Se cumplen 20 años del lanzamiento de la primera Xbox y en 3DJuegos queremos celebrar una fecha tan especial recordando nuestros mejores momentos con las distintas consolas de Microsoft. Pero esta fiesta no sería lo mismo sin vosotros, así que también queremos que los lectores nos contéis cuál es el mejor recuerdo que conserváis con las consolas Xbox.
Parece mentira pero ya han pasado 20 años del estreno de la primera Xbox. Microsoft daba el salto al mundo de las consolas con una máquina que tenía alma de PC, que era una auténtica bestia tecnológica, y a la que además acompañaba el que con el tiempo sería uno de los videojuegos más exitosos e importantes de la industria del ocio electrónico. Xbox nacía en Estados Unidos el 15 de noviembre de la mano del Jefe Maestro y el mítico Halo, y junto a esta saga de acción, ha recorrido un largo camino con algunos altibajos, con momentos de incertidumbre que llevaron a Microsoft a cuestionar el futuro de Xbox, pero en última instancia, con muchos éxitos y alegrías que hoy nos llevan a celebrar el 20 aniversario de una marca que ha aportado muchísimo a la industria del videojuego, y que ahora mismo goza de un futuro envidiable gracias a todos los estudios de desarrollo de Xbox que trabajan en títulos tan esperados como The Elder Scrolls VI o los nuevos Perfect Dark y Fable.
Como esta es una ocasión especial, la redacción de 3DJuegos ha querido conmemorar los 20 años de Xbox recordando nuestros mejores momentos con la marca; aquellos recuerdos que guardamos con un cariño inmenso como si fueran auténticos tesoros. Los hay directamente relacionados con la primera Xbox, pero también otros muchos que nos regaló la exitosa Xbox 360 o la posterior Xbox One. Pero un especial de estas características no sería lo mismo sin vuestra propia aportación, la de los lectores, ya que también queremos que compartáis vuestras historias, que nos contéis esos momentos inolvidables, que habléis de esos juegos que dejaron huella en vuestros corazones. Estamos seguros de que tenéis mucho que decir, así que sin más dilación, estos son nuestros recuerdos, y ahora contadnos también los vuestros.
Adrián Suárez: el universo de Mass Effect
Para mí, Xbox significa Mass Effect. Me compré la primera Xbox solo por poder jugar a Mass Effect, y la decisión no me decepcionó. La saga de Bioware arrancaba con un conjunto de personajes, localizaciones y eventos que mezclaban el pasado con el presente del RPG. Pensando en el juego, recuerdo que lo que más me gustó de él, y sé que os parecerá a muchos una chorrada, fueron los Elcor. Siempre que me sumerjo en una ficción espacial me gusta buscar a los alienígenas no humanoides más raros que haya, y los Elcor y su literalidad me cautivaron; ellos y los Krogan. ¡Menudo lore escribieron para este pueblo guerrero! Sí. Para mí Xbox es sinónimo de espacio, Shepard y aliens feos pero cautivadores
Andrés Ruiz: Gears of War y un piso de estudiante
En casa siempre hemos sido de Play y de Nintendo, por lo que la primera Xbox es una absoluta desconocida para mí. Tras un tortuoso año cogiendo el autobús para ir a la universidad, decidí mudarme para que la cosa fuese algo más llevadera y empecé a compartir piso con un amigo del grado, que por azares del destino tenía la Xbox 360. Aunque en casa también teníamos la PlayStation 3 y la Wii acabé usando la consola de Microsoft con bastante asiduidad, y es que Gears of War consiguió engancharme como pocos shooters. Precisamente en esa época me di cuenta de una verdad que me ha acompañado durante el resto de mi vida: cada plataforma tiene su propio encanto, y la clave está en disfrutarlas todas (siempre y cuando el bolsillo lo permita).
Alberto Pastor: Halo, su cooperativo y un amigo
Siempre digo que la primera Xbox fue para mí una consola muy especial. La estrené con Halo y no podía creer lo bien que se veía, lo épica que era su acción; pero también tenía a su lado a mi añorado Project Gotham Racing, que me deslumbró con sus gráficos realistas. Y luego llegaron otros juegazos como Fable, Crimson Skies, MechAssault o el memorable KOTOR, que acabaría convirtiéndose en uno de mis juegos favoritos. Por eso, si me pides un momento único y especial, ¡me cuesta elegir!, hay muchos, muchísimos; aunque sin duda jugar a Halo en Legendario junto a mi mejor amigo es uno de los que me marcaron de verdad. Desde ese momento y hasta el día de hoy se convirtió en una bonita tradición que se repite con cada lanzamiento protagonizado por el Jefe Maestro. Una experiencia inolvidable.
