El jefe del estudio japonés ha indicado que no pueden hablar demasiado sobre el tema.
Uno de los grandes exclusivos de Nintendo Switch es el videojuego que PlatinumGames lanzó en el verano de 2019, Astral Chain. Esta nueva IP gustó mucho a los poseedores de la híbrida y a los fans del estudio, e incluso las ventas del juego superaron las expectativas. Recientemente, los fans se dieron cuenta de que algo había cambiado en el copyright del juego y ya no salía el nombre del estudio japonés.
Hasta ahora, se suponía que Astral Chain pertenecía a PlatinumGames y a Nintendo, pero eso ha cambiado ahora. Efectivamente, como los seguidores apuntaron, la IP es ahora únicamente de la Gran N, algo que el jefe de PlatinumGames, Atsushi Inaba, ha confirmado en declaraciones al portal Video Games Chronicle. Astral Chain es ahora de Nintendo, lo que abre algunas incógnitas.
Cuando se le preguntó a Inaba sobre la cuestión, lo dejó claro: “Es lo que parece”. Además, parece que la nueva situación hace que PlatinumGames no pueda hablar abiertamente de ciertas cuestiones del videojuego: "Es como está escrito en el sitio web: Astral Chain es su IP y como tal existen limitaciones sobre cuánto creemos que deberíamos hablar", indicó Inaba.
Este cambio hace que nos preguntemos si habrá una secuela de Astral Chain en el futuro, algo que PlatinumGames ya reconoció en su momento que valoraría. También surge la duda de si el hecho de que Nintendo posea la IP impide definitivamente ver el juego en otras plataformas, algo que el estudio japonés ya dijo que haría como hizo con The Wonderful 101 si Nintendo les dejara. Ya veremos, pero si no habéis disfrutado de este título y queréis saber más, podéis consultar nuestro análisis.
Sigue la espera con Bayonetta 3
El próximo gran juego de PlatinumGames, que también será exclusivo de Nintendo Switch, es Bayonetta 3. Hideki Kamiya dijo hace unos días que espera poder hablar del juego en 2021, pero recientemente ha vuelto a relajar a los fans diciendo que es mejor que se olviden de él para que sea una gran sorpresa en el momento en el que por fin lo enseñen al mundo. ¿Quedará mucho?