Marcos Yasif
Editor - Cine y TVPeriodista y apasionado de la industria del entretenimiento. He crecido con la ilusión de poder viajar por las estrellas como en Star Trek y salvar el mundo como Goku y Superman, dos pasiones que me han llevado a especializarme en cine y series de acción, ciencia ficción y superhéroes. Desde 2022 cuento en 3DJuegos todas las novedades de la pequeña y gran pantalla, con la intención de mantenerte al día con las historias que nos hacen soñar y escapar de la realidad, pero mi historia en la revista comenzó mucho años antes: en 2008.
Las películas de Solo en casa (Home Alone) no son solo clásicos imprescindibles de la Navidad; son también, por derecho propio, dos de las comedias de acción más exitosas de la historia del cine. Su primera entrega (1990) recaudó 476,7 millones de dólares partiendo de un presupuesto de 18 millones, mientras que su secuela, aunque obtuvo una cifra menor, también arrasó en las salas. Es por ello que una tercera parte resultaba inevitable, incluso si implicaba apostar por un reparto completamente renovado y desconocido para las masas.
Ese no era el plan original de 20th Century Fox, que inicialmente pretendía contar con Macaulay Culkin, Joe Pesci y Daniel Stern como estrellas principales. Sin embargo, el crecimiento físico de Culkin y su posterior retiro temporal de la actuación obligaron a cambiar de rumbo. La productora no estaba dispuesta a renunciar tan fácilmente a lo que había demostrado ser 'una gallina de los huevos de oro', por lo que decidió seguir adelante con una premisa distinta. Así, en 1997, y contando nuevamente con John Hughes en el guion, se estrenó Solo en casa 3. La cinta, protagonizada por el joven Alex D. Linz, no tardó en convertirse en una de las secuelas más denostadas de los años 90; una propuesta que, a pesar de manejar un presupuesto considerable, fue tildada de mediocre por la crítica al carecer del carisma y la magia que definieron a los dos filmes precedentes.
Uno de los primeros papeles de Scarlett Johansson
A pesar de todo, esta entrega no supuso un gran fracaso comercial, consiguiendo cerca de 80 millones de dólares en taquilla. Pero no es de su rentabilidad de lo que quiero hablaros, sino de cómo esta película tiene el honor de haber sido la carta de presentación ante miles de espectadores de una actriz que, pocos años más tarde, se convertiría en sinónimo de éxito global y grandes franquicias. Me refiero —y lo habréis adivinado si tenéis el largometraje aún muy presente, como mi compañero de redacción Alberto Lloria— a Scarlett Johansson, que solo tenía 11 años cuando participó en el rodaje, 12 cuando se estrenó.
Pese a ser también una estrella infantil prometedora, Alex D. Linz dejó la actuación pocos años más tarde.
Aquel no fue su primer papel en Hollywood, todo sea dicho. Antes apareció, por ejemplo, en Un muchacho llamado Norte (North, 1994) del recientemente fallecido Rob Reiner junto a Bruce Willis y Elijah Wood, pero fue en este capítulo de la saga navideña donde logró una visibilidad mucho mayor ante el gran público. Lo hizo mediante un personaje secundario, interpretando a Molly Pruitt, la hermana mayor del pequeño Alex, el nuevo protagonista que sustituyó a Culkin, por lo que no tuvo muchos minutos, pero su presencia en la película no ha sido olvidada por la actriz, que lo recordaba en una entrevista hace unos años.
Es más, aseguró que, dado el público al que se dirige la cinta, quiso ponérsela a su hija cuando esta tenía solo seis años para ver si era capaz de reconocerla: "Solo quería que ella misma hiciera el descubrimiento", reconoció entre risas en declaraciones recogidas por People. "Por supuesto, no lo hizo porque, ¿cómo iba a recordarle mi yo de 11 años a quien soy ahora? Así que le pregunté: '¿Quién es esa persona?'. Y ella se quedó como: '¿Tú?'". Puedes ver Solo en casa 3 en streaming por Disney+, aunque mejor será que directamente te pongas a ver los filmes originales aprovechando que están gratis en RTVE Play.
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