Alejandro Pascual: Graficotes que me vendieron una 360
Llevaba ya tiempo picándome la consola, desde que probé ese Project Gotham Racing 3 de lanzamiento que me enamoró. Después, tuve la suerte de acudir a lo que sería mi primer evento grande: el X06 en Barcelona. Un despliegue en el que pude ver todo lo que se estaba cociendo en aquel momento de las manos de sus autores: Ken Levine mostrando Bioshock, Keiji Inafune mostrando Lost Planet, Greg Zeschuck mostrando Mass Effect y Sam Lake con Alan Wake (cuando todavía era mundo abierto). Ya estaba convencido para entonces, pero fue cuando llegó Gears of War que salí disparado a la tienda a comprarla sin esperar un minuto más. Aún recuerdo la cantidad de detalles de las primeras partidas: el agua filtrándose por los troncos de los árboles, cayendo en un chorro y rebotando contra Marcus, los efectos de iluminación y sombras, la cámara temblorosa persiguiéndote en carrera y el posterior impacto contra el muro… Compré el juego junto al pack de consola + Splinter Cell: Double Agent, un juego al que tengo un inmenso cariño y que, casi veinte años después, se renovó automáticamente gracias a su versión mejorada. Ese fue el comienzo con mi Xbox 360, la que todavía no tenía tan siquiera señal de HDMI y poseía ese extraño disco duro extraíble. De ella poseo una de las colecciones que más abulta en mi estantería y, desde entonces, no ha faltado ni un modelo de Xbox en mi casa.
Álvaro Castellano: Xbox 360 cambió mi vida
A principios de 2006, 3DJuegos era una página dedicada única y exclusivamente a PC y eso me iba como anillo al dedo porque desde hacía años yo también jugaba única y exclusivamente en PC. Sin embargo, sabía que existía la intención de ampliar el prisma del medio y cubrir también las consolas, así que ni corto ni perezoso me compré una Xbox 360 porque siempre me ha gustado experimentar y llevaba tiempo oyendo que la consola, que llevaba pocos meses en el mercado, era una máquina espectacular. Los tráilers de Gears of War y de los entonces exclusivos BioShock o Mass Effect ya nos habían dejado a todos boquiabiertos y desde Mega Drive no había tenido una videoconsola. Demasiado tiempo. Con ella probé sagas imprescindibles como Halo, Fable o Forza, descubrí Xbox Live para revolucionar el mundo on-line y Xbox Live Arcade para cambiar el paradigma de la industria. Lo primero que jugué fue la entonces asombrosa demo de Lost Planet, aunque mi primera review con la consola fue la del sonrojante Rumble Roses... Porque no todo podía ser perfecto, ¿verdad?
Carlos Gallego: Xbox trajo ilusión y títulos inolvidables
La primera Xbox fue una máquina que nos abrió un universo completamente distinto. Con títulos inolvidables en su catálogo supo plantar cara a sus competidoras en el mercado y establecer una marca de referencia a día de hoy en el mundo del videojuego. De toda aquella primera hornada me voy a quedar con Fable. Cierto es que Peter Molyneux se ha encargado de dilapidar su crédito con promesas fariseas a lo largo de este tiempo, pero aquel primer Fable consiguió cautivarme por su estética y lo rompedor de su propuesta en muchos aspectos. Fue la primera vez que me enfrentaba a un sistema de relaciones o moral en un RPG de mundo abierto y recuerdo con cariño el entusiasmo con el que hablaba de él a mis amigos. Ese entusiasmo sigue acompañando a cada lanzamiento de Xbox a día de hoy y el futuro solo hace prever aún más éxitos.
Carlos Hernández: Potencia y grandes juegos
Celebro el 20 aniversario de Xbox recordando con una sonrisa los buenos momentos que me hizo pasar la primera Xbox junto a mis hermanos. Recalco lo de "junto a mis hermanos" porque me alucinó la experiencia cooperativa que ofrecía Halo: Combat Evolved. Más allá de su puesta en escena y calidad gráfica (revolucionaria en su día), me impresionó muchísimo la rejugabilidad que aportaba el título de Bungie gracias a esa gran inteligencia artificial y aquellos mapas gigantescos. No importaba cuántas veces rejugáramos la campaña, ya que cada "vuelta" se sentía única. Otros videojuegos que me hicieron experimentar el estar dentro de una auténtica "nueva generación de videoconsolas" fueron Project Gotham Racing, Fable y Dead or Alive 3. ¡No podía dejármelos fuera! Gracias por esos momentos, Xbox, ¡y los que nos quedan!
