El primer Dark Souls llega a la consola de Nintendo con algo de retraso con respecto a sus otras ediciones remasterizadas. El resultado final es una edición que está entre dos aguas, de la original y la versión que pudimos ver hace unos meses. Te explicamos todos los detalles en nuestro análisis de Dark Souls Remastered para Nintendo Switch.
Lo primero que hice nada más empezar a jugar a Dark Souls Remastered en el modo portátil de Switch es apretar el botón para poner la consola en stand by. Tenía curiosidad por ver qué pasaría y el resultado es que podemos pausar Dark Souls en cualquier momento, incluso en mitad de un combate. Es un detalle sin mucha relevancia, pero para los que llevamos jugando años a los Souls, escondiéndonos en oscuras esquinas cada vez que teníamos que parar de jugar un momento, es un buen signo de cuánto han cambiado las cosas con esta franquicia. Ahora podemos jugar donde queramos y eso supone hacer algunas concesiones.
Cada una de las múltiples versiones que ha tenido este juego, uno de los más influyentes de la Historia del videojuego reciente, ha tenido sus propios sacrificios. Me atrevería a decir que para un juego tan importante que ha embaucado a millones de jugadores, no existe una versión "ideal" de Dark Souls, con el permiso de la versión DSFix de PC. La remasterización ha logrado optimizar algunas cosas y empeorar otras por el camino, como vimos en los análisis de Dark Souls Remastered para PC, PS4 y Xbox One.
La de Nintendo Switch, la última en aparecer, es extrañamente familiar. No se ha utilizado los efectos gráficos de sus versiones homónimas, y por tanto, perdemos las mejoras, pero también ganamos lo que hacía bien el juego original. La luz incide, como el original, correctamente sobre los objetos, y las armas y armaduras vuelven a tener la textura correcta del acero tal y como fue concebido. Es decir, no ha cambiado nada. De esta forma, parece que esta versión de Dark Souls para Switch, en vez de haber partido de la versión Remastered, lo ha hecho de la original de consolas.
Recorriendo Lordran, otra vez
Se ha trabajado, por tanto, en optimizar el rendimiento original del juego. La versión funciona a 30 frames por segundo, que se mantienen incluso en la ya famosa Ciudad Infestada, el mejor lugar sin duda para probar cualquier tipo de optimización. Sin embargo, sí he notado las ya clásicas inconsistencias que provocan saltos de imagen y algún tirón. El llamado stattering, del que parece que no podemos desprendernos. Lo he percibido tanto en la versión dock como en la portátil y aunque no he tenido problemas para avanzar, si que puede llegar a resultar algo molesto para el ojo entrenado.
30 frames por segundo, de hecho, es algo que creemos poco ambicioso como para que Switch pudiese responder en óptimas condiciones sin este tipo de defectos. Teniendo en cuenta que la máquina de Nintendo se ha atrevido con juegos de la presente generación a 60 frames por segundo, aun sacrificando resolución por el camino, e incluso remasterizaciones de la anterior generación a 1080p, se nota que es el propio código del juego el que genera los cuellos de botella y debe suponer, realmente, un verdadero caos de optimización.
La remasterización ha logrado optimizar algunas cosas y empeorar otras por el camino
Con todo, puedes jugar a Dark Souls Remastered a 30 frames por segundo, lo que para muchos será suficiente si le añadimos el factor portátil. En el dock la resolución sube a 1080p y en modo portátil a sus resolución nativa de 720p, pero tampoco he visto una notoria mejora al jugar de esta forma con respecto a jugar en una televisión. Sí, por el contrario, me he sentido especialmente incómodo en la versión portátil y sí, esto es una apreciación muy personal. La ergonomía de los joy-con y sobre todo su recorrido no es el ideal para un juego a veces estresante como Dark Souls.
Mientras que con el Pro Controller mi experiencia ha sido perfecta, a las manos le costaban algo más acoplarse al modo portátil. El tamaño de la pantalla también me ha supuesto un hándicap, ya que algunos escenarios del juego son realmente oscuros y es difícil apreciar algún enemigo disparando en la lejanía o un objeto brillando, con respecto a jugar en una pantalla grande. He resuelto las situaciones sin problemas, pero también tengo que dejar claro que he jugado a este juego más horas de las que me atrevería a admitir (por cierto, aquí tenéis una Guía de Dark Souls: Remastered con trucos, consejos y secretos) y por tanto conozco bastante bien el camino que hay que seguir. Quizá para un jugador nuevo, el modo portátil puede suponer una diferencia mayor.
El multijugador de Dark Souls, afortunadamente, se mantiene con las novedades de la última edición
Si esta versión de Switch está técnicamente entre dos tierras, la de la original y la remasterizada, lo mismo ocurre con las nuevas funcionalidades y efectos que trajo consigo su reedición. Por ejemplo, se ha cambiado al resplandor nuevo azulado de las almas, pero se ha conservado el fuego del original. Hay acceso directo al Estus (aunque tarda algo más de lo debido), pero no se puede modificar el tamaño del HUD. No se han añadido los efectos nuevos, como a la hora de consumir humanidad o texturas como la de la cota de malla del caballero alicaído, pero sí se puede cambiar de pacto en la hoguera y consumir varias almas a la vez. El multijugador de Dark Souls, afortunadamente, se mantiene con las novedades de la última edición, ampliando a 6 el número de contendientes.
Creo que se podía haber hecho más con la remasterización de Dark Souls para Switch, al igual que se pudo haber hecho más con las remasterizaciones de las otras plataformas. Aquí existe el aliciente para muchos jugadores de poder jugar en donde quieran gracias al modo portátil, pero también creo que con más trabajo se podía haber exprimido la máquina de Nintendo, más allá de corregir la versión original de la pasada generación para alcanzar unos 30 fps estables, pero con algo de stuttering y una resolución de 1080p. Un juego tan importante, tan relevante y tan querido por la comunidad se merecía un trato óptimo por parte de su desarrolladora, y ninguna de las versiones de este Remastered ha logrado brillar con fuerza.
Dark Souls Remastered en Switch es una versión que lleva el juego original a la consola de Nintendo, aumentando su resolución a los 1080p y corrigiendo el framerate a 30 fps, con algunas inconsistencias provocados por el stuttering. Ni siquiera recoge todas las incorporaciones de la versión Remastered, aunque en algunos aspectos para mejor. Una versión correcta, que permite llevarte este clásico a cualquier parte, pero poco más.
Comprar Dark Souls: Remastered- Una buena oportunidad para descubrir uno de los juegos más influyentes de los últimos años
- Se han retocado algunas funciones para mayor comodidad...
- Pero otras se han dejado sin alterar con respecto al original
- La tasa de refresco a 30 fps sufre de problemas de stuttering
