La trilogía RPG de BioWare no da muchas opciones de configuración en ordenador, eso sí.
La mejor trilogía de la historia de los videojuegos, según algunos. Para otros, como un humilde servidor, una muy buena colección de juegos de rol y ciencia ficción. En cualquier caso, está claro que Mass Effect: Legendary Edition levanta pasiones y había muchas ganas de revivir la aventura del Comandante Shepard en la mejor calidad posible. Atendiendo a los análisis, parece que BioWare ha logrado lo que parecía imposible, que es modernizar unos juegos muy queridos pero que se sentían bastante anticuados.
Como ya sabrás si tienes el juego en seguimiento, esto no es un remake, pero sí una de esas remasterizaciones hechas con cariño: los padres de Dragon Age no se han limitado a agrupar tres juegos en uno y ampliar las opciones de resolución, no. En lugar de eso, han mejorado infinidad de texturas, han añadido efectos que no existían en los originales e incluso se han retocado mecánicas o añadido opciones como el modo foto para adaptar los tres juegos a las demandas más modernas. Ya hemos desmenuzado a fondo todas estas novedades, no es eso por lo que estamos aquí.
Uno de los archivos de la carpeta de instalación expande tus posibilidades de configuración
Más bien, aquí estamos para hablar específicamente de la versión de PC, cómo es y qué puedes hacer para sacarle más partido. Lo primero que debes saber al respecto es que el juego está siendo desarrollado en una versión mejorada del motor original, el Unreal Engine 3 (sí, has leído bien) que es compatible con las partidas guardadas de los juegos originales y debería serlo con mods en el futuro. Por supuesto, hay muchos deseos que se quedan fuera del proyecto, como el trazado de rayos, y a medida que experimentaba con los ajustes me fijé en que hay algunas limitaciones con los parámetros existentes también.
- Aunque se muestren opciones de resolución superiores a las de tu monitor, no se guardan correctamente.
- Las secuencias cinemáticas están cerradas a 30 FPS, y las de diálogo, a la frecuencia de refresco de tu monitor.
- Solo es posible jugar a 240 FPS durante el combate y la exploración.
He hecho algunas indagaciones al respecto y he podido comprobar que, en realidad, puedes forzar una resolución superior a la de tu PC (por ejemplo, jugar a 3840x2160p cuando tu monitor es 1920x1080p) si editas el archivo GamerSettings.ini que se encuentra en la carpeta Game de tu ruta de instalación. Selecciona el juego que quieras modificar y a continuación abre BioGame y Config para dar con el archivo. Usa una aplicación como WordPad para editarlo, guarda los cambios y, en la sección de propiedades, haz clic en el cuadro de "solo lectura" antes de guardar.
Más allá de esto, tristemente, no hay muchas más opciones de configuración: no hay opciones para mejorar la resolución de las texturas, la calidad de la iluminación o de las sombras, el suavizado de contornos, efectos de postprocesado… nada de eso. ¿Le hace falta? Pues probablemente no, porque la estética ya se ha cuidado bastante con los ajustes gráficos de esta colección, pero duele un poco ver que los poseedores de equipos muy pudientes no podrán aprovechar las capacidades de su hardware al máximo. Y por el contrario, quienes vayan algo justos de componentes tienen más bien pocas opciones para adaptar el juego a sus necesidades. Veamos si tu PC cumple.
Requisitos de sistema
Antes de empezar, lógicamente debes comprobar si tu PC cumple los requisitos mínimos y recomendados, que han cambiado mucho con el paso de los años. En 2007, EA nos pedía una GeForce 6800 para jugar a Mass Effect, hoy se recomienda una GTX 1070. Menudo salto, ¿verdad? Lo bueno es que es un juego bastante asequible en términos generales y con un ordenador de gama media deberías cumplir sin problemas con las demandas de hardware. En nombre de la transparencia, el equipo de pruebas que se ha usado durante el estudio de esta versión fue suministrado por nuestros camaradas de Nvidia e incluye una RTX 3080 FE, un i9 10900K y 64 GB de RAM. Se ha usado el driver 466.27, que está disponible desde la aplicación GeForce Experience.
