Ya he podido probar a fondo ROG Ally X, la nueva revisión de Asus de una de las máquinas portátiles que más ha llamado la atención de los usuarios. Puede sorprender que, para una revisión, no hayan tocado ni pantalla ni chip, pero esto no es una ROG Ally 2, sino una versión refinada de su anterior modelo. Es difícil hacerlo, además, ya que el procesador Z1 Extreme que montaba Ally sigue siendo muy bueno en cuanto a rendimiento y eficiencia y todavía no hay un sucesor en el terreno de AMD que le pueda reemplazar. En estos momentos, AMD está presentando su arquitectura Zen 5 que en su gama portátil viene con esos nuevos APU Strix Point, de los que tenemos todavía que probar su rendimiento en los primeros portátiles que la incorporarán como el nuevo Zenbook S16, aunque la compañía afirma que pueden conseguir hasta un 36% de mejora de rendimiento en los juegos gracias a su nueva iGPU, la 890M. Por otro lado, los nuevos chips de Intel Core Ultra, aunque han conseguido aproximarse al trabajo de AMD en eficiencia energética, son una buena alternativa, pero hasta la llegada de su segunda generación se mantienen en el mismo rango.
Ante este panorama, Asus ha decidido que lo mejor es sacar un modelo intermedio que permita a su máquina seguir compitiendo por ser la opción más potente del mercado, ante la llegada de otras opciones. Y, por todo esto, más que cambiar un panel que ya ofrecía 1080p, 144Hz y VRR, han decidido aprovecharlo al máximo mejorando la RAM y la disipación del calor para arañar unos fps a la resolución nativa, algo que a la Ally original le costaba con los juegos más exigentes que se sentían mejor en 720p.
Con 24GB, creo que Asus busca equilibrar la sobrecarga de trabajo que no tiene Steam Deck al usar su propio SteamOS y retocar sus sombreadores. Windows es una opción genial por su compatibilidad y la opción de ser usado como ordenador para más allá de jugar. He podido comprobar que la consola rinde bastante bien en algunas aplicaciones de edición de vídeo, incluso aunque no sean las favoritas de AMD como el ecosistema de Adobe. Pero mover Windows tiene un coste en procesos que requieren memoria, y estos 24GB le permiten dedicar una parte al sistema operativa, realizar las mega transferencias más rápidamente con sus nuevos 7500 MT/s y hacer que la experiencia de juego sea más fluida, no solo en frames por segundo, sino incluso a la hora de usar el centro de mando de Ally o pasar del escritorio al juego.
Especificaciones de Rog Ally X vs. el modelo original
Parte de la responsabilidad la tiene también unos ventiladores que, curiosamente, son más pequeños pero con más aspas, lo que hace que no tengan necesariamente que girar más rápido, y a su vez han conseguido disipar mejor el calor y a un menor coste sonoro: 5 dB menos en los modos rendimiento y turbo. El modo silencio sale un poco perjudicado, con más RPMs y unos 3 o 4 dB más en este TDP. Aun así, esto ha dado el valor a Asus para crear como configuración estándar unos TPD de 12W en modo silencio y 17W en rendimiento, mientras que le turbo sigue a 25W.
Los juegos, como decía, son los grandes beneficiados. En algunos casos hemos visto mejoras de 5 fps a 15 fps. Aunque en algún caso puede que no se llegue a notar la diferencia. Pero en términos generales, creo que el objetivo está cumplido. ROG Ally fue y es una máquina muy buena que alcanzaba una tasa de refresco óptima en 720p, pero que por su menor batería y la posibilidad de usar 1080p se quedaba corta de energía y de no llegar a una cierta estabilidad en la tasa de refresco. Esta potencia extra me ha permitido poder jugar a juegos como Resident Evil 4 a 1080p en preset bajo y entre 50-60 fps, o Forza Horizon 5 a 1080p y unos 60-70 fps en un preset medio. Todo ello sin tan siquiera usar escalado FSR.
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Juegos más exigentes como Hellblade 2 pueden moverse con escalado y preset bajo a 1080p30 y lo mismo sucede con Cyberpunk 2077. Al final, Asus ha querido que el rendimiento en ese ansiado modo Turbo que drenaba la batería de la Ally original sea perfectamente viable gracias a la nueva batería de 80Wh, y además los juegos se muevan mejor gracias a la optimización de la memoria. Además, con los juegos siendo cada vez más pesados, se ha apostado directamente por 1TB de almacenamiento cambiando además de tipo de disco M.2, pasando del modelo 2230 al más estandarizado 2280 que es más fácil y barato de conseguir y muy sencillo de cambiar.
