Es probable que seáis seguidores de Rocksteady Studios, los autores de Batman Arkham. Sus anuncios siempre son esperados y vitoreados por toda la comunidad. Y no es para menos. Su producción es reducida pero siempre ha destacado por su brillante calidad. Sin embargo, esto no siempre ha sido así. De hecho, conociendo los turbulentos orígenes del estudio, es complicado comprender cómo consiguieron llegar tan lejos. Esta es su historia.
El lanzamiento a mediados de 2009 de Batman: Arkham Asylum cambió del todo la percepción que tenemos de los videojuegos de superhéroes. A partir de ese momento, nada volvería a ser igual. Lo que antaño habían sido proyectos sencillos, de poca envergadura, con el único propósito de contentar a los fans o aprovechar el tirón comercial de alguna película, empezaban a reclamar su lugar al lado de las mayores superproducciones. De igual manera, los aficionados ya no se contentarían con ningún proyecto menor. Lejos quedaban los tiempos de proyectos mediocres como Superman 64, Spawn: the Eternal o las adaptaciones de X-Men. A la saga Arkham le acompañarían el Spider-Man de Insomniac, los Guardianes de la Galaxia de Eidos Montreal, o la saga Injustice. El género superheroico se convertía así en una institución por derecho propio.
El abanderado de esta transformación, evidentemente, fue el estudio responsable de Arkham Asylum: Rocksteady Studios. Un modesto estudio entonces, con algo más de cincuenta empleados en nómina, emplazado en Highgate, al norte de Londres. El éxito de aquel primer Arkham encumbró al estudio, el cual desde entonces ha continuado explotando la franquicia, además de seguir trabajando en el sonado Suicide Squad: Kill the Justice League. Vista la calidad de aquel primer Arkham, y los que le continuarían, sería lógico imaginar que el estudio gozaba de un nutrido currículum a sus espaldas. Pero no. Aunque cueste creer, en el momento de presentar Arkham Asylum, Rocksteady Studios no tenía nada más que un único título a su nombre.
La historia de ese título, Urban Chaos: Unidad Antidisturbios, es también la historia de Rocksteady Studios. En su génesis, el proyecto estaba siendo desarrollado por otro estudio, el mítico Argonaut Games, el cual se hizo mundialmente conocido a principios de los noventa al abanderar el desarrollo del chip Super FX para Super Nintendo y su título estrella StarFox (titulado Starwing en Europa). Sin embargo, pese a un pasado tan glorioso, corrían malos tiempos para el estudio. Tras el fiasco de Croc: Legend of the Gobbos, Argonaut se centró en el desarrollo de adaptaciones cinematográficas como Alien Resurrection o Harry Potter y la Cámara de los Secretos. De aquella época, el único título que brilló con fuerza propia fue I-Ninja, un divertido plataformero que apareció en la mayoría de sistemas del momento. Semejante declive se debía, en gran parte, a que su fundador, Jez San, había perdido el interés en los videojuegos. En su lugar, estaba centrado en otras aventuras empresariales como su propia página de poker on-line.
Los empleados de Argonaut Games, no obstante, continuaron trabajando en nuevos proyectos. Dos de sus desarrolladores más veteranos, Sefton Hill y Jamie Walker, quienes habían colaborado en la mayoría de títulos que he mencionado, estaban centrados en un proyecto cuyo nombre en código era Roll Call. No sabemos muchos detalles de éste, salvo que era un First Person Shooter con toques futuristas y apocalípticos. Un proyecto producido por SCi Entertainment, la misma empresa que unos meses mas tarde daría la campanada al comprar Eidos Interactive. Su desarrollo, sin embargo, se frenó en seco cuando, a finales de 2004, Argonaut Games anunciaba que cerraba sus puertas tras veinte años de actividad.
En SCi Entertainment no estaban dispuestos a renunciar al proyecto Roll Call, por lo que cuando antiguos empleados de Argonaut anunciaron su propósito de fundar un nuevo estudio, estos se ofrecieron a prestarles dinero y comprar una cuarta parte de sus participaciones. Todo a cambio, evidentemente, de continuar trabajando en Roll Call, además de tener acceso preferente a toda la producción del nuevo estudio. Sefton Hill y Jamie Walker figuraron como fundadores del estudio, pero les acompañaron otros de sus viejos compañeros en Argonaut, quienes tomaban así el testigo del legendario desarrollador británico.
La historia de Urban Chaos es también la historia de Rocksteady Studios
A finales de 2005 se presentaba oficialmente el proyecto, rebautizado como Zero Tolerance: City Under Fire, aunque unos meses más tarde volvió a cambiar su nombre, ya que un estudio llamado Technopop había lanzado un videojuego llamado Zero Tolerance para Mega Drive justo una década atrás. El nuevo título hacía referencia, pese a no tener prácticamente nada en común, a Urban Chaos, un juego de finales de los noventa que Eidos había producido. Por entonces el proyecto ya había consolidado su formula jugable, en el que el jugador encarnaba al miembro de un pelotón de antidisturbios. Aunque había perdido aquella ambientación futurista, seguía siendo un First Person Shooter de toda la vida, aunque con ciertos factores diferenciales, como la obligación de ayudar a los inocentes o un escudo del que protegerse de los ataques enemigos.
Urban Chaos: Unidad Antidisturbios vio la luz a mediados de 2006 tanto para PlayStation 2 como para Xbox. Y aunque no era un juego brillante, ni de cerca al nivel de los futuros Arkham, contó con una cálida acogida por parte de la prensa. En esta misma casa, por ejemplo, David Vilchez concluía: "A hechos prácticos la diversión está asegurada. Si te gustan los juegos de este género de acción, vas a disfrutar cual niña con su barbie, pues aunque Urban Chaos no es un juego profundo ni de los llamados 'imprescindibles', su acabado y desarrollo son sólidos y se deja jugar". Las ventas, sin embargo, dejaron mucho que desear. Se habla de poco menos de cien mil copias en todo el mundo. Cifras que algunos justifican a causa del cambio generacional en el que justo estaba enfrascada la industria, con una Xbox 360 funcionando muy bien y la inminente aparición de PlayStation 3.
El mazazo fue importante. Tanto, que en Rocksteady se resistieron a decidirse por ningún nuevo desarrollo. Según el propio Hill: "Tras terminarlo, empezamos a trabajar en varios prototipos usando el Unreal Engine 3 para un juego de nueva generación para 360 y PS3". Hasta que, a principios de 2007, tras adquirir la licencia de Batman a DC Comics, los ejecutivos de Eidos propusieron al estudio desarrollar un videojuego protagonizado por el caballero oscuro. Y el resto, como se dice, es historia.
Nadie hubiera imaginado, habiendo probado Urban Chaos, que aquellos desarrolladores sharían historia
Nadie hubiera podido imaginar jamás, habiendo probado Urban Chaos: Unidad Antidisturbios, que aquellos mismos desarrolladores serían capaces de hacer historia con su siguiente proyecto. A día de hoy, Rocksteady Studios es uno de los estudios de desarrollo más populares, y respetados, de la industria. Y la saga Arkham una de las franquicias de mayor éxito. Hasta el punto que muchos aficionados, especialmente aquellos que también son asiduos a los cómics de superhéroes, están constantemente atentos a toda noticia sobre los proyectos del estudio. No está nada mal para un equipo de desarrolladores que nacieron de las ruinas de un estudio legendario. Y es que como dice el refrán, es mejor no juzgar por las apariencias.