Monitores hay muchos. Más grandes, más pequeños, enormes, e incluso con resoluciones y añadidos imposibles. Sin embargo, de entre todos ellos, hay una necesidad última que muchos fabricantes deben incluir en sus periféricos: resoluciones Ultra HD. El 4K se ha convertido en un estándar en la industria, especialmente pensando en aquellos usuarios de consolas, pero sin desmerecer a los jugadores de PC, aunque con unos sistemas mucho más demandantes obviamente. Por ello, Sony decidió actualizar su gama INZONE ante las necesidades de la industria actual, y aquí tenemos uno de esos nuevos productos: el monitor Sony INZONE M9 II con una resolución de 2160p.
El nombre del "nuevo" monitor de los japoneses no está elegido al azar. Aquel panel de 2022 fue de los primeros en materia de gaming que los nipones lanzaron al mercado con una resolución 4K. Sin embargo, de la remodelación de la marca INZONE, es este M9 II el menos ambicioso de los dos, pues es el M10s el que representa el verdadero salto adelante con el primer panel OLED de Sony centrado en gaming. Por ello, cabe preguntarse, ¿vale la pena el Sony INZONE M9 II por 999 euros? Veámoslo en su análisis.
pulgadas |
26,9" |
---|---|
tipo de panel |
IPS LCD |
formato de pantalla |
16:9 |
Resolución máxima y frecuencia de actualización |
3840 x 2160p / 160 Hz |
Tiempo de respuesta |
1 ms |
brillo (tÍPICO) |
400 cd/m² |
Profundidad y gama de colores nativos |
10-bit / DCI-P3 95% |
Contraste |
1000:1 |
hdr |
Sí, HDR 10 |
Altavoces |
Sí, 2x 2W |
Entradas de vídeo |
1 x USB 3.0 (Type-B) |
Precio |
999 euros |
Diseño y conectividad
Si bien es cierto que no suelo fijarme en el diseño de un monitor a menos que de ello dependa algún apartado interesante del mismo, ya sea aquella edición especial de LG en colaboración con League of Legends o la extensión del Evnia de Philips y sus 49 pulgadas. Eso no quita que el trabajo hecho por Sony sea desmerecedor de elogios. El rediseño del INZONE M9 II de cara a alejarse de su predecesor no solo es estéticamente atractivo, sino también, y mucho más importante, práctico para el jugador/usuario. En este caso, los nipones incorporan un pie del que ya en sus primeras impresiones hicieron hincapié en que era su magnum opus.
Éste permite un giro de 180 grados con apenas una base que representa el diámetro de un CD, algo que aumenta su versatilidad y facilidad de uso en todos los escritorios. Eso sí, la ausencia de un giro de 90 grados para orientación vertical podría ser una limitación para algunos usuarios, especialmente para aquellos que requieren una configuración de doble pantalla. No obstante, cabe destacar que un monitor así, con una resolución 4K, clama por ser usado como panel principal.
Sony INZONE M9II Monitor Gaming, 27 Pulgadas, 4K Ultra HD: Resolución 2160p, Frecuencia actualización 160 Hz, 1 ms GTG, Espectro DCI-P3 95%, Full Array LED, G-Sync, Adaptive Sync, VRR, Negro
En todo lo demás, Sony no peca de poco ambiciosa, sino de práctica. Nada de añadidos que entorpezcan o distraigan. Su arquitectura en plástico negro, su buena dimensión de 27 pulgadas y bordes hacen que la experiencia sea completamente óptima. Aun así, sí que sorprende que Sony no apueste tanto por la estética en términos de construcción general, con la típica "barriga" en la parte posterior, algo que hace recordar a los monitores más clásicos en lugar de la tendencia moderna de apostar por paneles finos.
