
Videojuego de carreras con coches de radiocontrol en el que pueden participar hasta 6 jugadores en alocadas pistas.
Supersonic Acrobatic Rocket-Powered Battle-Cars es juego de carreras estilo arcade para PayStation Network, en el que los jugadores compiten con sus coches en un deporte similar al fútbol.
Disponible desde PlayStation Network, la saga de carreras futurista WipEout llega a PlayStation 3 con gráficos next-gen y aprovechando las posibilidad de control del SIXAXIS.
Segunda entrega de este juego de acción y conducción, que vuelve a desarrollarse en un post-apocalíptico futuro donde la tierra está desbastada y el deporte favoritos de la población son las violentas carreras de coches en conocido Torneo de Supervivencia.
Un muy divertido juego para disfrutar en solitario y un título fundamental para jugar acompañado. Arcade en estado puro y un complemento ideal para la avalancha de lanzamientos de simulación purista, y en ocasiones asfixiante, de los últimos años.
Stuntman: Ignition es ante todo un título original y divertido, que presenta una adictiva experiencia muy diferente a lo que estamos acostumbrados en un juego de conducción.
Carreras y combate a bordo de espectaculares naves, en un juego que utiliza la física y el poderoso armamento como principales atributos en los que se basa su jugabilidad.
Con un simpático estilo gráfico cercano al “cartoon” y al cómic, Calling All Cars! es un título que mezcla acción y carreras de pequeños mini bólidos. El objetivo es perseguir y dar caza a todo tipo de criminales que intentan huir en coche, usando para ello armas tan cómicas como martillos gigantes, imanes o rampas.
Primera secuela de Full Auto, un título de conducción arcade con altos componentes de destrucción.
Ridge Racer 7 es un competente juego de conducción que acusa en exceso sus pocas diferencias con la sexta edición del mismo. Resulta complicado recomendarlo si ya disponemos de la entrega de Xbox 360, pero en caso contrario estamos ante un correcto arcade, caracterizado por su peculiar estilo de juego y por su gran capacidad de personalización.











