Todos deseando que Ana de Armas se una a Henry Cavill en la serie de Warhammer 40.000, pero lo que yo quiero es que traigan a la Inquisición más temible vista en Dawn of War y otros juegos

Todos deseando que Ana de Armas se una a Henry Cavill en la serie de Warhammer 40.000, pero lo que yo quiero es que traigan a la Inquisición más temible vista en Dawn of War y otros juegos

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Ana De Armas Henry Cavill Warhammer

La serie de TV de Henry Cavill centrada en Warhammer 40.000 cada día está más cerca, y -como han recogido varios medios- parece que el actor habría contactado con la talentosa y prolífica actriz cubano-española, Ana de Armas, para que esta tenga un rol en su serie. Desde el astronomicon me llegan visiones de la artista encarnando a Aelizabeth Bequin, la señorita de compañía que Eisenhorn sacó del mundo de Hubris y reclutó para su séquito por su capacidad de anular las capacidades psíquicas de sus enemigos y del propio inquisidor.

Especulaciones aparte sobre el elenco que acompañará al ex Geralt de Rivia y ex Superman, la teoría de que la serie se centrará en la Inquisición del Imperio de la Humanidad es una que cobra cada vez más peso entre los fans del universo de Warhammer 40K. Y no sería una mala decisión por lo intrigante, manipuladora, enigmática y -¿por qué no decirlo?- poderosa que es esta organización que ha estado relacionada con algunos de los principales conflictos en los que se ha visto inmersa la Humanidad desde su creación, tras atajar la Herejía de Horus.

La Inquisición en los videojuegos de Warhammer 40K

En los videojuegos de Warhammer 40.000 no ha sido una mera nota al pie de página. Quizás no esté presente en todos, ciertamente, pero cuando lo está, es inevitable pensar en la cómica frase de los Monthy Pyton: “Nadie se espera a la Inquisición Española”, aunque con unas connotaciones más lúgubres y preocupantes (y sin coletilla nacional). La presencia de un agente de la Inquisición es algo que inquieta hasta al más aguerrido y entregado Comisario de la Guardia Imperial; preocupa al más firme y valeroso de los capitanes de cualquier capítulo de los Marines Espaciales; acongoja al más altivo y poderoso Señor Alto Almirante de la Flota Imperial. No es entonces un personaje secundario más. Sus intenciones casi nunca están del todo claras y a veces pueden ser una mayor amenaza para sus congéneres que para los xenos a los que se enfrentan el Astra Militarum, el Adeptus Astartes o la Navis Nobilite.

¿Por qué lo sugiero? Pues porque algunos de los aliados o villanos más interesantes y retorcidos de las historias de los videojuegos de Warhammer 40.000 han sido precisamente agentes de la Inquisición, que no tienen más aliados que sus propios agentes. Y a veces incluso no dudan en darse caza entre ellos.

Warhammer Inquisidor

Ya en los inicios de la “Era Dorada” de Games Workshop con los videojuegos, cuando Relic lanzó el primer Dawn of War, había un personaje de la Inquisición que nos hizo ponernos en guardía desde el principio: el Inquisidor Toth. Figura adusta y autoritaria, le pedía a Gabriel Angelos que abandonara su lucha contra los orkos de Tartarus para escapar de una tormenta de disformidad. Sin embargo, hacia el final del título, Toth demostró ser un inquisidor razonable, ayudando, pese a sus reticencias, al que luego sería el señor del capítulo de los Cuervos Sangrientos -incluso le regaló la que hoy en día es el arma principal de Gabriel, el martillo Partedioses-, pero hasta el último tercio del juego no parecía que Toth pudiera ser un aliado de fiar.

