Seguro que los aficionados a la ciencia ficción recordarán que tras el estreno de The Matrix en 1999, todo el mundo quería hacer su propia versión de la película de las Hermanas Wachowski. Da igual que se tratara de películas tan interesantes como Equilibrium, o de anuncios de coches. El impacto cultural de la cinta protagonizada por Keanu Reeves fue tal que, a partir de ahí, la ciencia ficción cyberpunk experimentó una nueva ola, y todo lo que tuviera que ver con la realidad virtual, las simulaciones y los mundos digitales era oro en taquilla. O no.
Resulta curioso que el responsable de una de las mayores influencias de la saga protagonizada por Neo hiciera una extra película que bebía directamente de esa misma aventura. A pesar del pedigrí que Mamoru Oshii había logrado dentro de la ciencia ficción gracias a Ghost in The Shell, uno de los mejores animes de la historia, su salto al cine de imagen real fue un extraño experimento que no logró, ni de lejos, la notoriedad que sus fans podían esperar.
Mamoru Oshii: un gigante del anime con un tropiezo en el cine real
Para aquellos menos familiarizados con el nombre de Mamoru Oshii, basta con decir que su influencia en el anime y en la ciencia ficción es tan profunda que sería imposible hablar de géneros como el cyberpunk sin mencionar su obra más reconocida: Ghost in the Shell (1995). Basada en el manga homónimo de Masamune Shirow, la película no solo marcó un hito dentro del cine de animación japonés, sino que también dejó una huella imborrable en el cine occidental, inspirando películas como The Matrix, la cual toma prestados muchos de los temas, la estética y las ideas de la obra de Oshii. A través de Ghost in The Shell, Mamoru Oshii logró llevar a la pantalla grande una reflexión filosófica sobre la identidad, la inteligencia artificial y la relación entre el ser humano y la tecnología, todo envuelto en un cautivador ambiente futurista.
Con esa carta de presentación, no es de extrañar que su salto al cine de acción real fuera esperado con expectación por los aficionados al cine de ciencia ficción y, especialmente, por los seguidores del anime japonés. Oshii ya había adaptado a imagen real otras de sus obras más conocidas, la siempre recomendable Kerberos Panzer Cop, aunque con apenas impacto fuera e Japón. Sin embargo, su trabajo posterior en el mundo de la imagen real no tuvo el impacto esperado, y Avalon (2001), ha sido considerada por muchos como un tropiezo considerable en su carrera. Aunque la película tiene sus seguidores y algunos aspectos interesantes, nunca logró obtener la notoriedad que se esperaba de una obra de alguien con la reputación de Oshii.
Avalon: una historia de realidad virtual y desconcierto
Avalon nos presenta un mundo distópico donde la realidad virtual y los juegos de simulación se han convertido en una droga para la población. En este escenario, la protagonista, Ash (interpretada por Małgorzata Foremniak), es una jugadora experimentada de un juego militar llamado Avalon, que permite a sus mejores jugadores ganar fortuna y gloria. Sin embargo, aquellos que no tienen éxito pueden caer en un estado comatoso, atrapados entre la realidad y el juego. Ash, después de perder su equipo y jugar de forma individual, se ve envuelta en una serie de eventos cuando un jugador supera su récord, lo que la lleva a descubrir secretos oscuros dentro de Avalon, incluyendo un "nivel secreto" y la razón real de los comas de los jugadores.
Aunque la película fue producida y dirigida por un equipo japonés, Avalon es una obra mitad europea, mitad asiática, que como el propio Oshii recuerda, tuvo una producción complicada. A pesar de lso desaeos del director, el rodaje en Japón era imposible, por lo que eligió Polonia por sus paisajes y localidades, que coincidían con la imagen que tenía para la película. Además, el ejército polaco proporcionó equipamiento militar, como tanques T-72 y helicópteros Mi-24, sin cobrar tarifas adicionales.
Avalon se presentó fuera de competición en el Festival de Cine de Cannes en 2001 y ganó premios en otros festivales europeos, como "Mejor Fotografía" en el Festival Internacional de Cine de Cataluña y "Mejor Película" en Sci-Fi-London (Reino Unido). La versión de Miramax en DVD, lanzada en 2003, incluyó una narración adicional para facilitar la comprensión de la trama, aunque también se ofrecía la opción de ver la película sin el doblaje en inglés.
Aunque en papel Avalon parecía una propuesta atractiva, tanto para los fanáticos de la ciencia ficción como para los seguidores de Oshii, la película no supo conectar con el público. A pesar de contar con una premisa interesante y de contar con la participación de un director tan relevante, la película se desarrolla de manera lenta y algo confusa. Además, debido a las limitaciones de producción Avalon no logró sacudirse de encima cierto tufillo a serie b. Las críticas apuntaron a que la película carecía de la intensidad y acción que se esperaban de una producción de Oshii, y que no lograba explotar del todo los temas que trataba, como la relación entre la realidad y la virtualidad, un tema que en la época ya comenzaba a ser de gran interés.
El elenco de Avalon estaba compuesto principalmente por actores polacos, lo cual también contribuyó a la desconexión del público internacional, ya que la mayoría de los diálogos estaban en polaco. Esta decisión, aunque interesante desde una perspectiva de co-producción entre Polonia y Japón, limitó la capacidad de la película para funcionar inernacionalmente en un mercado que aún no estaba tan acostumbrado a las producciones internacionales con subtítulos. Esto, combinado con una escasa campaña de marketing y una distribución limitada, resultó en que la película solo recaudara una cantidad modesta, incluso en comparación con los estándares de películas de ciencia ficción de bajo presupuesto.
Un fracaso que se convirtió en culto
Aunque la recepción de la película fue fría, Avalon tiene aspectos que no se pueden pasar por alto. La dirección de arte y la composición de planos, especialmente la forma en que Oshii juega con la luz y la oscuridad, son aspectos que dan una sensación de inmersión única que lleva su marca de autor. La película tiene una atmósfera única que recuerda a otros de sus mejores trabajos. Esto, combinado con la banda sonora a cargo de Kenji Kawai, quien también trabajó en Ghost in The Shell, ayuda a crear una experiencia audiovisual que, aunque imperfecta, tiene cierta personalidad.
Aunque Avalon fue un fracaso en su estreno y lleva años pasando desapercibida para el gran público, el paso del tiempo ha permitido que la película gane un pequeño pero fiel grupo de seguidores. El hecho de que ser un trabajo de Mamoru Oshii, una de las figuras más importantes del anime, ha permitido que los aficionados más entusiastas del género vuelvan a revisarla, buscando sus méritos y valorando la visión que el director intentó transmitir. Si eres fan de su obra o simplemente te interesa explorar una película de ciencia ficción menos convencional, Avalon es una obra que bien podría ofrecerte nuevas perspectivas, incluso si no es el éxito rotundo que se esperaba. A pesar de todo, en 2009 Oshii logro estrenar una secuela de Avalaon, Assault Girls, qu eno corrió mejr suerte que su predecesora.
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