Hay muchos juegos que aparecen en algún evento y, a pesar de lucir genial, se pierden entre la ingente marabunta de anuncios y lanzamientos mensuales —más de 18.000 juego se lanzaron en 2024 y 2025 va por el mismo camino—. Eso mismo, le puede pasar a 1348: Ex Voto. Sin embargo, trataré de que eso no ocurra, al menos para quienes leáis este texto, porque el juego promete, incluso si sus ambiciones no son las más grandes. Con una premisa muy interesante: combinar acción en tercera persona, ambientación medieval europea y, lo más difícil de todo, mantener la fuerza narrativa de un título como The Last of Us. Y ahora, tras verlo en movimiento en un evento cerrado con sus creadores, tengo menos dudas de que su aventura medieval, con una actriz de la talla de Jennifer English (Baldur's Gate 3) y un realismo visual y temático notable, va a gustarme.
Un viaje al medievo, entre lo real y la ficción
Lo que llama la atención nada más ver Ex Voto en movimiento es el cuidado y cariño que han puesto a la ambientación del proyecto. En este caso, el equipo italiano no ha querido salirse de sus propias fronteras para situar su ópera prima y, como podéis imaginar, nos trasladará a la costa sur de "la bota" a mediados del siglo XIV. Lo mejor es que, si sabéis de historia del viejo continente, sabréis cuál es el motivo número uno del caos en Italia: la peste bubónica.
Aquí, 1348: Ex Voto traza paralelismos con A Plague Tale: Innocence y su secuela —aquel juego de Asobo Studio también se vio influenciado por la obra magna de Naughty Dog—, pero se desliga de aquella aventura de Amicia y Hugo, relegando el caos de una epidemia como la peste al trasfondo social y la narrativa ambiental. Por ello, la fuerza de lo que cuenta Ex Voto está en sus personajes y en una odisea personal que llevará a Aeta, una joven caballera de una familia pudiente, a buscar a su amiga de la infancia, lo único parecido a una familia que le queda con vida.
Aeta no es una caballera cualquiera. En una Europa medieval donde la caballería femenina era una rareza, se convierte en una figura singular, y su vínculo con Bianca le da un motor emocional inmediato a la historia. Para reforzar este corazón narrativo, Sedleo ha trabajado con dos actrices experimentadas: Alby Baldwin y Jennifer English, quienes interpretan a Aeta y Bianca, respectivamente. Ambas han aportado tanto voz como movimientos a los personajes mediante motion capture, y varios de sus manierismos se han incorporado directamente al desarrollo, haciendo que la historia gane autenticidad y personalidad, además de ofrecer una dura representación humana y social del medievo.
Aunque el estudio avisa que este componente social no se va a comer el discurso —porque Aeta es como una Arya Stark a la italiana, un personaje independiente y fuera de la tónica general de su mundo—, saben que habrá quien ponga los ojos en blanco al ver una mujer caballero en el medievo europeo. Sin embargo, "no nos importa", respondió Tom Oceano, director del proyecto, pues "es la historia de ficción que queremos contar". "Entendemos que haya quien no vea bien una mujer caballero, pero es parte de nuestra ficción", añadió.
"Pero no somos un juego de fantasía ni tenemos elementos ficticios", enfatizó Oceano. Iremos recorriendo parajes de ensueño y de pesadilla humana, porque, como he mencionado, por mucho que sea una historia de ficción, Ex Voto tiene los pies en la tierra. Nos maravillaremos con la brillante arquitectura del sur de Italia, creada con ayuda de historiadores y arquitectos reales para confeccionar un periplo visualmente tan apabullante como terrorífico, porque la guerra convertirá el sur del país en una carnicería.
