Desde el arranque Dragon Ball Daima, quizás desde su mismo anuncio, no fueron pocos los fans que quisieron ver en este anime una oportunidad para honrar los mejores elementos de Dragon Ball GT, la "oveja negra" de la franquicia. Superado el ecuador de la serie es evidente que esto es algo completamente nuevo que no parece tener intención de "canonizar" el Super Saiyan 4, pero su último episodio sí que me ha hecho rememorar la mítica producción dirigida por Osamu Kasai.
Aviso de spoilers. Este tema habla del 13er episodio de Dragon Ball Daima
Como ya sabéis, Daima y GT parten de una premisa similar: Goku es de nuevo un niño por culpa de un deseo malintencionado a Shenlong y nuestro protagonista debe emprender un viaje cósmico para reunir todas las bolas de dragón y revertir una situación que, en esta ocasión, también padecen sus amigos. Pero el parecido no acaba en este punto, al igual que en La Saga del Gran Viaje de GT (o Arco de las Esferas del Dragón Definitivas), se hace una apuesta decidida por la aventura y el tono de la historia recuerda y mucho al que podíamos ver en el anime original.
Goku y compañía se enfrentan a... ¡Gigantes!
Esto se ha podido poner de manifiesto más que en ningún otro momento hasta ahora de Daima con el trigésimo tercer episodio, bautizado como "Sorpresa", en el que Goku, Vegeta y Piccolo y sus aliados se ven obligados a aterrizar en Mega, un terrible planeta que ni los Reyes Demoníacos Supremos quieren pisar. ¿La razón? Todo es gigante aquí, incluida una raza de humanoides conocida como Megath. Tan peligroso es el lugar que Kakarot tendrá que recurrir a su mejor Kame Hame Ha para darle un "puñetazo" a un perrete que amenazaba con espachurrarles. ¡Hasta las garrapatas del can son más grandes que nuestros guerreros Z!

Este episodio ha sido bastante criticado entre algunos sectores de la audiencia, que lo califican como simple relleno, hasta el punto de estar valorándolo ya como el peor que hemos visto de momento en Daima, pero en mi caso me ha hecho acordarme, como decía, de GT. Concretamente de su sexto capítulo, El segundo planeta (El dentista Goku), donde Goku, Pan y Trunks aterrizan en un extraño mundo a la caza de una bola de dragón y descubren que son diminutos. Se trata además de un planeta que Akira Toriyama diseñó para el citado anime.
Al igual que en Sorpresa, en El segundo planeta vemos a nuestros protagonistas tener que enfrentarse a la fauna del lugar, y a Son Goku teniendo que recurrir a su técnica más icónica para superar un obstáculo y salvar el día. Aquel lejano mundo también tenía una apacible raza de gigantes. En definitiva, se puede decir que este nuevo capítulo reimagina esta entrañable historia vista en Dragon Ball GT que pudimos disfrutar en Game Boy Advance con Dragon Ball GT: Transformation.

Y me gusta. Aunque luego todo se volvió un poco complicado en Dragon Ball GT, ese inicio volcado en la aventura y exploración a lo largo y ancho del universo de sus personajes me parecido agradable, y como ya os he contado me alegra que Daima haya querido recuperarlo frente a un Super, incluidos los últimos arcos que quedan por adaptar, que ha apostado por seguir haciendo crecer la escala de poder de sus personajes enfrentándoles a enemigos cada vez más temibles.
Sí es cierto que en Sorpresa ha habido pocos avances en la trama. De hecho, no tuvimos ninguna gran revelación, aunque la presencia de este mundo de gigantes podría explicar esa extraña habilidad que tenía Piccolo (recordemos que el origen de los namekianos está ahora en el Reino Demoniaco) para aumentar el tamaño de su cuerpo. Este viernes tendremos otro capítulo para analizar. Recordad que Daima se ve por AnimeBox, Crunchyroll y, con una semana de retraso, Netflix.
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