Refinamiento interior y exterior
Por fuera, Ally X también ha sido mejorada. Los botones y gatillos son más largos y ofrecen mejor respuesta. Los traseros se han reducido para que no incomoden tanto. Los sticks se coronan con una aureola para que no se deslice tu dedo y les han apretado los muelles para que ofrezcan más resistencia, pues lo de la máquina original estaban muy sueltos. La cruceta favorece las ocho direcciones en vez de cuatro. Los altavoces también han sido mejorados. Pese a que no lo parezca por su similar chasis, estos tienen más pegada y cuando subes bastante el volumen tienden a romper menos y favorecer los graves.
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¿Y en la parte superior? Muchos cambios. Se ha movido la ranura de microSD lejos de las zonas calientes pues esto resultó todo un problema para la anterior máquina, achicharrando tarjetas y con un manejo dudoso de Asus de la situación. En este lugar se han colocado no uno, sino dos entradas USB, una de ellas USB4, que ofrece hasta 40 Gbps de transferencia. Puedes, por fin, conectar una eGPU sin tener que usar el sistema XG propietario. Y puedes hacer cosas interesantes como cargar la consola y conectarla a un monitor externo sin necesidad de un dock.
Hablando de docks, lo mismo necesitas uno nuevo. En algunos que eran compatibles con Steam Deck y Rog Ally, Ally X es demasiado ancha. Para incorporar esos 80Wh de batería la consola ha ganado grosor y un poco más de peso. Además, los cables en 90º pasan por el disipador de calor y aconsejaría usar uno recto para evitar problemas a largo plazo. Para cargarla, seguimos con el mismo cargador de 65W, que completa la carga entorno a una hora y cuarto, hora y media. Pero si disponemos de un cargador de 100W, la consola es perfectamente compatible y podemos reducir la carga a 45-50 minutos.
Con todo, creo que Asus ha hecho un buen trabajo con esta revisión. Básicamente, han conseguido lo que la máquina siempre había aspirado en su modelo original. Hacer una transición, o saltársela directamente, de los 720p a los 1080p en este tipo de experiencia portátil, con un rendimiento y batería suficientes para que la experiencia no se interrumpa, que es lo que sucedía si forzabas demasiado el modelo original. Tampoco esperes milagros: si usas el modo turbo tendrás en los juegos más exigentes unas 2 horas y media hasta 3 horas de batería. Pero esto ya comprende una horquilla muy aceptable para una sesión larga o dos medias en el día, para ponerla a cargar después, sin tener que estar pendiente de estar cerca del cargador en mitad de la experiencia.
Y sí, su panel no es OLED, pero tampoco lo desestimaría. De hecho, animaría a verla primero antes de decidir qué te importa más, si la profundidad de color o algo más de resolución, porque quizá sorprendiera la respuesta. Por otro lado, hay cosas que me parecen imperativas y que ya venían de serie en este panel, como el VRR. Estas máquinas dibujan unas grandes oscilaciones en la tasa de refresco y una pantalla con VRR ayuda y mucho a la suavidad de la imagen y evitar tirones innecesarios. Sus 120Hz parecen innecesarios, cuando estamos luchando por conseguir 60 fps, pero en juegos 3D más antiguos o de perspectiva 2D, que no consumen tantos recursos, se notan muchísimo en la suavidad extra y las transiciones del scroll horizontal, por ejemplo.
En definitiva, el producto es bueno, y solo queda que el usuario decida si le conviene en este momento. Porque el precio, aunque ajustado, es también premium: 899 euros. Si ya tenías la Rog Ally original y te convenció, es comprensible que te seduzca, pero a no ser que de verdad tengas una razón para exprimir más tus juegos, puedes esperar a que la nueva arquitectura de chips se establezca para la ROG Ally 2, que seguro que se hace realidad. Sin embargo, si todavía no has dado el salto, creo que Ally X es la opción premium a considerar. No solo por ser una máquina muy buena para jugar a todas las plataformas, sino porque te llevas en el pack, en el fondo, un buen ordenador, que tiene poco que envidiar a ultrabooks actuales de un mayor precio, y que conectado a un monitor externo ofrecen un gran rendimiento y muy silencioso. Sí, es posible que en el futuro se vea rápidamente sustituida por esa futura versión más potente, pero hasta que llegue ese momento, es sin duda una de las mejores opciones del mercado.
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