Ex Voto quiere ser duro, pero no porque gracias a ello se consiga empatizar más con su protagonista y su viaje, sino porque el periodo histórico se presta a ello. El proyecto se mueve entre la crisis religiosa y la moral creada por la peste, mientras las repúblicas de Florencia, Venecia, Milán o Génova se reparten el territorio en un constante tira y afloja político-social. Por ello, la idea del equipo no es ser crueles o deformar el realismo histórico, porque ya es un caldo de cultivo para una aventura tensa y difícil de digerir; una que, por cierto, no quiere ir más allá de lo que una historia así puede durar y planea tenernos ocupados en torno a ocho horas.
1348: Ex Voto es como un Hellblade: pasillero y centrado en el combate
A lo largo de esta casi decena de horas, el equipo no planea locuras visuales sacadas del currículo de Michael Bay, sino set pieces contenidas, fielmente diseñadas, sí, pero nada que rivalice con el realismo que buscan conseguir. Y es que el ADN de Ex Voto es el de un juego primordialmente lineal; nada de mundos abiertos o mapas extremadamente grandes, donde el sigilo no tiene cabida y la acción es el pan de cada día.
En este caso, el estudio ha centrado su combate en pequeñas reyertas con un par de enemigos, más que en la épica y la escala de las grandes batallas medievales. Para entender el grado de realismo, hablamos de un sistema parecido al de Kingdom Come: Deliverance 2, aunque más por el lado del game feel que por el realismo mecánico. Esto se traduce en que los espadazos, las esquivas y los golpes son duros y se sienten, haciendo que el ballet que es el buen combate de espadas no nos perdone un solo error.
Hablamos de un sistema parecido al de Kingdom Come: Deliverance 2, aunque más por el lado del game feel que por el realismo mecánico
A esto se suma unas ideas que miran de cerca a Ghost of Tsushima, aunque con muchas salvedades. Ex Voto introduce un sistema de poses por el cual podemos cambiar el ritmo del combate en tiempo real. Por ahora solo hemos visto dos posturas, si podemos llamarlas así: a dos manos y a una mano. Dejando nuestra izquierda libre, parar golpes será mucho más complicado, pero ganaremos mayor movilidad. A dos manos, los golpes serán más certeros y la guardia alta se podrá mantener con mayor facilidad, aunque pasaremos a movernos con mayor dificultad.
Sobre el papel, el sistema funciona en un concepto jugable donde Sedleo no quiere llenar 50 horas de juego. Si bien tengo dudas sobre la variabilidad del sistema y cómo podremos iterar con el entorno o los enemigos, cambiar de pose es rapidísimo, eficaz para encadenar golpes y se puede hacer entre ataques, sin necesidad de recobrar la compostura o ejecutar una animación tan preciosa como inútil mecánicamente para cambiar de posición. Además, y mirando de cerca a Sekiro: Shadows Die Twice, tanto nuestra protagonista como sus enemigos tendrán un sistema de equilibrio por el cual, aunque no parecen ser muy difíciles de superar, los contrarios podrán perder la postura y quedar expuestos a un ataque certero nuestro.
"No es un soulslike, es más similar a un Hellblade y el alma de The Last of Us"
No podremos cambiar de espada, aunque tampoco podemos cerrar la puerta a otro armamento; lo que sí podremos es modificar nuestro sable con añadidos, tanto visuales como para mejorar el manejo o incluso abrir un abanico de movimientos y habilidades para Aeta. Aun con todo, Oceano lo dejó claro: "no es un soulslike, es más similar a un Hellblade y el alma de The Last of Us", por lo que no busca ser un RPG ni un juego con sistemas de crafting complejos.
Con todo esto, 1348: Ex Voto es uno de esos juegos que la industria necesita: directo, sin ínfulas y sin miedo a mezclar ficción y realidad. Por ahora, aún quedan muchas dudas por disipar, pero las promesas, aunque moderadas, son suficientes como para tenerme interesado por el proyecto. Así, solo resta esperar, pues aunque el juego no tiene fecha de lanzamiento todavía, más allá de una promesa de llegar en 2026, sí sabemos que lo hará en PC y consolas.
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