Chema Mansilla: Revólveres y guitarreo
Yo no era de Xbox, si aceptamos por "ser" que yo no tenía una consola Xbox, como la mayoría de los aficionados de mi edad en España. Pero mi amigo Álvaro sí. Tenía un 360 a la que le había hecho maldades con un disco duro cargado de juegos. Allá por 2010 yo estaba a tope con el primer Red Dead Redemption y Álvaro me insistía en que se veía mejor en 360 que en PS3. Y era verdad. Una tarde fui a su casa a merendar y a jugar al Guitar Hero II, que era lo que "molaba" antes de Tik Tok. Como mi amigo quería vender la consola, mientras masacraba sin piedad el "Woman"de Wolfmother decidí hacerle un favor y quitarle aquel trasto de enmedio, y hacerme yo un favor y llevarme el trasto a casa. Salí ganando en el negocio. Ahora Álvaro sigue siendo mi amigo, me encanta la marca Xbox, prefiero el segundo Red Dead Redemption al primero y sigo jugando fatal al Guitar Hero.
Christian López: Un giro de 360º
Recuerdo como si fuera ayer cuando Xbox entró en casa. Fue un día especial. Estaba rejugando Devil May Cry 3 en una PlayStation 2. Tenía 13 años y a veces tocaba volver a jugar algunos títulos por temas de presupuesto. Por aquel entonces, mi hermano mayor y yo habíamos decidido dar el salto a Xbox 360 en lugar de PS3. Fue una decisión concienzuda y meditada. Teníamos que estar seguros de nuestra inversión. La potencia de la consola de Microsoft y su catálogo de juegos nos llamaba más la atención. Pero mi sorpresa fue al oír el timbre de casa. Pausé mi partida y me dirigí a abrir la puerta. No podía creerlo. Allí estaba. Mi hermano mayor sujetando la flamante y negra caja de una nueva Xbox 360 Elite. No habíamos ahorrado lo suficiente pero, sin saber cómo en ese momento, la habíamos comprado. El resto es historia. Esta consola es muy especial para mí porque me acompañó durante toda mi adolescencia y con total seguridad es a la que más horas he dedicado. En ella descubrí grandes juegos que no olvidaré nunca como la saga Gears of War, Fable 2, Lost Odyssey, los Mass Effect o Left 4 Dead. ¡Qué tiempos!
Diego Emegé: Las buenas navidades de antaño...
Hace algo más de una década mi mejor amiga me regaló la Xbox 360 -madre mía qué regalazo-. Por aquella época estaba muy de moda lo de comprar juegos a Reino Unido porque salían más baratos, así que tardé nada y menos en hacerme con una copia del Dead Rising. Llevaba desde que lo vi por primera vez anhelandolo, sabiendo que iba a ser completamente mi m**rda. Soy un fanático del cine de terror y gore, así que podéis imaginar las benditas Navidades que pasé machacándome los nudillos con los zombis, abriéndome paso entre ellos con los carritos de golf y con las katanas hasta las tantas de la noche. Ay… eran otros tiempos. Ahora Xbox es un logotipo en la barra de herramientas de Windows 11 para mí y la 360 está bien guardadita en una caja… ¡pero el recuerdo de los zombis navideños siempre lo atesoraré!
Felipe Báguena: la herencia SEGA y la llegada de 360
Como alguien que creció rodeado de videojuegos de SEGA, la llegada de Microsoft al mundo de las consolas no sólo la viví como una gran novedad, sino como aquella plataforma que recogía parte de la herencia de mis consolas favoritas, incluida mi querida Dreamcast. Jet Set Radio Future, Crazy Taxi 3: High Roller, OutRun 2 o Panzer Dragoon Orta fueron algunos de los juegos que me hicieron sentirme como en casa. Pero el camino que comencé a andar con Xbox no se quedó ahí, recuerdo las partidas multijugador a Halo 3 en casa junto a mis amigos, cómo me marcó aquel anuncio de Gears of War mientras sonaba Mad World, la espectacular introducción de Lost Odyssey o lo mucho que me divertí en Fable II haciendo el mal hasta que me crecían los cuernos. 20 años llenos de preciosos recuerdos.
Jesús Bella: ¡Por las tardes épicas y en compañía!
