Más allá del videojuego. God of War y la sobreprotección infantil

Más allá del videojuego. God of War y la sobreprotección infantil
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God of War se ha reinventado, pero ¿y si lo hubiera hecho más que cambiar puras mecánicas de juego? Queda claro que la historia de Kratos en la mitología nórdica es más personal que la casquería de su paso por la griega. Y, sin embargo, aún hay sitio para ir más allá del videojuego, porque God of War también explora un tema poco tratado en nuestro mundillo: la sobreprotección infantil.

ADVERTENCIA IMPORTANTE: Este artículo contiene spoilers de God-of War y se recomienda haberlo terminado antes de leerlo.

Cuando terminé el nuevo God of War no me lo podía creer. Si me llegan a decir tan sólo unos años antes que esta saga iba a tratar mejor que nadie algunos temas tan poco discutidos en el ámbito del videojuego como la educación y la sobreprotección infantil, me hubiera echado a reír a carcajadas. Vamos a ver, que esto siempre ha sido una saga de arrancar cabezas, liberar testosterona por todos los poros de la piel y, en definitiva, soltar toda la rabia interior acabando con "todo dios" que esté por delante.

Así que quizá el guión ideado por Cory Barlog y su equipo tenga más mérito aún si cabe. Han cogido el cliché con patas que era Kratos y, sin olvidarse de todo su pasado, lo cual es digno de elogio, han creado una historia de expiación a través de su hijo Atreus. A lo largo del juego podemos ver esa ira contenida del espartano que en el fondo es la propia del jugador. De aquél que gozaba reventando dioses de las formas más violentas posibles cuando era un adolescente allá por 2005 y que doce años después (puede) que se encuentre incluso casado y con hijos. Desde luego, hijos o no, sus valores ya no son los mismos. Y ver un juego que crece y madura contigo es una experiencia a la que no estamos muy acostumbrados en nuestra industria.

Más allá del videojuego. God of War y la sobreprotección infantil


Ver un juego que crece y madura contigo es una experiencia a la que no estamos muy acostumbrados

God of War es la historia de las inquietudes de Barlog y su empeño por ser un buen padre, pero es también una capaz de captar el espíritu de nuestra época y los miedos de los progenitores actuales, que han detectado lo que una vida demasiado cómoda puede hacer a nuestros hijos si no tenemos cuidado. Las anteriores generaciones, las que habían vivido guerras y hambrunas, educaron a su descendencia en la cultura del trabajo duro y la perseverancia. Las siguientes que no nos hemos visto involucrados en "crisis" tan extremas, hemos vivido, hasta cierto punto, cómodas en la seguridad de nuestras casas contemplando el mundo a través de una pantalla, mientras que muchos padres, ya sea por trabajo, falta de tiempo, dedicación o interés han dejado a algunos hijos educarse prácticamente solos.

¿Cómo aborda un juego como God of War todo esto en una obra de fantasía y en una época clásica? A través de los mitos, por supuesto. Los mitos han sido una de las más antiguas y mejores herramientas para explorar la condición humana. En el caso de esta entrega, con el de Baldur y su madre Freya, o Frigg en la mitología canónica (God of War se aprovecha de la teoría de que Frigg y Freya podrían referirse a la misma persona). Según el mito, Frigg quería tanto a su hijo favorito Baldur, el dios perfecto, que recorrió el mundo haciendo prometer a todas las cosas no dañarlo. Lo único con lo que no gastó el tiempo fue con el muérdago, considerando que algo tan nimio sería incapaz de hacer daño a nadie. Y así fue como Loki aprovechó esta circunstancia para hacer que Hodr matase a Baldur con una flecha de muérdago.

Más allá del videojuego. God of War y la sobreprotección infantil


Loki es el embaucador. Simboliza ese caos en nuestras vidas que echa al traste nuestros planes. Es la razón por la que nos sentimos tan atraídos a la par que temerosos por personajes como el Joker. Queremos tener siempre el control de nuestras vidas y la seguridad de que a nuestros hijos nunca les pasará nada. Pero eso es imposible. Como demuestra Baldur en el videojuego, hacerlo invulnerable acaba con su capacidad de sentir nada en absoluto y eso lo vuelve medio loco, demostrando una rabia y una ansiedad fácil de reconocer en nuestros días. De la misma manera, los padres tienen que aprender que sus hijos sentirán dolor y que no pueden hacer nada por evitarlo. Tarde o temprano deben abandonar el nido. Querer proteger a nuestra descendencia a toda costa crea otros problemas, que pueden ser incluso más peligrosos.

