Pese al soporte indudable al teletrabajo y el apoyo hacia estudios que reconocen sus beneficios tanto a nivel personal como en términos de productividad, tampoco hay que ser más papistas que el Papa. Reconocer que el trabajo en remoto también comporta ciertas distracciones es un paso evidente, más aún cuando salen a la luz estadísticas como la que muestra que el 82% de los teletrabajadores reconoce ver la televisión en horario laboral.
La cifra es aún mayor en el caso de la Generación Z al incluir en la ecuación las plataformas de streaming. Con esas dos variables en juego, la cifra sube hasta el 91% de los trabajadores encuestados, pero la media de uso sigue siendo similar y la tendencia se comparte: los hombres invierten más minutos que las mujeres en ver la televisión mientras teletrabajan.
Incluso aquí, el teletrabajo trae buenas noticias
En concreto, los hombres ven la televisión 19 minutos más que las mujeres, con la media del teletrabajo situándose en unas 2 horas y 52 minutos. Lo realmente curioso, en cualquier caso, es la contrapartida que se muestra frente a la media nacional. En Londres, donde se ha realizado este particular estudio, la diferencia entre quienes trabajan en remoto y el resto de la población es de apenas 22 minutos más de tele.
Es interesante porque, tal y como vienen reconociendo los estudios de un tiempo a esta parte, el teletrabajo favorece una vida más activa, lo que parece indicar que, pese a que en ocasiones nuestra concentración palidece, el tiempo libre de quienes trabajan en remoto se aprovecha en otras prácticas que van más allá de apoltronarse en el sofá a ver la tele.
Imagen | Elguapo en Midjourney
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