Un jugador de PUBG logra sobrevivir a la agresión de su pareja armada con una espada.
Alex Lovell ha sobrevivido a una brutal agresión de su pareja, según él, gracias a "su devoción por los videojuegos y las películas de artes marciales, junto con un extenso entrenamiento wing chun". Aparentemente estas habilidades le permitieron defenderse de un ataque casi fatal de su novia, Emily Javier, quien lo atacó con una espada samurai mientras estaba dormido.
Según explicó a Buzzfeed, Javier creía que Lovell la estaba engañando, cuando en realidad fue PlayerUnknown's Battlegrounds lo que afectaba a su libido. "Me mató el deseo sexual. Estaba entrenando demasiado duro, me agotaba", explica Lovell. "Me sentí mal porque ella necesitaba el cariño. Simplemente no podía seguir el ritmo". Sin embargo, parece que ese no fue el único motivo ya que su novia también encontró pelos que no eran suyos en la ducha, descubrió que tenía a Tinder instalada en su teléfono y encontró rasguños en la espalda de su pareja.
La solución que Emily Javier decidió tomar para este problema de pareja fue comprar una espada samurai, que pegó con cinta adhesiva a su lado de la cama, junto con dos cuchillos. La noche del 2 de marzo, después de que Lovell se durmiera, ocultó su teléfono para que no pudiera pedir ayuda y luego le atacó con el arma. Pero Lovell, sorprendentemente, logró defenderse. En declaraciones a OregonLive, afirma que practica un régimen de entrenamiento que incluía ejercicios para sus manos, muñecas y hombros, movimientos y técnicas especiales con el ratón del PC, y que jugaba a PUBG durante 12 o 13 horas por día, lo suficiente como para poder detener el ataque. "Me he estado preparando toda mi vida para algo como esto", dijo. A pesar del trauma y las heridas, Lovell se muestra positivo. "La sensación que tuve cuando gané la pelea con mis propias manos es absolutamente la mejor sensación", dijo. "Jugué a todos los deportes, gané grandes partidas, conseguí hacer algunos trucos decentes en mi tabla de snowboard. Esto fue mejor".
Emily Javier permanece bajo custodia y enfrenta cargos por intento de homicidio. Se ha creado una campaña de GoFundMe para ayudar a Lovell a lidiar con los costes de su rehabilitación y ha recaudado ya más de 8.000 dólares en menos de dos semanas.