Sam Bankman-Fried, fundador de FTX y “niño prodigio” de las criptomonedas, ha sido detenido hace unas horas en Bahamas poco antes de comparecer de forma virtual ante la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Bankman-Fried, a partir de ahora nombrado en la noticia como SBF, se encontraba en dicho país a la espera de intervenir ante uno de los organismos más importantes de EE.UU. para ofrecer nueva información sobre la polémica que rodea a FTX. Sin embargo, Estados Unidos extraditó una petición de detención y, por ello, SBF se encuentra en estos momentos bajo custodia de las autoridades de Bahamas.
De hecho, informaron que su intención es que el CEO de la malograda plataforma de criptomonedas pase a disposición de EE.UU. tan pronto como estos lo ordenen: “en el momento en que se presente una solicitud formal de extradición, Bahamas tiene la intención de tramitarla sin demora”. Esta cita la recoge El País, diario que también revela que Philip David, primer ministro de Bahamas, señaló que su país y Estados Unidos comparten el interés en “exigir responsabilidades a todas las personas relacionadas con FTX que puedan haber traicionado la confianza pública e infringido la ley”.
Este martes se revelarán los cargos contra Sam Bankman-Fried tras el escándalo de FTX
De momento, Estados Unidos no ha querido hacer públicos los cargos contra el CEO de la plataforma quebrada. Sin embargo, muchas fuentes señalan que hoy podrían conocerse los delitos que considera el país norteamericano que SBF ha cometido. De momento, Bahamas ha confirmado que continuará sus propias investigaciones junto a sus socios colaboradores, motivo por el que aportarán más documentación a la que Estados Unidos ya tiene contra el multimillonario que perdió casi toda su fortuna en 24 horas.
La carrera a los infiernos de SBF comenzó cuando se destapó que FTX utilizaba el capital de sus clientes para realizar inversiones de alto riesgo. Tras eso, se acercó peligrosamente a la quiebra, una situación que casi consigue evitar cuando Binance, su principal rival, entró en escena. Sin embargo, estos se retiraron de la operación al no fiarse del rumbo actual de FTX y, a la postre, condenaron a la plataforma a declararse en quiebra. En estos momentos, la firma debe más de 3.000 millones de dólares a sus 50 principales inversores y, además, se ha podido saber que hay más de 1 millón de usuarios afectados.
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