Oppenheimer se alzó este domingo como la gran triunfadora de la 96.ª edición de los Premios Óscar tras alzarse con siete estatuillas, incluyendo Mejor película, dirección, actor y banda sonora. Para recoger este último galardón subió al escenario Ludwig Göransson, quien ya se alzó victorioso en esta misma categoría con Black Panther en 2019, dedicando unas palabras muy comentadas.
Después de escuchar su nombre sobresalir de una lista en la que también estaban presentes John Williams , Robbie Robertson, Laura Karpman y Jerskin Fendrix, Göransson subió a recoger su nuevo trofeo reconociendo el aporte inestimable de Christopher Nolan en este galardón y dedicando un breve mensaje a sus padres: "¡Gracias por regalarme guitarras y cajas de ritmos, en lugar de videojuegos!"
Dos pasiones no necesariamente excluyentes
Aunque es evidente que esta declaración debe verse solo como una muestra de emoción del momento, su mensaje en Los Ángeles no ha gustado entre muchos aficionados del mundo del videojuego, que no entienden por qué disfrutar de grandes aventuras en PC y consolas debe ser algo excluyente de poder formarse como músico. Es más, hay quien quiso responder a este discurso recordando cómo algunos videojuegos le inspiraron a aprender a tocar música , mientras otros compartieron una larga lista de grandes compositores que ha hecho de esta industria el hogar de grandes bandas sonoras desde hace años.
Parece evidente que todavía hay cierto estigma con los videojuegos, en el sentido de verse como un simple pasatiempo y no como un vehículo capaz de canalizar grandes ideas por parte de creadores de todas las nacionalidades y edades. En cuanto a Oppenheimer, la película pronto estará disponible en SkyShowtime.
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