Les oyes llegar. Sus gritos te hielan la sangre. Miras el cargado de tu bolter… y está casi vacío. Tus aliados no andan mucho mejor; pero nadie se mueve. Los cuatro, espalda con espalda, frente a una maldita puerta que tarda una eternidad en abrir sus compuertas. Ya los ves venir. Son cientos; son una plaga que avanza sin compasión al ritmo de una música tan épica, tan potente, que el miedo da paso casi de inmediato a una euforia asesina increíble. Y entonces, la lucha comienza. Así de impactante puede ser la acción de Warhammer 40.000: Darktide, que de una u otra forma siempre encuentra el modo de meterte de lleno en su brutal acción cooperativa con una sucesión de combates imposibles de los que escapas con vida por gracia del Dios-Emperador. Porque no hay otra explicación posible viendo la cantidad de enemigos que se agolpan ante tus narices.
Tampoco me sorprende en exceso porque viniendo de los notables Warhammer Vermintide, ya sabía que el equipo de Fatshark tenía bien cogido el pulso a este tipo de juegos. En realidad me daba muchísimo más miedo que Darktide fuera simplemente un más de lo mismo con otra ambientación, pero a pesar de lo que pueda parecer a simple vista, porque sí, la esencia es la misma, este sangriento juego de Warhammer 40.000 tarda muy poco en mostrar sus diferencias. Y vaya cambio. La más obvia, claro, es el uso de armas de fuego, que tal vez al principio pueda parecer poca cosa pero cuando empieza a subir la dificultad… prepárate porque vas a sufrir lo que no está escrito. Por un lado, los francotiradores. ¡Son una pesadilla! Un disparo suyo puede dejarte prácticamente muerto, y no es que sea fácil llegar a ellos para matarlos. Y luego, lo que más me gusta, el fuego de supresión.
El fuego de supresión está muy bien recreado: te hace sentir impotente al no poder moverte
Pocos títulos me han hecho sentir impotencia al no poder avanzar por culpa de las incesantes ráfagas de fuego con las que te reciben las fuerzas del Caos. Y eso lo cambia todo. Sí, masacrarás a cientos y miles de enemigos a golpe de espada, cuchillo o incluso hacha; pero no vale solo con apretar como un poseso el botón de ataque. Tienes que correr, esquivar y usar coberturas para sobrevivir al festival de muerte y destrucción que es Warhammer 40.000: Darktide. Por eso he disfrutado tantísimo del juego, y por eso me duele tanto tener que hablar también de otros detalles que ensombrecen la experiencia, alejándolo de la excelencia aún cuando tiene todo lo necesario para convertirse en uno de los mejores de su género.
Es difícil superar la épica de este juego
Tertium ha caído. Las hordas del Caos han sembrado la devastación en este colosal mundo del Imperio y ahora te toca a ti, un don nadie cuya vida no tiene ningún valor, recuperar el planeta en compañía de otros presidiarios. Darktide no necesita mucho más para que te metas de lleno en su sangrienta acción viviendo con inusitada emoción todas y cada una de las batallas a las que te enfrenta. Y la clave es el ritmo del combate.
El gran desafío de estos juegos de acción cooperativa no es tanto ofrecer las mejores mecánicas de combate y disparo, que por supuesto, sino conseguir un equilibrio perfecto entre la tensión del "Dios mío, vamos a morir" y el frenesí del "que vengan, que los mato a todos". Y aquí Darktide es maestro del espectáculo. Te abruma con la ingente cantidad de enemigos que se agolpan ante tus ojos, y lo remata con una gran variedad de soldados y criaturas especiales que son los que de verdad te harán sufrir en el fragor de la lucha, pues aparecen con una precisión -demoníaca- para alterar el combate una y otra vez generando esa tensión que te mantiene pegado a los mandos. Lo genial de Darktide es que suele combinar muy bien a todos estos enemigos para que incluso cuando ya llevas unas cuantas horas de lucha incansable, el juego siga sorprendiendo con enfrentamientos más épicos y brutales. Es como tener al mejor director de una partida de D&D haciendo maldades una tras otra. Y me encanta.
