cosas de modo que tendremos que poner en práctica toda nuestra capacidad de convicción. Según Frontier Development se está escribiendo una cantidad inabarcable de líneas de diálogo, pero no en un estilo convencional de árboles de conversaciones a los que hay que volver una y otra vez de forma repetitiva para obtener toda la información necesaria, si no más bien de una forma activa. Esta reformulación de las conversaciones tal y cómo las conocemos parece ser una revolución interesantísima en los anquilosados y tediosos diálogos de los videojuegos, pero los detalles de cómo se va a llevar a cabo son todavía una incógnita. Sin embargo si no funciona nuestro estilo diplomático siempre podemos sacar una pistola y apuntársela a la cabeza.

Realismo Imposible
Como ya hemos señalado The Outsider es un producto que se reconoce fácilmente a simple vista. Las texturas son detalladísimas, el modelado de los personajes impecable, y los entornos son preciosistas y gigantescos, repletos de elementos con los que interactuar.

Una de las cosas que más llama la atención, y que en mayor medida definen la personalidad del juego es el diseño de los personajes. David Braben y sus chicos han demostrado en este título que el fotorealismo no está para nada reñido con un diseño de los npj que parecen sacados de una película de animación. Cabezas de formas imposibles y rostros que exageran los rasgos para otorgarles personalidad son sus principales características. La expresividad de los personajes será un aspecto de vital importancia en el juego, y es que se pretende que muchas cosas se digan con miradas y gestos y no con palabras. Todo ello está realizado con un pasmoso sentido del buen gusto y a la vez un realismo espectacular.

Aunque claro, si hablamos de realismo hay que hablar por obligación de los escenarios. Washington no suele ser un lugar muy dado a aparecer en los videojuegos, pero tras ver como aparece en The Outsider no nos explicamos el porqué. Las majestuosas construcciones de la capita norteamericana son el marco perfecto para esta historia de traiciones políticas y conspiraciones a gran escala, y el fidedigno trato que han recibido los edificios en conjunción con otros parajes más naturales supone una de las mejores ciudades virtuales que hemos visto jamás en un juego.

Podríamos extendernos durante horas hablando de los efectos de luz, de los atardeceres y de la influencia de las luces y sombras en todos los elementos, pero con tan sólo ver las screens que acompañan al artículo ya se cumple sobradamente el dicho de vale más una imagen que mil palabras.

Mirando al Futuro con Optimismo
¿Qué es The Outsider? Ante todo un juego ambicioso para Xbox 360 y PS3, pero sobre todo una revolución jugable y un salto tecnológico en juegos de estas características al que pocas compañías están en condiciones de acercarse. La sola idea de pensar en una ciudad gigantesca de la que podemos disponer a nuestra entera disposición, de contar con un teléfono móvil con el que podemos llamar a un sin fin de personajes, y de vivir una historia en la que somos el principal protagonista y que se desarrolla por primera vez en un videojuego en la dirección que nosotros deseamos, pone la carne de gallina a cualquier aficionado sólo de pensarlo.

El responsable de The Outsider es el estudio británico Frontier Development, que cambia sus habituales títulos estratégicos y de simulación por un juego de acción al más puro estilo cinematográfico.
El responsable de The Outsider es el estudio británico Frontier Development, que cambia sus habituales títulos estratégicos y de simulación por un juego de acción al más puro estilo cinematográfico.

¿Las malas noticias? Que falta todavía mucho tiempo para su lanzamiento que ni siquiera tiene fecha prevista, y que desconocemos con que grado de acierto se va a implementar ese desarrollo libre de la historia que en tantos otros juegos ha fracasado miserablemente. Un programa tan mastodóntico como The Outsider es capaz de encumbrar a Frontier Development al olimpo de las desarrolladoras de juegos de acción, aunque también es cierto que un batacazo sonado podría incluso acabar con una compañía tan sólida como esta. Lo que sabemos con certeza es que cuando un equipo se arriesga a revolucionar la jugabilidad con un proyecto de estas características, uno se siente orgulloso de formar parte del mundo de los videojuegos aunque sea, como en mi caso, como un mero usuario y cronista.

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