Abelardo González
Editor - TechEstados Unidos y China viven la rivalidad tecnológica más importante de la actualidad. Como consecuencia directa de ello, no solo hemos visto las sanciones que los norteamericanos imponen a los asiáticos, sino las respuestas de estos últimos cuando intentan torpedear a las empresas estadounidenses. Sorprendentemente, vimos cómo la situación mejoró en las últimas semanas a raíz del levantamiento del veto a la exportación de chips. Sin embargo, Tom Cotton (senador estadounidense) ha sembrado la duda al cuestionar los lazos de Lip-Bu Tan, nuevo CEO de Intel, con empresas chinas.
Tras ponerse al cargo de la compañía, Tan ha tenido que tomar varias decisiones complejas para salvar el futuro de Intel. A pesar de ello, Cotton envió una carta al presidente de la junta de Intel expresando su preocupación sobre cómo estos lazos mencionados podrían afectar a la seguridad nacional de Estados Unidos. De hecho, llegó a preguntarse si Intel conocía las citaciones judiciales relacionadas con Cadence Design (antigua empresa de Tan) antes de elegirlo como nuevo CEO de la marca, así como sus vinculaciones con empresas chinas.
Intel está entre la espada y la pared
Como señala Reuters, otra de las principales preocupaciones de Cotten está relacionada con las inversiones en empresas chinas vinculadas al Ejército o Partido Comunista Chino, un aspecto que preocupa a los norteamericanos por su relación con la seguridad nacional. Como consecuencia directa de ello, ha surgido una inquietud en torno al rol de Intel en el programa Secure Enclave, una iniciativa que busca asegurar una cadena de suministro de microelectrónica para defensa. Al formar parte de la misma, Intel debe cumplir una serie de obligaciones que ahora están en duda.
Como miembro del Secure Enclave, Intel recibe fondos federales de Estados Unidos que le obligan a cumplir varias normas estrictas de seguridad. Por ello, Cotton llegó a cuestionar si los vínculos de Tan y sus respectivas inversiones podrían llegar a nublar su juicio, ya que este llegó a invertir al menos 184 millones de euros en empresas chinas entre 2012 y 2024. De momento, no se han encontrado evidencias de posibles inversiones en empresas prohibidas por el Tesoro de Estados Unidos, pero sus vínculos pasados siguen siendo objeto de debate.
A raíz de toda la polémica generada, se afirmó que Tan se desvinculó de esas empresas, pero no se ofrecieron detalles verificables sobre una venta de las acciones. Bajo la dirección de Tan, Cadence Design acordó pagar más de 128 millones de euros para resolver cargos por venta de software a una universidad militar china, una entidad que estuvo supuestamente involucrada en la simulación de explosiones nucleares. Así, Tan fue el CEO de la entidad desde 2008 hasta 2021, así como su presidente ejecutivo hasta 2023, razón por la que Cotton mostró su preocupación por su contratación como nuevo CEO de Intel.
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