Algunas misiones te obligan a resolver sencillos minijuegos.
A medida que aumenta la dificultad crece la diversión, y para mí esto es fundamental porque no siempre ocurre así. No es que morir sea más fácil, que sí, lo es; la gracia de afrontar mayores desafíos en Warhammer 40.000 Darktide es que te hace vivir emocionantes escenas de acción que pueden desembocar en trepidantes huidas con cientos de monstruos siguiendo tus pasos; o matanzas indiscriminadas en apenas unos pocos metros cuadrados; o fieros duelos a muerte en los que la munición escasea y más de un aliado yace derrotado a tus pies. Es puro Warhammer. Y como decía, se nota la mano de un buen "director de partida" que siempre sabe cómo hacerte sufrir sin tensar demasiado las cosas.
Más allá de los grandes enemigos finales, por así decirlo, como la bestia de Nurgle o los Ogretes, el ejército del Caos está repleto de tropas especiales que te lo van a hacer pasar muy mal. Hay francotiradores, escopeteros, enemigos que usan lanzallamas (de fuego o veneno), los furiosos berserkers, soldados acorazados, tramperos o los molestos Pestibuesos (unos perros del infierno). Y luego por supuesto, las tropas rasas, que alternarán el uso de armas blancas y armas de fuego dependiendo de nuestra posición. Así que sí, aunque en el fondo la experiencia de juego sea similar a la de Vermintide, la acción es mucho más intensa y emocionante por todos estos condicionantes.
Unidos contra el Caos: los héroes de Warhammer Darktide
Para hacer frente a tal pesadilla puedes encarnar a una de las cuatro clases de personaje disponibles en el juego que aunque así de primeras puedan parecerse más de la cuenta, a medida que subes de nivel y desbloqueas nuevas armas y mejoras, aumentan también las diferencias. Mi personaje principal, por ejemplo, es un Zelote con granadas aturdidoras que tiene la virtud de cargar con fe ciega hacia adelante, aniquilando a los enemigos. Pero es que además este sacerdote también puede usar un lanzallamas, así que os podéis imaginar lo increíble que es abrasar a cientos de enemigos mientras gritas "¡Gloria al Emperador! ¡Muerte a los herejes!". Mi compañero Iván Lerner de 3DJuegosPC, por el contrario, se ha especializado en un Psiquinético, y es realmente espectacular ver cómo hace estallar cabezas con ráfagas de energía que dispara a toda velocidad. Y qué decir de los ogros con sus escudos de hierro y lanzagranadas.
Las misiones no son especialmente originales, pero sí plantean retos bastante divertidos
Lo interesante es que puedes afrontar una misión con aliados de tu misma clase y no estar por ello en desventaja ya que incluso un mismo personaje puede hacer frente a la lucha de formas muy distintas. Otro detalle genial tiene que ver con el modo en el que se relacionan estos supervivientes, que hablarán entre sí mientras despachan a las hordas del Caos. ¿La historia? Es una mera excusa, pero está genial que Fatshark haya querido dar algo más de trasfondo a cada clase de soldado con cinemáticas propias que aparecen al alcanzar ciertos hitos. Por todo lo demás, me gusta mucho el diseño de las misiones porque no es especialmente original, pero sí plantean retos bastante divertidos. Hay muchas que son de activar mecanismos y resistir; pero otras proponen investigar campos de batalla mientras escapas de interminables hordas de enemigos, o las que te enfrentan a la plaga en las peores circunstancias posibles. Y esto, sumado a la aleatoriedad de los enemigos, consigue que por mucho que repitas una misión esta siga siendo divertida (hasta cierto punto, claro).
Hay además en el combate que simplemente machacar botones porque, por lo general, cada arma blanca tiene varios modos de ataque y por supuesto, a la hora de abrir fuego, debes tener en cuenta las coberturas y el retroceso de las armas para sortear las amenazas que te rodean. Vamos, que el juego es más complejo de lo que parece.
