Fuentes de Kotaku aseguran que una gran cantidad de personas abandonaron el proyecto por estos motivos.
A finales de 2018 asistimos al lanzamiento de Fallout 76, un título para PC, PS4 y Xbox One que llevaba a la popular saga de Bethesda hacia el género de la supervivencia con un fuerte enfoque multijugador. Sin embargo, su estreno fue desastroso, presentando en las primeras semanas un estado general muy criticado por los jugadores.
Ahora, casi cuatro años después, conocemos algunas de las causas que pueden haber provocado aquella situación. Fuentes de Kotaku a las que ha podido acceder el periodista Sisi Jiang afirman que el desarrollo tuvo un crunch brutal que afectó a los trabajadores de la compañía, que no han hablado hasta ahora por temor a nos ser contratados en otros lugares.
Las declaraciones vienen de parte de empleados de la propia Bethesda que prefieren mantener el anonimato. "No quería estar en el proyecto porque devoraba a la gente. Los destruía", dice uno de los que abandonó, que alude directamente a problemas en la gestión y el liderazgo.
No quería estar en el proyecto porque devoraba a la gente
"La cantidad de gente que se apuntó al proyecto y después abandonó Bethesda fue grande", cuentan. Aquí se incluyen los testers, las personas que probaban el juego en los meses previos al lanzamiento. Se habla de que estas personas trabajaban 10 horas diarias durante seis días a la semana mientras el juego avanzaba a su versión beta.
"No lloré anoche cuando me estaba duchando", dijo uno de ellos después de dejar el proyecto. Otro contestó: "Hoy he entrado al trabajo y, tras sentarme en el coche, he sentido que mi pecho no tenía presión como normalmente". Asimismo, señalan que los problemas de producción acrecentaron aún más la crisis.
Horas extra y críticas a la gestión
Como hemos mencionado anteriormente, las fuentes apuntan directamente a la gestión de ZeniMax y a cómo exigían tiempo extra para el control de calidad incluso cuando ese tiempo no iba a servir para corregir los errores. Por ejemplo, a un tester le obligaron a trabajar durante el fin de semana porque la última versión del juego necesitaba ajustes, pero se topó con la sorpresa de que lo necesario para corregirlo no estaba implementado. El trabajo sería en vano.
"Recuerdo a uno de mis compañeros poniéndose en pie, mirando a la persona que estaba a cargo ese día y gritar al otro lado de la sala: ¿Por qué estamos aquí? Nos rendimos por hoy. Es inútil, es una pérdida de nuestro tiempo", explica uno de los trabajadores implicados en el desarrollo.
Un compañero se levantó y gritó qué estábamos haciendo aquí
Además de todos estos conflictos, aseguran que las horas extras eran prácticamente obligatorias, ya que se trataba de un proyecto muy ambicioso para los intereses de Bethesda. Tanto es así que el equipo responsable de seguir apoyando Fallout 76 se llevó a varios desarrolladores de otros juegos, como Starfield o Redfall, que finalmente han acabado retrasándose.
A pesar de todos estos problemas, parece que Bethesda seguirá apoyando Fallout 76 durante bastante tiempo. De hecho, una hoja de ruta interna apunta a 5 años más de contenido, aunque al público solo se le han presentado de momento los planes para 2022, que incluyen diferentes expediciones y eventos por cada estación del año.