Requisitos mínimos:
- SO: Windows 10 (64 bit)
- CPU: Intel Core i5 3570 o AMD FX 8350
- RAM: 8 GB
- GPU: Nvidia GTX 760, AMD Radeon 7970 / R9280X (2 GB)
- DirectX: 11
- Almacenamiento: 120 GB
Requisitos recomendados:
- SO: Windows 10 (64 bit)
- CPU: Intel Core i7 7700 o AMD Ryzen 7 3700X
- RAM: 16 GB
- GPU: Nvidia GTX 1070 / RTX 200, Radeon Vega 56 (4 GB)
- DirectX: 11
- Almacenamiento: 120 GB
Opciones de configuración
Como decía más arriba, tristemente los autores de Mass Effect: Legendary Edition dejan muy pocas opciones para experimentar, y buena parte de ellas tienen un impacto anecdótico tanto en términos de consumo como de resultados finales. A estas alturas, es probable que tengas sobradamente en cuenta que deberías apostar por la resolución nativa de tu monitor y, a menos que cuentes de antemano con interrupciones habituales (si usas Alt+Tab para entrar a Discord mientras juegas, por ejemplo) el modo en pantalla completa.
Para redondear el asunto de la pantalla, tenemos también la sincronización vertical o V-Sync, que en general no recomiendo porque para eso ya hay muchos monitores VRR con soluciones como FreeSync o G-Sync que no van a generar picos de caídas ni empeorar el tiempo de respuesta. Más bien, es probable que te interese cerrar el tope de fotogramas manualmente en el menú de opciones. El problema es que este solo escala en 30, 60, 120, 144 y 240 FPS. ¿Qué pasa si tu gráfica te está dando unos 100 FPS con pequeñas y molestas caídas? Pues ahí te tocaría abrir el mismo archivo de configuración que mencionaba arriba y editar manualmente el cierre de fotogramas en, por ejemplo, 90.
Hay muy pocas opciones de configuración y no es recomendable prescindir de la oclusión ambiental
De esta forma, quedan pendientes de activar o desactivar a tu gusto los parámetros "sombras dinámicas, motion blur [desdibujado de movimiento], granulado cinematográfico, antialiasing [suavizado de contornos] y oclusión ambiental". De ellos, los que mayor impacto pueden tener son, por orden de mayor a menor, oclusión ambiental, sombras dinámicas y antialiasing. Siendo realistas, un ordenador que cumple los requisitos no debería dar ningún problema para tener todo esto activado, porque individualmente tienen un impacto bastante discreto en la tasa de FPS. Ahora bien, si necesitas rascar fotogramas, ¿qué es lo que toca bajar?
Trata de mantener la oclusión ambiental activada siempre que puedas, porque el efecto que crea en el entorno es muy vistoso. Ayuda a darle profundidad y tridimensionalidad a los modelados. Las sombras dinámicas, por su parte, son algo más excusables. Es una pena dejarlas de lado porque tienen una precisión milimétrica y efectos muy interesantes —pueden deformarse dependiendo de dónde se ubiquen las fuentes de luz— pero de forma realista, el FOV claustrofóbico al que estamos condenados no va a permitir que veas la sombra de Shepard a menos que apuntes hacia abajo, así que es algo más situacional y no parece mala idea de cara a aliviar la carga de procesado. El suavizado de contornos, por su parte, es algo que depende mucho de tu equipo.
Si juegas en resoluciones altas, es probable que ni siquiera lo necesites. Pero puede contribuir a que algunos objetos como mallas o ramas de árboles se vean mejor en resoluciones inferiores a FHD. Por último, tenemos el efecto de motion blur y el de granulado cinematográfico, que son más bien preferencias. Siempre pienso que el desdibujado de movimiento puede ayudarte a enmascarar un poco los giros de cámara si juegas en una tasa de FPS baja, pero si juegas a 60 FPS o más, te recomiendo apagarlo y disfrutar de la acción. El granulado queda 100% a tu elección.