Un dato de 2019 y su comparativa seis años después demuestran por qué el RTO se ha estancado

Hace poco más de un lustro, las empresas impulsaron la estandarización del teletrabajo a raíz de todas las consecuencias sociales que vivimos fruto de la pandemia. Como consecuencia directa de ello, compañías de la talla de Amazon, Google o Microsoft invitaron a sus empleados a trabajar desde casa. Sin embargo, el regreso a la normalidad lapidó esta decisión y, a pesar del interés de cientos de miles de trabajadores, las compañías volvieron a apostar por la adopción del trabajo en oficinas. Sin embargo, existe un dato demoledor en contra de esta visión empresarial.

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Como señala WolfStreet, el regreso a las oficinas (RTO) se ha estancado desde principios de 2023, una situación sorprendente si tenemos en cuenta las presiones que han ejercido tanto empresas como gobiernos. El teletrabajo (WFH), por su parte, no solo se ha consolidado, sino que ha dado pie a la consolidación de los modelos híbridos. Así, ello nos ha permitido ver cómo las cifras del teletrabajo han evolucionado: del 7% de 2019 pasamos al pico del 62% que se vivió durante la pandemia y, tras ello, cayó hasta el 28% de 2023 que aún se mantiene estable.

¿Prefieres trabajar en casa o en la oficina?

Para muchos, la ausencia de teletrabajo implica descartar una oferta laboral, ya que muchas personas priorizan su tiempo libre por encima del que dedican a trabajar. Desde 2023, el teletrabajo ha caído de un 28% hasta un 27,2%, pero un bajón del 0,8% en dos años demuestra que estamos ante una opción que se ha asentado. Además, esta cifra es cuatro veces mayor a la de 2019, situación que refleja cómo ha crecido el interés en torno a esta posibilidad.

Así, el estudio que recoge WolfStreet deja algunos datos interesantes como, por ejemplo, el desajuste entre oferta y demanda: mientras el 60% de los empleados siempre trabajan en las oficinas, solo el 27,7% quiere trabajar a diario en este entorno. En lo relativo a los datos de trabajadores remotos, híbridos o presenciales, el reparto se realiza de la siguiente forma: los primeros representan un 12,6% del total, los segundos un 26,4% y, por último, aquellos que siempre trabajan en oficina han descendido hasta un 61% a raíz del crecimiento de las otras opciones.

En los sectores con mayor porcentaje de teletrabajo, finanzas y seguros se lleva la medalla de oro con una cuota del 26%. Tras él, se coloca servicios profesionales y negocios, una opción que cuenta con un 22% de cuota, e información y medios de comunicación, otro sector en el que la cuota crece hasta el 21%. Así, el barómetro de Kastle muestra una ocupación de oficinas en torno al 50-55% desde principios de 2023, muy por debajo de los niveles pre-Covid en los que la tasa de trabajo en oficina rondaba el 90-100%. Sin duda, tanto el trabajo remoto como el modelo híbrido parecen haber llegado para quedarse.

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