Shellshock 2: Blood Trails es una fallida intentona por sacar partido a la olvidable franquicia bélica, trasladándola a un desconcertante contexto de terror. Se mire por donde se mire es un pésimo videojuego, y no resulta interesante como título de terror y, todavía menos, como juego de guerra. Soporífero, torpe, y feo en el más literal sentido de la palabra.
Left 4 Dead es una de las más agradables sorpresas de esta recta final de 2008. Sin hacer demasiado ruido compone un conjunto muy interesante, en el que la campaña cooperativa se erige como su principal fortaleza. Sólo el tiempo y su aceptación entre los usuarios nos dirá si se convierte en un fenómeno a la altura de Counter-Strike.
Call of Duty: World at War es una más que digna entrega de la épica saga bélica. Se trata de un juego que roza el sobresaliente y al que sólo le ha faltado la chispa a la que Treyarch aspira y que, de momento, parece sólo al alcance de Infinity Ward.
Mirror’s Edge es un videojuego que, como mínimo, hay que probar. Si pasamos por alto su limitada duración y la escasez de modos de juego nos quedamos con un título innovador, gráficamente muy potente; y, en las facetas jugables, una propuesta adictiva y divertidísima como pocas.
Legendary ha sido una de las grandes decepciones del año. Esperábamos mucho más de esta curiosa mezcla de mitología y acción en primera persona, pero el resultado se ha visto malogrado por una jugabilidad del todo insuficiente y muy poco trabajada.
Far Cry 2 no es un juego para todo el mundo, y tampoco es perfecto. Requiere tiempo y dedicación; algunos se frustrarán con los largos viajes en coche –evitables-, y a otros quizá se les atragante su excesiva libertad. Sin embargo las escasas objeciones que se le puedan poner palidecen ante sus virtudes jugables.
Brothers in Arms está de vuelta con su tercera entrega, y lo hace demostrando su buena forma en su debut en Xbox 360. A pesar de no contar con demasiadas diferencias con respecto a entregas anteriores, se trata de un videojuego apasionante e intenso; un título que de haber contado con un mayor pulido en algunos aspectos podría haberse convertido en el mejor de la saga.
Duke Nukem 3D demuestra que los shooters apenas han cambiado desde los 90. Su apartado gráfico ha envejecido tan mal como indica su edad, pero su propuesta jugable es tan desmadrada y divertida que sigue siendo un gran título. Al fin y al cabo es un clásico, y todos los clásicos deberían tener un sitio en la colección de cualquier jugador que se precie.
Unreal Tournament 3 debuta en Xbox 360 como el principal exponente de la acción multijugador más desenfrenada y frenética. Unreal Engine 3.0 demuestra una vez más su sobrada capacitación para reproducir entornos preciosistas muy cuidados, y para ofrecer un modelado de personajes espectacular. Poderosas armas, estupendos mapeados y la vertiginosa y salvaje acción de siempre.
Bad Company es un formidable ejercicio de acción on-line, con uno de los multijugadores más divertidos y adictivos en lo que llevamos de año. Gráficamente es un videojuego muy competente, su apartado sonoro es espectacular, y una de sus más cacareadas adiciones –la de la destrucción de los escenarios- rinde a un gran nivel.
Enemy Territory: Quake Wars es una oportunidad fallida de trasladar el excelente título de Pc a consolas de nueva generación. Tanto la edición de PlayStation 3 como la de Xbox 360 resultan igual de poco recomendables si se comparan con el lanzamiento de Pc del año pasado, pues ambas tienen diferentes inconvenientes, pero igualmente molestos.
El Pack de Mapas Legendario de Halo 3 nos trae tres nuevos escenarios de diversa importancia, que representan los diferentes estilos de juego que tienen cabida en el multijugador de un título de su importancia. Por 800 Microsoft Points obtenemos una mezcla idónea del remake de dos mapas antiguos, y la presencia de un escenario totalmente nuevo.
El “pack” de mapas Variety para Call of Duty 4 cumple perfectamente con el propósito de alargar las horas de duración del multijugador de este juego de acción en primera persona que, como decíamos, es uno de los más jugados en Xbox Live a día de hoy.
Condemned 2 es una notable segunda parte, y funciona a la perfección como elemento complementario para su predecesor, tanto en lo jugable como en su argumento.
Turning Point: Fall of Liberty es un Shooter subjetivo que, lamentablemente, no ha cumplido sus expectativas. Sus premisas argumentales y ambientación dan la talla, pero el apartado gráfico, desarrollo y algunos errores de programación penalizan una experiencia jugable que podría haber dado mucho más de sí.
Frontlines Fuel of War es una opción muy interesante si somos habituales de los shooters online de corte bélico. Sin aportar ingredientes esencialmente novedosos en términos de concepto, el juego ejecuta de forma notable los factores más característicos del género. Rápido, contundente y frenético Fuel of War es una agradable sorpresa.
Únete a la más brutal y enigmática fuerza de ataque del mundo. El escuadrón táctico BLACK opera en completo anonimato para proteger a los EE.UU de amenazas nacionales y extranjeras.
Destacar en el género de los shooters es realmente complicado y Conflict Denied Ops, sin ser un mal título, no lo consigue.
Turok es un notable juego de acción que si bien cumple de forma notable en todos sus apartados, queda algo lejos de lo que cabía esperar del regreso de una saga mítica. Gráficamente bueno, dotado de escenas de acción espectaculares y con una campaña individual algo repetitiva pero enteramente sujeta a nuestro estilo de juego, Turok tenía mimbres para ser un imprescindible.
Pack de mapas multijugador con tres nuevos escenarios especialmente pensados para esta modalidad de juego.
BlackSite: Area 51 es una de las más sonoras decepciones de este año. No estamos ante un mal juego, pero a su condición de juego sin terminar hay que añadir su desarrollo lineal y monótono y la pobreza de sus torpes mapeados.
Expansión del juego que incluye tanto la primera, Extraction Point, como la segunda, Perseus Mandate. Nuevas campañas, enemigos y mejoras para un shooter terrorífico.
Call of Duty 4 es la mejor entrega de la saga si exceptuamos su primer capítulo. Lo breve de su campaña no debe eclipsar su calidad e intensidad; y el sobresaliente multijugador compensa de sobra los problemas que su duración pueda acarrear. Valores artísticos impecables y jugabilidad adictiva y fascinante para un videojuego imprescindible.
TimeShift llega tras un desarrollo de casi seis años convertido en un título de acción muy interesante. Una campaña intensa y directa y un competente multijugador componen una experiencia jugable muy recomendable. Lamentablemente su salida en unos meses marcados por la fuerte presencia de shooters de calidad puede hacer que se diluya en el olvido, pero desde luego merece una oportunidad.
Clive Barker´s Jericho ha despertado de nuevo la pasión por las historias de terror que, como las películas del género, zambullen al espectador en un mar de perplejidad. Su ambientación es brillante, casi impagable, con toneladas de horror, sangre y una acción con personalidad, que dejan clara la caótica y exquisita mente de su progenitor.
