Halloween ya está aquí y ya sabemos lo que eso significa: hay que comprar máscaras de plástico para vestirse de mamarracho, hacer acopio de sangre falsa y convertir nuestras casas en el decorado de una película de Tim Burton. Probablemente, ya tendrás preparados unos cuantos slashers dignos de un buen videoclub de los 80, pero si eres aficionado a los videojuegos, habrás pensado en algún juego con el que celebrar esta oda al terror (y a los cócteles de color rojo) que nos acompaña en estas últimas noches de octubre.
La lista de títulos de terror interesantes a los que jugar es interminable y los últimos años están suponiendo una auténtica época dorada para un género del que resulta imposible no acordarse en estas fechas. Sin embargo, este año he querido celebrar estas noches de terror probando algo diferente: 7 Days to Die. Un título de supervivencia y crafteo que llegaba en 2013 a PC, y en 2016 a Xbox One y PS4. A día de hoy todavía sigue en acceso anticipado y puedes encontrarlo dentro del catálogo del Xbox Game Pass.
Me ha tenido con un nudo en la garganta en todo momento
De entrada, puedo decirte que el juego es un completo desastre en algunos aspectos, pero también te aseguro que me ha tenido con un nudo en la garganta en todo momento. Decir que 7 Days to Die es un juego con luces y sombras me resulta incluso atrevido, en primer lugar porque el juego se encuentra todavía en desarrollo y carga con muchos problemas que resolver, pero si te quiero hablar de él es porque ha conseguido mantenerme pegado a los mandos como pocos juegos, logrando que las horas parecieran minutos.
El Minecraft de la supervivencia zombi
7 Days to Die ha sabido hacerse un hueco entre los aficionados al género de supervivencia tras haber vendido más de 15 millones de copias, pero si todavía no sabes de qué va la historia, piensa en las mecánicas de crafteo de Minecraft aplicadas a un enorme mundo abierto posapocalíptico al más puro estilo The Walking Dead. El objetivo está claro: sobrevivir, y para hacerlo vas a tener que moverte rápido y encontrar la forma de pertrecharte.
Tendrás que registrar cada casa, vehículo y asentamiento con el que te cruces, porque cada rincón puede esconder objetos que te ayuden a sobrevivir y emplearlos para asegurar la base en la que te fortificarás. El planteamiento es sencillo pero a la vez muy estimulante, porque rápidamente vas a verte cargado con cientos de objetos que pueden serte de utilidad mientras mejoras y desarrollas a tu personaje. Tienes niveles y una enorme lista de habilidades que adquirir, además de una infinidad de elementos de equipo como ropa, armas y armaduras.
Sin embargo, el punto fuerte del juego lo encontrarás en la fortificación de la base. Es aquí donde toman sentido todas las mecánicas de crafteo, y el motivo lo encontramos en el nombre del juego. En 7 Days to Die tendrás que hacer frente a hordas de zombis que se lanzarán a por ti sin piedad cada siete días, y da igual lo mucho que te escondas, te van a encontrar. Así que, además de mantener a raya la sed, el hambre o las heridas que sufras a lo largo de tu travesía, tu único objetivo a lo largo de la semana será reforzar tu base para que aguante los ataques de unos zombis que no van a ponértelo fácil. Conforme pasen los días y subas de experiencia, los enemigos a los que te enfrentarás serán cada vez más duros y los nuevos ciclos de oleadas se convertirán en una auténtica pesadilla. Esta mecánica te mantiene constantemente activo, trabajando mientras cruzas los dedos para que el fuerte que estás levantando aguante la avalancha.
En 7 Days to Die habrá hordas de zombis que se lanzarán a por ti sin piedad cada siete días
Aquí es donde toca ponerse imaginativo, porque juegas con la inteligencia artificial de los zombis y no sólo se trata de construir el muro más grueso, tienes que pensar en cuál es la fórmula más ingeniosa para economizar los recursos. Puedes montarte un pasillo que lleve a los zombis hacia un embudo de trampas mientras te mantienes en una cómoda posición para jugar al tiro al pato, o alzar una enorme torre tras zanjas y barricadas desde la que hacer puntería. También podrás fortificar algunas de las casas que encuentres a tu paso, la elección es tuya y es estimulante. Pero ¿por qué da tanto miedo?
