El nombre de Mike Morhaime, cofundador de Blizzard Entertainment, siempre ha estado ligado a grandes éxitos como Warcraft, Diablo u Overwatch. Por ello, cuando en 2020 anunció la creación de su nuevo estudio, Dreamhaven, las expectativas eran altísimas. Sin embargo, el presente de la compañía dista mucho de ese prometedor inicio, y ahora atraviesa una etapa complicada marcada por recortes de personal tras el estreno de su último juego.
Dreamhaven ha confirmado que está llevando a cabo despidos en su grupo de publicación, aunque no se ha informado del número exacto de empleados afectados. En un comunicado publicado en LinkedIn, Morhaime reconoció lo doloroso de la decisión, agradeciendo la creatividad y el esfuerzo de quienes han formado parte de la compañía hasta ahora. "Cada persona en Dreamhaven ha contribuido a compartir nuestros juegos con el mundo. Los extrañaremos profundamente", señaló.
Dreamhaven pasa por problemas financieros graves
Estos movimientos llegan poco después de un informe de Bloomberg que ya advertía de las dificultades financieras del estudio. Según ese reporte, los gastos mensuales de la empresa superan a los ingresos, lo que ha obligado a priorizar una reducción urgente de costes para garantizar su supervivencia. Una situación que contrasta con el entusiasmo inicial que despertó la llegada de Dreamhaven al panorama del videojuego.
En cuanto a sus proyectos, los resultados no han acompañado las expectativas. Sunderfolk, desarrollado por Secret Door, fue bien recibido por la crítica pero apenas alcanzó un pico de 890 jugadores simultáneos en Steam. Wildgate logró un estreno algo más prometedor con 7.799 usuarios concurrentes, aunque la cifra ha caído a poco más de 500 en la actualidad. A esto se suman títulos como Lynked: Banner of the Spark, con números testimoniales.
Por el momento, Dreamhaven ha aclarado que los despidos no afectarán al desarrollo de sus juegos en curso, que seguirán recibiendo soporte. Sin embargo, la incógnita está en si el estudio podrá revertir la situación y consolidar un catálogo que justifique su ambición inicial. Para Morhaime, que una vez llevó a Blizzard a lo más alto de la industria, el reto ahora es lograr que Dreamhaven encuentre su lugar en un mercado más competitivo y exigente que nunca.
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