Que el litio se ha convertido en un problema para nuestra sociedad hace mucho que dejó de ser noticia. Por su escasez, contaminación y varapalo económico, la búsqueda de alternativas para alimentar de energía a nuestros móviles, portátiles, vehículos, y otra ingente cantidad de cacharros de la que a menudo no somos conscientes, se ha convertido en una necesidad imperante. Avances en el mundo de la energía como el de esta nueva batería, en cambio, pintan un futuro mucho más esperanzador.
Tal y como recogía Grayson Deysher de la Universidad de San Diego en los comentarios del paper publicado en Nature Energy, "aunque ha habido baterías de sodio, de estado sólido y sin ánodo anteriormente, nadie ha podido combinar con éxito estas tres ideas hasta ahora". Al deshacerse del litio y valerse del sodio, estamos ante un salto revolucionario.
Una prometedora alternativa a las baterías y pilas de litio
Al fin y al cabo lo que ha conseguido el equipo de la profesora Shirley Meng, junto a los científicos de la Universidad de Chicago y la Universidad de California, es abrirnos las puertas a una nueva batería de estado sólido de sodio sin ánodo capaz de ofrecer alta capacidad y carga rápida sin tener que lidiar con las cada vez más preocupante escasez del litio. Y eso por no hablar del precio.
De la mano de una innovadora arquitectura, tal y como recoge Deysher, el avance supone que las baterías de estado sólido de sodio puedan verse como una alternativa. "Esperamos que este artículo pueda estimular más avances en el campo del sodio al demostrar que puede funcionar bien, incluso mejor que la versión de litio en algunos casos".
La gran baza, en cualquier caso, está en la posibilidad de crecer en número de baterías creadas y energía almacenada para responder a la demanda cada vez más creciente de nuestra sociedad. Y si además lo hacemos dependiendo menos de los combustibles fósiles, pues mejor que mejor.
Imagen | Knyong en Midjourney
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