"Somos una compañía muy ambiciosa", declaran.
A pesar de que Xbox One está por debajo en ventas respecto a PlayStation 4, desde Microsoft todavía creen que tienen tiempo suficiente para ganar la nueva generación de consolas, y el primer paso va a ser convencer a más personas a que se unan a esta industria del entretenimiento.
"Hay algunas cosas que nos gustaría alcanzar. Si lo enfocamos como algo a largo plazo, quiero que Xbox juegue un rol en atraer a más gente a los videojuegos.", declara Harvey Eagle, responsable de marketing de Xbox en Reino Unido. "Hay otras medidas de éxito, y la participación del mercado es muy importante. Microsoft es una compañía muy ambiciosa, y queremos ser los números uno. Estamos con este objetivo a largo plazo, la empresa está comprometida en hacer que ello suceda".
El ejecutivo afirma que "sabemos donde tenemos que llegar, lo que tenemos que hacer, y estamos completamente centrados en ofrecer grandes juegos", añade. Uno de estos juegos es Titanfall, un título de Respawn Entertainment, que ha impulsado las ventas de la nueva Xbox One: "el cambio comenzó cuando Titanfall se lanzó el pasado mes de marzo, ha sido un éxito tremendo y el comienzo de lo que creemos es el impulso que necesitamos".
Uno de los cambios positivos de Xbox One recientemente es la venta de la consola sin Kinect, la rebaja de precio de Xbox One en Reino Unido y la expansión del programa Games with Gold. Estos últimos hechos son considerados por el ejecutivo como "un efecto acumulativo" que favorece este impulso, pero añade que "todavía hay mucho trabajo por hacer", aunque considera que los grandes juegos por llegar en los próximos seis meses, van a favorecer las ventas de Xbox One.
Para concluir, afirma que parte del éxito en el futuro es escuchar a los consumidores dado que "queremos cambiar en el futuro en base a lo que la gente nos pide, y estamos totalmente comprometidos con ello".