Un juego que te mantiene siempre en tensión
El motivo por el que 7 Days to Die es tan terrorífico es porque no te permite estar relajado ni un segundo. Necesitas aprovechar los días porque son el momento perfecto para explorar y entrar en edificios abandonados buscando recursos, pero también es el momento en el que te encuentras con un zombi tras un armario. Hasta tus vecinos van a enterarse. Mientras te encuentras en campo abierto la situación no mejora, porque en cualquier momento puede abalanzarse sobre tu espalda un zombi que anda perdido por el bosque. En pocas horas el juego ha conseguido que me acostumbrara a mirar hacia atrás cada pocos segundos, así que puedes imaginarte el grado de tensión al que me he visto sometido.
Si hablamos de las noches, el juego se vuelve completamente aterrador. Lo que te va a apetecer es aguantar en el rincón más fortificado y mejor iluminado de tu base, mientras esperas a que salga el sol, pero desgraciadamente, no podrás hacer eso. El tiempo vuela y la semana pasa antes de lo que parece, así que necesitas seguir minando y crafteando por la noche. Pero a tu alrededor, los zombis nocturnos son mucho más rápidos y más peligrosos, así que prepárate para sufrir a la luz de las antorchas. Si la atmósfera te está pareciendo poco estresante, debes saber que las noches están acompañadas de unos sonidos que van a conseguir sobresaltarte cada pocos minutos.
7 Days to Die está en Game Pass, y de oferta en tiendas
Hay algo especial en los juegos de supervivencias que los convierte en juegos especialmente aterradores, sin formar parte de los survival horror, que son los títulos que habitualmente asociamos a las noches de terror. El último que pude jugar fue Grounded, un juego que, pese a su estética amigable y su tono nostálgico, consiguió hacerme rechinar los dientes cuando me vi obligado a cruzar el jardín a oscuras. Así que, ya puedes imaginar cómo me he sentido rodeado de zombis hambrientos. Afortunadamente, 7 Days to Die te permite jugar con amigos, volviéndose algo menos estresante y todavía más divertido, pero aquí hemos venido a pasar miedo, así que mis primeros pasos en el juego de The Fun Pimps los he dado solo. Si estás planteándote probarlo, debes tener en cuenta algunos inconvenientes importantes.
Por un lado, todo el apartado gráfico es terriblemente pobre, con texturas y modelados que aparentan tener un par de décadas encima. Tampoco cuentes con tener un combate ni medianamente decente, hablamos de animaciones toscas y nula sensación de peso en los golpes, llegando a dificultar los enfrentamientos hasta el punto en el que no sabes bien si le estás dando a un enemigo o no. También me he encontrado con bugs enormes. De hecho, he sudado tinta para salir de un espacio en el que he quedado atrapado bajo una zona del escenario. Ese es el nivel. Pero insisto, estamos hablando de un juego en acceso anticipado y en fase alpha, todavía por cocer. Pero si la premisa te llama la atención y quieres darle una oportunidad, recuerda que lo tienes disponible en el Gamepass y de oferta en PlayStation Store y en Steam, como parte del Festival de Miedo que la plataforma de Valve ha puesto en marcha a propósito de Halloween.
Es tan terrorífico que no te permite estar relajado ni un segundo
Ya sólo nos queda disfrutar de estas fechas celebrando la fantástica época que estamos viviendo con el género del terror en los videojuegos, con sagas tan veteranas como Resident Evil en plena forma, habiendo estrenado recientemente el DLC de Resident Evil 8 y con un remake de Resident Evil 4 que promete grabarnos a fuego el sonido de la motosierra. Pero no son los únicos, Dead Space vuelve en 2023 y su heredero espiritual, The Callisto Protocol, ya nos ha dejado unas fantásticas primeras impresiones. Por si todo esto fuera poco, la legendaria saga survival horror de Konami, Silent Hill, vuelve por todo lo alto con un remake de su segunda entrega y proyectos tan ilusionantes como Silent Hill: F.
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