Hollywood erró el tiro al tratar de crear un nuevo Star Wars con Rebel Moon de Zack Snyder. Lo lleva haciendo más de 40 años, tal y como nos recordó el compañero Chema Mansilla con un artículo dedicado a El abismo negro, una superproducción de Disney que pocos recuerdan hoy. Pero no hay que irse tan atrás en el tiempo para encontrar un rival fallido para la saga de Lucasfilm.
Hablar de un "contrincante" de Star Wars es complicado. ¿Qué es lo que define exactamente a la franquicia imaginada por George Lucas hace más de 45 años? Cada uno de sus seguidores posiblemente tenga una respuesta a esta pregunta, pero muchos podríamos coincidir que, al menos en sus inicios, Star Wars es un cuento de hadas trasladado a un vasto universo de fantasía espacial con sus grandes mitos, sus princesas, sus fortalezas inexpugnables, sus hechiceros y sus caballeros, elementos que pudimos también encontrar en El destino de Júpiter.
Un megaproyecto que entraba por la vista
Aquel megaproyecto de Warner Bros. dirigido por las hermanas Wachowski no nos llevó hasta una galaxia muy, muy lejana, pero sí a una Vía Láctea donde no faltaban héroes, "princesas" propias de una historia de Disney y por supuesto acción, mucha acción y aventura con naves espaciales enormes. Pero para rivalizar con Star Wars hace falta algo más que diseñar un cosmos que apetezca tener de fondo de pantalla, se necesita entretener y es ahí donde El destino de Júpiter falló y acabó siendo una decepción de 176 millones de dólares.
De esta forma, podemos decir que El destino de Júpiter fue otro jolgorio visual donde sus directoras pusieron tanto mimo y cuidado en su diseño de producción que acabaron por olvidarse de un pequeño pero muy importante aspecto en una película: narrar una historia. Esta, como en Star Wars, ponía el foco sobre una persona que ignoraba su origen pero que estaba llamada a hacer algo grande. ¿Su nombre? Júpiter Jones (interpretada por Mila Kunis), una chica que trataba de salir adelante día a día en la Tierra aceptando trabajos mal pagados. ¿Su herencia? Ser genéticamente idéntica a la reina del Universo, representando así una poderosa amenaza para aquellos que "se habían repartido el pescado" hasta ahora, con Balem (Eddie Redmayne) como principal y más impecable antagonista de la ficción. Uno que, para mayor inri, quería la Tierra para "cosecharnos".

A lo largo de sus dos horas de metraje se tocaban conceptos como la clonación y la vida eterna, pero todos ellos de manera superficial, y para ganarse el título de un fiasco del cine de ciencia ficción. Posiblemente ahondando en estos temas, y dejando un poco más de lado lo visual, estaríamos hablando hoy de un film mucho más imprescindible para los fans del género. El destino de Júpiter acabó siendo así, sobre todo, una historia de acción, aventura e incluso amor en un universo diseñado con mucha imaginación pero poco mimo narrativo que no logró cautivar a los espectadores y mucho menos hacer que fueran a los cines. Con un presupuesto de 176 millones de dólares solo recaudó 185 millones de dólares.
Como suele pasar en este tipo de desastres, la inversión final en El destino de Júpiter se vio incrementada por el miedo de sus responsables a darse un tortazo tras unos primeros pases de prueba que fueron rematadamente mal. Se cambiaron muchas cosas y la película también vio aplazado su estreno un año.
Dónde ver El destino de Júpiter en televisión
Siempre encontramos cosas buenas para recomendar estas películas y lo cierto es que El destino de Júpiter no deja de ser un despliegue audiovisual, porque el cine a veces también es solo eso, imágenes muy cuidadas capaces de hacernos volar a nuevos mundos, y un ejemplo más de cómo una gran dupla de cineastas, que nos regaló una de las películas de ciencia ficción más incontestables de todos los tiempos, The Matrix, es capaz de naufragar a la hora de crear una epopeya de ciencia ficción y fantasía espacial. Hoy en día, la puedes ver en HBO Max.
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