La veterana máquina de Sega sigue despertando pasiones entre sus seguidores.
El 27 de noviembre de 1998, Sega estrenaba en Japón la que sería, tristemente, su última gran videoconsola: Dreamcast. Una máquina que tuvo un arranque fulgurante, con una gran variedad de juegos que rápidamente se convirtieron en clásicos, pero que sin embargo terminó sucumbiendo ante la competencia, obligando a sus creadores a abandonar su posición como fabricante de consolas.
Entre los títulos que se recuerdan, destacan obras maestras de la talla de Shenmue, Sonic Adventure, Virtua Fighter, Soul Calibur o Skies of Arcadia por citar tan solo algunos.
Dreamcast fue también una de las consolas que con mayor fuerza apoyó el juego online, estrenando incluso títulos de la talla de Quake III Arena o Phantasy Star Online para demostrar su gran potencial. Algo que, desgraciadamente, no le valió a Sega para mantenerse a flote como fabricante de consolas.