Muy distinto era Toth del Inquisidor Drogan, del primer Space Marine. Taimado y manipulador, el ansia de poder de este personaje lo llevó a su fin cuando el señor del Caos Nemeroth lo asesinó tras haberle proporcionado un conducto por el que las fuerzas del Inmaterium podrían llegar al espacio real y al mundo forja de Graia. Ese es un detalle que espero que se muestre en la serie: que pese al aparente celo y fervor mostrado por el Ordo Hereticus, también hay manzanas podridas entre sus filas.

Otro ejemplo de inquisidores notables en los videojuegos de Warhammer 40.000 podemos encontrarlos en los dos juegos de Battlefleet Gothic Armada. En el primero, el Inquisidor Horst puso a prueba a Spire al principio de la campaña, pero lejos de mostrarse autoritario y altivo con el recién ascendido Almirante, siempre que podía le proporcionaba inteligencia vital y se refería a Spire como un amigo y aliado de confianza. Sorprendentemente, ante la idea de Spire de aliarse con los Eldars en la primera campaña, Horst no se opuso, demostrando lo que Toth ya dejó entrever: que la Inquisición, aunque sólo sea para salvar su pellejo,  sabe ver las ventajas de las alianzas no sacras.

Warhammer Inquisidor
Warhammer Inquisidor

En Battlefleet Gothic Armada 2 encontrábamos a su antítesis, a Darkhammer. Canónicamente según el trasfondo oficial, este Inquisidor es uno de los más conocidos, pero en la segunda parte del juego de batallas navales, nos obligaba a elegir entre destruir a los Eldars que en su día nos ayudaron en el primer juego, o enfrentarnos a él en una misión especial en la que el enemigo era la propia Flota Imperial, y en la que habíamos de defender el mundo astronave. Darkhammer puede representar lo mejor y lo peor de la Inquisición a la vez: una organización fervientemente fiel, celosa, y eficiente en su importante deber, y a la vez una amenaza mayor para el propio Imperio al negarse a ver la lógica y la necesidad de aparcar conflictos ante una amenaza mucho mayor que nuestros enemigos comparten.

Warhammer Inquisidor
Warhammer Inquisidor

Otros inquisidores (desgraciadamente) famosos

Y hay muchos más títulos que muestran a la Inquisición y sus miembros como una incógnita entre los “dramatis personae” de muchos juegos y relatos. Quizás el más notorio es en el que encarnamos a uno de estos agentes: Inquisitor Martyr, uno de los mejores juegos que muestra que tras la fachada de fidelidad al Imperio y al Dios Emperador, hay un entramado de intereses personales y políticos que hacen de ella el cuerpo más aborrecido entre los conciudadanos de la humanidad, capaces incluso de la traición más abyecta -fue un antiguo inquisidor el germen del conflicto que podría crear un nuevo Ojo del Terror en el espacio en dicho juego. Aunque también de lo mejor, como en el caso de la Inquisidora Kadex. Esta se sacrificó para que los Caballeros Grises pudieran evitar la muerte de Lord Kaldor Draigo a manos del primarca corrupto del Caos Mortarion en Warhammer 40.000 Chaos Gate Daemonhunters.

Pese al aparente celo y fervor mostrado por el Ordo Hereticus, también hay manzanas podridas entre sus filas

Hay cientos de ejemplos de notables inquisidores, y me dejo muchos juegos en el tintero, pero a dónde quiero llegar con estas líneas, es al hecho de que jugar a un juego de Warhammer 40.000 con presencia de la Inquisición, es sinónimo de que el jugador no sabrá qué esperar de sus supuestos aliados, y que tendrá que tomar decisiones difíciles o estar preparado para arremeter contra unas figuras que son capaces de ordenar sin titubeos la aniquilación de importantes mundos imperiales con tal de detener al Caos.

En consecuencia, espero que Cavill sea capaz de recoger en su serie esa clase de conflictos. Y siendo como ha confesado un fan de los videojuegos y del universo de 40K, me sentiría profundamente decepcionado si no incluyera alguno de estos guiños, referencias, o tramas similares a las conjuras que llevamos viendo en los videojuegos de la saga desde hace dos décadas.

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