No nos podemos quejar. Las adaptaciones cinematográficas de los siete libros de Harry Potter escritos por J.K. Rowling fueron magníficas, y trasladaron a acción real buena parte de los acontecimientos vividos por el niño que sobrevivió tanto en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería como fuera de él, permitiendo además conocer muchos aspectos de este mundo. Pero eso no significa que no haya capítulos enteros y tramas que se quedaran sin llegar a la gran pantalla.
Con publicaciones por encima del medio millar de páginas como El cáliz de fuego, La Orden del Fénix, El misterio del príncipe y Las reliquias de la muerte resultó muy complicado no dejarse nada por el camino en films que deben iniciar, desarrollar y concluir sus historias en poco más de dos horas de metraje. Esto lo comprendí perfectamente en su día, y a decir verdad buena parte del material omitido en las películas eran escenas quizás algo rendudantes, pero en la sexta entrega de la saga se ignoró un momento que me habría gustado ver.
Harry Potter y el misterio del príncipe, como recordarán los espectadores, comienza con un secuestro, el de Garrick Ollivander en el Callejon Diagón, por unos mortifagos que luego aprovechan para causar estragos en Londres e incluso destruir el puente colgante de acero de Millennium Bridge. Dicho suceso no pasará desapercibido entre los muggles, pero en el libro hay más que contar.
Nuestros gobernantes lo saben todo
Dicen que una de las primeras preguntas que hace un presidente de EE.UU. tras llegar al Despacho Oval es si existen los aliens. En Harry Potter, al menos por ahora, tales criaturas no existen, pero los primeros ministros de Reino Unido sí que son informados por sus contrapartes mágicas de la existencia de un mundo de fantasía mucho más allá de sus dominios. Y lo hacen con pelos y señales tal y como podemos leer en las primeras páginas de El misterio del príncipe.
Sin revelarse nunca su nombre, al comienzo del sexto volumen el gobernante se muestra preocupado por una serie de sucesos con difícil explicación cuando es visitado por Cornelius Fudge. Este le presenta a su sucesor y le pone al día del terrible momento por el que pasa el mundo mágico tras el regreso de Lord Voldemort mencionando, por ejemplo, una fuga de prisioneros de Azkaban.
J.K. Rowling dedica todo un capítulo a relatar este punto de encuentro entre los líderes del mundo mágico y el real de Reino Unido, por lo que no estamos ante una escena menor. Se quería dejar claro que, por mucho esfuerzo que hagan para ocultar sus pasos, la magia no pasa desapercibida para Downing Street. Ahora, con el anuncio de una nueva serie de televisión para Max, que se vende con el interés de sus responsables de ofrecer una adaptación todavía más rigurosa, es de esperar que podamos llegar a ver ese momento este encuentro en pantalla.
Harry Potter y El misterio del príncipe se puede ver por HBO Max, donde también están disponible el resto de largometrajes de la franquicia del Mundo Mágico.
Fuente | Filmoniak
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