Una ciudad abandonada y gris es el lienzo de Ash para pintar un mundo nuevo. Pero no lo hará solo, ya que contará con la ayuda de unos extraños seres que le harán compañía. Jugamos a Concrete Genie con el fin de arrojar más luz y color a la nueva obra de PixelOpus.
En el mundo adolescente, las figuras paternas y adultas significan poco, más allá de la autoridad que pueden representar. Es por ello que, salvo en los recuerdos de Ash, nuestro protagonista en Concrete Genie, no hemos visto ningún adulto en la ciudad de Denska, una región portuaria cuya población ha abandonado sus hogares tras unos trágicos sucesos. Es, en el fondo, el mejor patio de recreo para la juventud. Algunos lo expresan patinando por sus calles, destrozando lo poco que queda de valor y abusando de Ash, nuestro protagonista. Este lo verá de otra forma: una oportunidad de devolver la luz y el color de la que otrora fue un gran lugar en el que vivir.
La premisa de Concrete Genie en PS4, por muy fantástica que pueda resultar, no quiere escapar del todo de la realidad. El bullying que sufre Ash lo mantiene aislado de los otros chicos del pueblo que, como suele ser habitual, se dividen entre los que acosan directamente y los que siguen “a pies juntillas” a los acosadores. PixelOpus ha querido tratar el tema con prudencia y respeto, por lo que no oculta la realidad del asunto ni sus daños, pero también incide en las consecuencias creativas del fenómeno. Mientras todo el mundo ve en la decadente ciudad de Denska una causa perdida, Ash ve un lienzo en blanco. Mientras que los otros ven una oportunidad perfecta para la destrucción, Ash la ve para la construcción.
Aquí entran en juego los genios. Tras una pesada “broma” que termina con Ash en una isla al ser atrapado por sus acosadores en un teleférico y romper su cuaderno de dibujo, nuestro protagonista entrará en contacto con estas mágicas criaturas. Seres dibujados que viven en cualquier superficie y que encargan a Ash la tarea de devolver la luz y el color a la urbe. Con este fin, tendrá que crear obras maestras en puntos concretos de la misma, gracias a un pincel mágico capaz de dotar vida a sus creaciones.
Concrete Genie, el pincel del poder
La diferenciación de Concrete Genie se basa en este pincel. Pese a que Ash puede moverse de forma ágil por los edificios, necesitará la ayuda de los genios para poder avanzar en algunas zonas. La primera de todas que hemos visto nos insta a crear una obra en una de las fábricas del puerto. Llegar allí, sin embargo, no es fácil, ya que el camino está a menudo obstaculizado por los otros chicos y el propio entorno. Así, tendremos que ir pintando cada distrito, dar luz a las distintas hileras de bombillas dispuestas por cada zona y atraer a estos seres, que nos ayudarán con sus múltiples propiedades.
En esta primera zona, pudimos ver en acción a un genio de fuego, con la habilidad de quemar algunos de los obstáculos del camino. La parte más interesante fue cuando hicieron falta dos para consumir una superficie y hacer caer unos contenedores, a los que posteriormente subir y escalar. Atraer a los genios a un lugar engloba diversas tareas. Primero, hay que pintar la zona por la que se desplaza, y a menudo el genio requiere de un determinado dibujo que le hace particularmente feliz, por lo que tendremos que conseguir la brocha adecuada para ese dibujo y así poder avanzar. Aquí es donde entra la búsqueda de las diversas páginas de nuestro cuaderno que tendremos que reunir, mientras escapamos de la atenta mirada de los otros chicos. Habrá que refugiarse en los tejados o despistarlos si queremos acceder a las zonas más complicadas.
Pintar en cada las fachadas de los edificios o en los murales busca la creatividad del jugador
Dibujar es una parte importante de la mecánica. PixelOpus ha puesto empeño en que cada una de nuestras obras sea única y no predeterminada por el autor. Así, pintar en cada una de las fachadas de los edificios o en los distintos murales busca la creatividad implícita del jugador. Cuantas más brochas hayas recogido, mayor es tu repertorio, mientras que la forma de pintar cada superficie no está del todo predefinida, sino que siempre podemos modificar el tamaño y el aspecto de nuestros dibujos. Por supuesto, no con la precisión de un pincel real, pero se nota que se ha puesto empeño en hacer sentir al jugador que el resultado final es obra suya.