En cuanto a conectividad, el monitor ofrece una amplia gama de puertos, incluyendo DisplayPort 2.1, HDMI 2.1 y varios puertos USB, lo que facilita su integración con diferentes dispositivos. Aunque carece de un sistema avanzado de gestión de cables en la parte posterior, el diseño permite un acceso fácil a las conexiones, algo crucial para quienes cambian regularmente de configuración. Este aspecto puede ser especialmente útil en setups compartidos o para aquellos que buscan una configuración más dinámica y flexible.
¿Vale la pena un panel 4K con IPS?
Aquí llegamos a uno de los aspectos más curioso de comentar: la combinación de una resolución UHD en un panel IPS. No veo problemas en usar un IPS aún en 2024, sobre todo en aquellas pantallas de bajo precio. El problema aquí es que, con una resolución 4K y una pantalla de este estilo limita enormemente las posibilidades del usuario final. Por ello, y para reducir aún el cisma entre aquellos jugadores que buscan un panel para experiencias mucho más cinemáticas y los que buscan algo más competitivo, los japoneses apuestan por el Full Array Local Dimming, lo mejor —en términos puramente cuantitativos— que hay antes de dar el salto a los OLED, para atenuar las partes de la pantalla que deberían estar oscuras de cara a mejorar la relación del contraste aparente.
El resultado no puede competir con un VA en términos de contrastes, menos aún con un OLED, pero los nipones consiguen así una buena imagen general, algo desprovista de arrojo en juegos o secuencias más oscuras. En términos generales, su panel IPS LCD ofrece colores vivos, además de una consecuente fidelidad de color y brillo, alcanzando 897 nits en modo HDR, superando a muchos competidores en esta categoría. Eso sí, en aquellas experiencias más vistosas, como Alan Wake 2, el aspecto general es algo apagado, con secuencias oscuras que pasan por grisáceas y una muy preocupante lentitud a la hora de atenuar dichas zonas oscuras cuando lo necesitan.
Esto nos hace preguntarnos lo que he mencionado al comienzo: ¿vale la pena un monitor así? Sí, aunque solo si juegas a multijugadores, experiencias de entrar y salir o no te importa la calidad general del panel. En juegos como Black Ops 6 o Delta Force, los 4K, el 1ms de respuesta y sus 160 HZ de tasa de refresco son tremendamente buenos, todo pensado para el disfrute rápido más que el de aquellos juegos que buscan dejarte embobado con sus secuencias jugables.
Además, también es interesante para aquellos que juegan en consolas. Cómo no, siendo un monitor de Sony, cuenta con compatibilidad completa con PS5, amén de un modo dedicado a la consola —aunque no os pone dificultades si jugáis en Xbox—. Durante pruebas con juegos como Marvel's Spider-Man 2 y The Last of Us Parte 2, el monitor demostró su capacidad para manejar altas tasas de fotogramas sin problemas de desgarro o retraso. Y es que, como cuenta con un puerto HDMI 2.1 y soporte para VRR, podemos jugarlo con un frame rate desbloqueado y a 120 HZ en consolas.
No obstante y en líneas generales, me habría gustado que el INZONE M9 II fuese el verdadero salto al OLED completo de Sony. La falta de una panel OLED limita su capacidad para competir con modelos que ofrecen negros más profundos y contrastes superiores.
Conclusión
Comparado con su predecesor, el INZONE M9, el modelo II introduce mejoras significativas en rendimiento y diseño. Aunque cuesta 100 euros más que el original, las características adicionales justifican ampliamente la diferencia de precio. Este monitor demuestra ser una opción equilibrada entre costo y prestaciones, destacándose en el competitivo mercado de monitores gaming. Las mejoras en la calidad de construcción, combinadas con las capacidades técnicas avanzadas, lo posicionan como una actualización que vale la pena para quienes buscan lo mejor en esta categoría.
A pesar de algunas limitaciones, que las hay y son de peso, creo que este monitor apuesta enormemente a llamar la atención de un grupo de jugadores en particular, mientras el M10 hará lo propio con el otro segmento. Si esta es la idea de Sony, y es lo que parece con dicha estrategia, creo que la jugada sale fenomenal.
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