Si hay algo que me gusta de Xbox, es que dos de sus principales sagas (Halo y Gears) no solamente son geniales en jugabilidad, ¡sino que tienen cooperativo! Mi mejor recuerdo con una Xbox es jugando en coop junto a amigos y familiares en épicas misiones junto al Jefe Maestro o soportando oleadas de Locust en partidas realmente emocionantes. Actualmente, gracias al Game Pass, el combo es espectacular, y sigo usando el potentísimo ecosistema ideado por Microsoft no solo para disfrutar en solitario, sino sobre todo para hacerlo junto a personas de mi entorno. Esto es lo que más valoro de sus juegos y servicios, y es algo que no debería perderse jamás, puesto que forma parte del ADN de Xbox.
Mario Gómez: Halo, una entrada a los videojuegos
Sin Halo, yo no estaría ahora en 3DJuegos. Ni en ninguna parte de la industria, probablemente, porque esa franquicia fue la que despertó mi interés por... todo lo que no fuera Nintendo, en realidad. Recuerdo que en el colegio tenía un pequeño grupo de amigos que comentaban un día detalles de Halo CE en una revista de la época. Yo quise acercarme a ver de qué iba el tema, y me enamoré de las armaduras que salían en las ilustraciones. Era una locura. Por aquel entonces internet no era lo que es ahora, así que la información tardaba mucho en llegar y cada vez que comprabas un juego nuevo, todo era puro descubrimiento. Supongo que por ese motivo, cuando por fin empecé a jugar estaba tan emocionado que el corazón se me iba a salir del pecho. Los controles, los sonidos de las armas y las cinemáticas me atraparon como nunca lo había hecho un videojuego. ¡Imagina la cara que se me quedó al probar Big Team Battle por primera vez! Adoro la idea de volver a ello con Halo Infinite.
Toni Piedrabuena: OutRun 2 y Live: Amigos para siempre
Es verdad que mi relación con Xbox fue algo tóxica al principio, pero todo fue culpa de Pedro Molyneux: mis expectativas sobre Project Ego y lo que terminó siendo Fable estaban muy por encima de la realidad, pero guardo un recuerdo muy grato de mi paso por la primera generación de Xbox. No tenías que ser un experto en videojuegos para saber que la de Microsoft era una plataforma que tenía mucho que dar de sí. Recuerdo con mucho cariño las horas echadas a Halo 2, el desafío maravilloso que fue Ninja Gaiden o la lobotomía que fue para mí Crazy Taxi 3, pero mis momentos de mayor felicidad a sus mandos fueron con OutRun 2 y el meritorio port de Sumo Digital del legendario videojuego de AM2 en la legendaria placa Chihiro. Tener, prácticamente, la experiencia arcade en mi casa era un sueño hecho realidad para cualquiera que sepa tatarear el Magical Sound Shower 2. Era otra Sega, definitivamente, pero no habría sido posible sin la plataforma que me llevó a disfrutar del juego en línea en consolas como ninguna lo hizo en su generación.
Raquel Cervantes: Un verano con Alan Wake
Hay veranos que nunca se olvidan. En el caso de una jugadora nata, esos coinciden con los que podía pasar las vacaciones jugando a videojuegos tachando títulos de mi lista de pendientes. A día de hoy lo sigo haciendo. Sin embargo, nada igualará al periodo en que cada día quedaba con un buen amigo para jugar a la Xbox One. Gracias a él descubrí títulos como Alan Wake, pude pasarme Resident Evil 5 y 6 en cooperativo o me reía explorando los mapas de Spelunky. Tampoco olvidaré mi primer contacto con Gears of War bajo la tutela de mi experimentado compañero, quien amablemente fingía cortesía ante mi falta de experiencia. Veranos como esos quedan pocos. Los tiempos cambian, pero gracias al Game Pass estamos más conectados que nunca. Mi lista de pendientes sigue aumentando. Por suerte, raro es el día en el que no echamos alguna partida en línea y así, los buenos momentos nunca mueren.
Rocío Torrejón: Me ayudó a ser feliz
Yo nunca he sido de consolas, algunas veces lo he comentado, pero con Xbox guardo un recuerdo verdaderamente especial. Era el año 2012 cuando perdí a mi mascota y no sabía cómo rellenar todo el tiempo para no pensar demasiado. Alguien me dejó una Xbox 360 y me dijo "juega a este juego que te gustará". Y así fue. Estuve día y noche sin parar con un tremendo The Witcher 2 y unas ganas locas por conocer más sobre la historia de Geralt de Rivia. Estos momentos me hicieron un gran favor y, aunque en mi casa estaba prohibido tener consolas de televisión, siempre he tenido en mente, y ahora mucho más, en obtener una Xbox y disfrutarla como nunca. Gracias Xbox y a The Witcher por aumentar mi pasión por los videojuegos y por hacerme disfrutar como nunca en un momento que para mí fue tan difícil.