El día que una consola de Nintendo hizo que un genocidio de millones de personas fuera fruto del fracaso de Batman

Entre todos los superhéroes existentes en la ficción, hay algunos que gozan de mayor popularidad que otros. Uno de los más famosos es, sin duda, Batman, y el hecho de que arrastre a tantos fanáticos detrás ha permitido que veamos numerosos videojuegos del justiciero de Gotham de DC Comics a lo largo de las últimas décadas.

Sin embargo, hay uno en concreto que es recordado como uno de los peores del personaje: Dark Tomorrow. Se trata de un título de acción y aventura de Kemco y Warner Bros. Interactive que fue lanzado en el año 2003 para Nintendo GameCube (plataforma para la que fue anunciado en 2001 como exclusivo) y Xbox, con una versión de PlayStation 2 que acabó siendo cancelada. Pero, más allá de sus numerosos problemas, hubo algo sobre su desenlace que llamó la atención de quienes lo jugaron en su momento.

Uno de los peores juegos de la historia

Antes de entrar en materia, merece la pena señalar que Batman: Dark Tomorrow no es considerado solo como uno de los peores juegos del superhéroe, sino también como uno de los peores de siempre por muchos críticos. Sin ir más lejos, en Metacritic tiene una puntuación de 29 sobre 100 por parte de la prensa profesional, pero la valoración coincide incluso con la puntuación que le han otorgado los usuarios. La versión de Xbox tiene incluso menos nota, con un 25 sobre 100 de media.

Con el sello de Kemco y en colaboración con HotGen, un grupo de programadores británicos con experiencia en consolas, Dark Tomorrow ofrecía una propuesta detectivesca de acción y sigilo acorde al Batman del mundo del cómic. Contaba con villanos clásicos como Ra’s Al Ghul, Joker, Mr. Freeze o Hiedra Venenosa, pero ni eso ni la buena banda sonora o el gran tratamiento de las cinemáticas logró esconder los múltiples puntos negativos que tenía.

Una vez llegó al mercado, la crítica se centró sobre todo en el control tan problemático que ofrecía, haciendo que mover a Batman fuera de todo menos fluido. El gancho resultaba incontrolable, y la cámara en puntos fijos hacía que la tarea fuera todavía más complicada. Asimismo, la experiencia de juego se hacía tremendamente repetitiva (especial mención a la mecánica de detención de los oponentes), y Dark Tomorrow hacía gala de errores técnicos de varios tipos y de un combate que resultaba ser muy básico.

Un final... ¿sorprendente?

Pero lo más curioso de todo quizá estaba en el final del juego. O, mejor dicho, en los finales. La historia procedente de los cómics se decidía en función de las acciones del jugador, con varios finales alternativos. Todo tenía que ver con una batalla directa con Ra’s Al Ghul en busca de evitar que volara todo en pedazos y destruyera el mundo inundándolo. Se superaba fácilmente corriendo todo el rato alrededor del villano y dándole un espadazo de vez en cuando, pero lo más sorprendente no era eso en ningún caso.

Conseguir el final bueno, en el que Batman detiene el plan de Ra’s Al Ghul, podría dar la sensación de ser algo un tanto aleatorio, ya que no se indicaba muy bien en su momento pese a basarse en que debíamos derrotar al personaje y desarmar el dispositivo de señal que controlaba las bombas. No haciendo correctamente cualquier cosa del desenlace nos lleva a tres finales un tanto deprimentes, aunque hacerlo bien igualmente nos dejaba con la posibilidad de que Ra regresara más adelante.

En un final, si Batman no desactivaba la señal y perdía el duelo de espadas, Ra hería mortalmente al superhéroe, que moría en los brazos de Talia mientras Ra inundaba el mundo. En otro, si Batman desactivaba la señal pero perdía el duelo, Ra revelaba igualmente que la anulación era temporal y la inundación resultaba inevitable. En el tercero, si no desactivaba la señal pero sí ganaba el duelo de espadas, el derrotado Ra activa igualmente su plan y Batman observa, horrorizado, cómo el mundo se va al garete. En prácticamente todos los finales se comete un genocidio de millones de personas que el Hombre Murciélago no puede evitar, algo poco habitual en las historias de superhéroes.

Sin duda, un desenlace apropiado para un videojuego que en su presentación generó multitud de expectativas, pero terminó siendo uno de los peores de la historia. Afortunadamente, años después Rocksteady tomaría el mando y nos regalaría diferentes juegos de la saga Arkham que volvieron a hacer que el personaje obtuviese obras a la altura de su popularidad e historia, haciendo que Dark Tomorrow se quedase en una anécdota que muchos, hoy en día, prefieren olvidar.

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