El diseño de los escenarios nos deja con estampas alucinantes.
Los problemas de Warhammer 40.000 Darktide
Lo que ya no me gusta tanto de Darktide es que la progresión sea tan lenta y que las armas y accesorios cuesten tantísimas monedas de oro. Da la sensación de que es un mercado más propio de un free-to-play que de un juego de pago como Darktide, porque es que a día de hoy, todavía cuesta un dineral comprar simples patrones de color, lo que hace que las recompensas por superar misiones se sientan bastante pobres. Solo cuando te dan un arma poderosa o desbloqueas alguna habilidad sientes que avanzas, y es una lástima. Lo que se ve enturbiado también por la tienda con dinero real que ofrece cosméticos super chulos, con precios estándar en la industria; pero insisto, dentro de un juego de pago.
La banda sonora de Jesper Kyd te hace vibrar de pura emoción
Si a esto sumas que Darktide se ha lanzado sin algunas opciones prometidas como el sistema de artesanía para mejorar el equipo, la sensación con la que te quedas es que el juego se ha estrenado antes de lo necesario. Lo que cobra más fuerza cuando ves los problemas de rendimiento que venía arrastrando desde la beta (echa un vistazo a la guía de optimización de Warhammer 40.000 Darktide en 3DJuegosPC), o los numerosos bugs y bloqueos que aún hoy siguen enturbiando la experiencia de juego. Es una pena porque como veis, el juego me ha gustado mucho pues creo que tiene todo lo necesario para convertirse en uno de los nuevos referentes de la acción cooperativa. En lo audiovisual es un espectáculo que brilla con luz propia gracias a la magnitud y esplendor de sus oscuros y retorcidos escenarios, al increíble número de enemigos que pueden atacar al unísono, o a la brutal banda sonora de Jesper Kyd que tiene algunos temas con los que es imposible no vibrar de emoción. Todos estos elementos se combinan con maestría para hacerte sentir parte del sangriento universo Warhammer 40.000, y es algo que atrapa.
El diseño de los monstruos y la visceralidad de la lucha con todas esas decapitaciones y explosiones sanguinolentas te harán sentir la crudeza de la guerra de Warhammer como pocos juegos consiguen, y esto es algo que con el tiempo, a medida que se pulan los errores y lleguen nuevos mapas, convertirá a Darktide en un imprescindible. Ahora mismo, tal y como se ha estrenado, ya siento que es un juego recomendable por las horas de diversión que ofrece; pero obviamente no es su mejor versión y es una pena que por problemas técnicos y decisiones apresuradas, la conclusión no sea totalmente positiva. Me quedo además con el buen estado de salud del que goza la franquicia porque en el horizonte están por llegar juegos tan esperados como Space Marine 2 o un RPG tan prometedor como Warhammer 40.000 Rogue Trader.
Warhammer 40.000 Darktide tiene las claves para alcanzar la gloria pero aún necesita pulir sus errores técnicos y mejorar ciertos aspectos de la progresión de los personajes para llegar a la excelencia esperada. Es difícil no pasarlo bien masacrando a las fuerzas del Caos en compañía de amigos, incluso a pesar de sus problemas, y es innegable que hay más misiones de inicio que las que tuvieron los anteriores Vermintide. Así que si no ahora, en un futuro cercano, si buscas un gran juego de acción cooperativa aquí vas a encontrar uno de los mejores.
Comprar Warhammer 40.000: Darktide- Comparte el espíritu de Vermintide pero su acción se siente muy distinta gracias a las armas de fuego.
- Gran variedad de enemigos especiales que obligan a adoptar medidas de combate diferentes.
- Cuatro clases de personaje con habilidades y armas exclusivas. Trabajar en equipo es esencial.
- Brutal puesta en escena. De las mejores recreaciones del universo Warhammer 40.000. Su banda sonora es genial.
- Buen diseño de misiones pero a medio plazo, pueden volverse repetitivas. Progresión de héroes muy lenta.
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