No son unos Juegos Olímpicos cualquiera para ningún japonés, y Sega parece demostrarlo con la nueva entrega de su saga crossover de los JJ.OO. Mario y Sonic congregan a sus amigos en un nuevo desafío deportivo para todas las edades. Disciplinas contemporáneas y clásicas harán las delicias de los aficionados en Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Parece ayer, pero la tradición de enfrentar a los amigos de Mario y Sonic en plataformas de Nintendo iniciada con los magníficos Juegos Olímpicos de Pekín ya tiene más de una década. Las mascotas han visitado la capital china, Londres y Río de Janeiro (amén de Vancouver y Sochi en sus respectivos Juegos Olímpicos de Invierno), y aunque la base de las distintas obras no da para evolucionar más allá de lo que se espera de un título de minijuegos deportivos, la realidad es que Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se ha convertido en uno de los mejores referentes de toda la saga por la cantidad de pruebas ofrecidas, la calidad de las mismas y las opciones disponibles a la hora de jugarlas en compañía.
Solo es una teoría, pero creo que mucho han tenido que ver dos factores para convertir al nuevo juego en todo lo que el amante de los minijuegos olímpicos podía esperar: la pausa entre la anterior entrega de la saga Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos por un lado y la ausencia de un título oficial de los JJ.OO. por parte de Sega por el otro. Acostumbrados a recibir un título crossover entre Nintendo y Sega cada dos años intercalando disciplinas de verano e invierno, los Juegos Olímpicos de Invierno de Pieonchang en 2018 se quedaron sin la visita de Mario y Sonic. Puede que la pausa les sirviese para centrar mejor el disparo en la entrega de Tokio y esforzarse en satisfacer a los jugadores del título olímpico celebrado en su país.
De hecho, añadiría un tercer factor a la exitosa mezcla: el esfuerzo extra de Sega en el desarrollo de Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 ha tenido que ver con el sentimiento de pertenencia de la empresa y la realización de los Juegos Olímpicos en Japón. Sea lo que sea, en realidad, importa poco: lo capital es que el título brilla en su campo como la misma llama olímpica, por lo que todos los usuarios de Nintendo Switch salen ganando con el buen hacer de la empresa del erizo.
Un problema del género
Como os digo, estoy asombrado con el buen trabajo realizado por parte de Sega en el nuevo Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos, pero no penséis que el título hace un milagro con los problemas que arrastran productos como el presente desde que el videojuego es videojuego. Siendo divertido para un jugador y teniendo pruebas muy desafiantes que querrás probar una y otra vez hasta conseguir superar todos los récords y logros posibles, estamos ante un título party que se disfruta más en compañía que en solitario, lo que lastra su recorrido si no tienes con quién disfrutarlo. El modo on-line puede paliar parte del problema, pero la sensación a los mandos del software en local con otros amigos es insuperable. Ahí, Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, es imbatible.
Además, parece que los desarrolladores han sido muy conscientes de la plataforma en la que sale el título, por lo que han ofrecido un amplio abanico de posibilidades a la hora de jugar a las distintas pruebas. Hay alguna excepción, pero la mayoría permite ser jugados con el sensor de movimiento de los Joy-Con o con los botones del mando, lo que acaba facilitando enormemente dos áreas de juego imprescindibles para una plataforma como Nintendo Switch: el multijugador con la mayor cantidad de usuarios posible y el juego portátil. Una decisión de diseño ejemplar por parte de los implicados que no hace más que mostrar el gran trabajo realizado para la nueva entrega.
La sensación a los mandos del videojuego en local con otros amigos es insuperable
Uno de los ejes principales de la experiencia está en la campaña, que enviará a Mario, Sonic, Eggman y Bowser a los Juegos Olímpicos de Tokio de 1964 por culpa de un ingenio malvado de Robotnik con forma de consola retro. No esperéis una historia de Hideo Kojima: es tonta, bobalicona e infantil, pero suficientemente útil como para mostrar la gran mayoría de minijuegos de la obra a lo largo de sus siete horas de aventuras con los amigos de Mario y Sonic. No conforme con las disciplinas deportivas de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Sega ha incluido una serie de pruebas exclusivas del modo que, posteriormente, podrás jugar de forma individual, siendo algunas realmente divertidas.