Pese a que Kratos intenta enseñar a Atreus a valerse por sí mismo durante toda la aventura, guarda celosamente el secreto que le impide avanzar.
Pese a que Kratos intenta enseñar a Atreus a valerse por sí mismo durante toda la aventura, guarda celosamente el secreto que le impide avanzar.


En contraposición, tenemos a Kratos, que de la misma forma quiere evitar por todos los medios que Atreus sepa que es un dios. Al igual que Freya en el videojuego, por su propia experiencia, quiere alejar del dolor, de una vida violento y cruel, a su propio hijo, tomando la decisión por él. Pero al contrario que Freya, al final cede y le cuenta a Atreus quién es en realidad. Esto no está exento de peligro, ya que vemos como Atreus comienza a desarrollar una soberbia inusual, pero es también a través de los errores que comete debido a dicha soberbia que es capaz de aprender y madurar. A diferencia de Freya, Kratos permite que su hijo se dañe, cometa errores y aprenda de ellos.

Más allá del videojuego. God of War y la sobreprotección infantil


 Freya es el ejemplo para Kratos de los errores cometidos con los hijos, cuando ya no pueden ser reparados.
Freya es el ejemplo para Kratos de los errores cometidos con los hijos, cuando ya no pueden ser reparados.


En la actualidad y debido al cierto estado de bienestar en el que se encuentran los países del primer mundo, se estudia cada vez más el fenómeno de la sobreprotección infantil y el efecto que puede tener en nuestros hijos. De padres despreocupados hemos pasado al espectro opuesto, en el que tener el control total de la vida del pequeño ante las miles de alarmas y miedos que nos provoca el exceso de información de los tiempos modernos. Sobreprotegemos a los hijos porque, en el fondo, los queremos y no les deseamos que vivan nada que les dañe. Pero se olvida que con este sobreproteccionismo estamos creando un mal mayor y posterior. Una burbuja en torno al niño que, cuando tenga que valerse por sí mismo, le creará frustración y ansiedad. Los datos de múltiples estudios revelan que los hijos hoy día tardan más en independizarse, son más propensos a alergias y enfermedades inmunológicas y desarrollan un sentido limitado de la responsabilidad, menor autonomía y una mayor falta de iniciativa. Queremos alejarlos del peligro. Incluso del aburrimiento. En pleno 2018 se aconseja a los padres permitir a sus hijos que se aburran, para desarrollar la imaginación y la creatividad, en vez de darles todo en bandeja de plata.

Más allá del videojuego. God of War y la sobreprotección infantil


De los varios encuentros que tuve con Cory Barlog durante el proceso de desarrollo de God of War en PS4, siempre me sorprendió la naturalidad con la que siempre conectaba con su familia todas las preguntas que le hacían sobre el videojuego. Una pregunta sobre el idioma de la serpiente le recordaba a una anécdota con su mujer, por ejemplo. Tardé poco en entender que se había inspirado y mucho en su experiencia personal, sobre todo al criar a su hijo, para escribir y dirigir la nueva entrega de la saga. Incluso en el vídeo en que vemos cómo Barlog rompe a llorar por las buenas notas de la prensa, hay una intención detrás de su publicación. En la descripción de Youtube, puede leerse al director: "He pensado mucho si subir o no este vídeo, y entonces me he acordado de la situación por la que está pasando ahora mi hijo Helo. No quiere que estemos cerca cuando está triste. Se va a otra habitación y nos grita si intentamos entrar. Para nosotros es importante que sepa que no pasa nada por estar triste. Que está bien llorar. No hay por qué ocultarse. Así que he pensado en dar ejemplo y enseñarle que papá puede llorar delante del mundo, o al menos de las 50 personas que vean esto. Te lo dedico, Halo. Papá te quiere."

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God of War es uno de los mejores juegos del año como puedes ver en nuestro análisis de God of War, que ha terminado por coronar a Cory Barlog como uno de los grandes directores del presente. Lo es porque es muy divertido y tiene un diseño sobresaliente. Pero eso no es nada comparado con un padre que se preocupa correctamente por ayudar a su hijo a descubrir el mundo por sus propios medios.

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