Quizá sea con los genios en los que el esfuerzo es mucho más notorio. En los puntos donde podemos crear un genio, aparecerán nuevas brochas que nos permitirá elegir la forma y los matices de la criatura. Tendremos varias bases de cuerpos entre el repertorio, pero lo interesante es que habrá libertad a la hora de dibujar a estas criaturas. Podemos crear un cuerpo pequeño o alargado, horizontal o vertical, o con la cabeza en la parte superior o inferior. Los matices, como los cuernos o la cola también tendrán diversidad de opciones y podemos acoplarlos por toda la fisonomía del genio. El resultado, una vez terminado, cobrará vida ante nuestros ojos y mantendrá una estructura coherente a lo que hemos pintado. Es sin duda uno de los aspectos más logrados del videojuego, del cual PixelOpus se siente particularmente orgulloso, asegurando que según el aspecto que demos a cada genio, le dotaremos también de una personalidad distinta.
Dando vida a la pintura
A partir de esta base, los sistemas de Concrete Genie buscarán a lo largo de sus capítulos profundizar en los puzles y la exploración del entorno. Los genios podrán crearse con un mayor número de matices, mientras que los ya vistos de fuego darán lugar a otros elementos que tendremos que combinar. Será necesario tenerlos contentos para que recarguen nuestro pincel de Súper Pintura, capaz de eliminar los trazos de oscuridad que están impregnando la ciudad y que sospechamos tendrá mucho que ver con lo que ha ocurrido realmente en Denska. También hemos visto algunas actividades secundarias, más allá de recoger las páginas de nuestro perdido libro de bocetos, que incluye iluminar todas las bombillas o replicar con nuestra pintura viva algunos de los carteles que decoran las paredes.
Tras esta primera introducción al mundo de Concrete Genie, PixelOpus quiso que diéramos un salto a una parte más avanzada. Duró apenas unos minutos, en los que tuvimos la oportunidad de ver que los genios, estos traviesos, pero coloridos y bonachones seres que habitan en el cemento, pueden también volverse oscuros de corazón. Tener que vencer a su lado más siniestro parece de alguna forma obedecer a la necesidad de introducir algo de acción en el videojuego. En ningún momento de la primera parte utilizamos el pincel para otra cosa que no fuera dibujar. La manera de lidiar con los chicos acosadores era escondiéndose, huyendo de ellos o atrayéndolos, pero nunca recurriendo a la confrontación directa. Aquí, sin embargo, vemos a Ash haciendo frente a los genios oscuros a golpe de pincel y con la ayuda también de otros niños para detenerlos. De momento hemos visto muy poco sobre ellos, y no sabemos las connotaciones que tienen, pero la mecánica de acción nos ha parecido algo más simple que la parte creativa y de puzles utilizada en los primeros compases del juego.
Puede que Concrete Genie utilice esta acción para dar variedad a una aventura que, según aseguran, durará entre cinco o seis horas, a no ser que nos entretengamos a trabajar de verdad en cada obra que pintemos en la ciudad. El pincel mágico puede utilizarse mediante el control por movimiento del DualShock 4, pero también existe la posibilidad de cambiar los controles al tradicional stick analógico. En este caso, la segunda palanca nos ayudará a dibujar nuestras creaciones. Vendrá acompañado, eso sí, de una modalidad en PlayStation VR que nos introducirá en el mundo del juego en primera persona, teniendo nuestra paleta de colores en una mano y el pincel mágico en la otra, para (ahora sí) pintar con la precisión que ofrecen los PlayStation Move. Existen dos modos. Experiencia VR es el más guiado, que a través de un cursor llamado Mancha, tendremos que completar una serie de dibujos hasta acceder al faro de la isla, mientras que en el Modo Pintura Libre tendremos libertad creativa. Aquí podremos utilizar todas nuestras brochas y pinturas en cuatro zonas distintas del mapa.