Consigue tu medalla actual o retro
El viaje de los héroes y villanos a los Juegos Olímpicos de 1964 no es solo utilizado para crear un pretexto conflictivo a aplicar en la campaña: se ha realizado para crear pruebas de índole retro que han resultado ser uno de los principales reclamos del juego. Más allá de la curiosidad de crear contenidos con los sprites clásicos de 8 y 16 bits de los personajes de Sonic y Mario, la realidad es que Sega ha sabido clavar la jugabilidad más clásica en este tipo de juegos con gran gusto y mejor jugabilidad. Se respira el aire de los míticos Track and Field de Konami o los éxitos deportivos de recreativa, y a pesar de ser más simples que los deportes normales, son igual de disfrutables.
En el territorio de los deportes convencionales la lista es inmensa: 100 metros lisos, 100 metros vallas, relevos 4 x 100 metros, lanzamiento de jabalina, triple salto, lanzamiento de disco, escalada deportiva, surf, skateboarding, boxeo, kárate, fútbol, rugby 7, piragüismo, natación, gimnasia, hípica, bádminton, tenis de mesa, esgrima y tiro con arco son los seleccionados para la ocasión. Naturalmente, algunos destacan más que otros, siendo los que funcionan exclusivamente con control de movimiento quizás los menos disfrutables, pero hay algunos como rugby, skateboarding o las disciplinas con raqueta y atletismo que son verdaderamente divertidos solo y acompañado.
No puedo decir lo mismo de los eventos de Fantasía: la idea no era mala cuando se incluyó en pasadas entregas, pero creo que en Tokio 2020 no se ha sabido aprovechar su versatilidad. Se limitan a una insulsa melé de karate para cuatro jugadores, una carrera futurista y una aburrida sección de disparos. Las modalidades on-line son funcionales, aunque se echa en falta el poder aprovechar el espíritu olímpico para crear eventos que realmente motiven a los jugadores a participar y representar a su país de forma virtual. En todo caso, y como suele pasar con juegos como el presente, la sensación del multijugador local no se puede replicar en línea.
El mejor Sonic y Mario en los JJ.OO.
Sin grandes secretos en lo visual, se ha plasmado las principales sedes de Tokio 2020 y se ha creado entornos que cumplen y sin grandes aspavientos inspirados en la capital nipona para la campaña. A pesar de lo diferentes que son los personajes de una y otra franquicia coexisten con gracia, sin que resulte molesto verlos compitiendo en las distintas disciplinas propuestas por Sega para la ocasión. Tampoco descubre la rueda en el sonido: se ha apostado por doblar al castellano las pocas voces que hay en el videojuego olímpico, lo cual siempre es una grata noticia, y acompaña sonoramente al título con soltura, que es todo lo que se le puede pedir a un título de minijuegos.
Por su variedad, buen gusto y contenido, Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 es, indiscutiblemente, el mejor videojuego de la saga hasta la fecha. Hay que ser consciente de las limitaciones de un género basado en los minijuegos, pero en su campo ha sabido estar a la altura de lo que se le puede pedir a un juego deportivo y ser un grato entretenimiento para todos los jugadores, sin importar edad o experiencia a los mandos de una consola, lo que le convierte en una gran opción para las inminentes fiestas navideñas.
Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 es un título deportivo de minijuegos ejemplar. Variado y preparado para ser disfrutado en compañía, sus desarrolladores se las han ingeniado para crear un entorno amable en el que todos puedan disfrutar de algunas de las principales disciplinas deportivas que se verán en la capital de Japón el próximo verano. Como en otros juegos del género, resulta complicado disfrutarlo en modo para un jugador, y aunque hay una campaña pasable que pretende corregir el problema, la experiencia es completamente distinta si se disfruta en compañía. Un imprescindible para jugar con la familia en las fiestas navideñas.
- El más completo Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos hasta la fecha
- Ofrece numerosas opciones de control para ser disfrutado en multijugador
- Las pruebas retro son un auténtico ejercicio de nostalgia visual y jugable
- El modo campaña es un aliciente ideal para conocer todas las disciplinas...
- … aunque la campaña acabe siendo demasiado infantil
- Como en prácticamente todos los juegos del género, es difícil sacarle partido en solitario
- No todas las pruebas con sensor de movimiento funcionan como en los tiempos de Wii
