Los que llevamos toda la vida jugando decimos con orgullo aquello de "jugaré hasta que sea anciano", y es verdad que cuando una afición lo llevamos tan adentro que forma parte de nuestro día a día, no queremos desapegarnos de él. ¿Pero qué pasa con aquellos que se unen a este entretenimiento ya ancianos? Los hay, y aunque no lo hacen con años de experiencia a sus espaldas, sin conocer las diferencias entre Call of Duty y Battlefield, y quizá sin mucho conocimiento de las "maquinitas", lo hacen por algo que tú y yo conseguimos día a día: divertirnos mientras ejercitamos la mente. Así son los ancianos japoneses que han encontrado en los videojuegos una forma de pasar el rato con, incluso, sus propios esports.
Aunque los esports no están admitidos aún en la RAE, si tomamos su traducción literal, deportes electrónicos, hablamos de una cosa: competencia. Una rivalidad mutua por la victoria y la competitividad, sí, pero eso no es lo que buscan estos ancianos. En la prefectura de Akita, Japón, un equipo de ocho personas está desafiando las expectativas, rompiendo estereotipos y demostrando que la edad no tiene que ir ligada a lentitud y baja forma. Los Matagi Snipers, como se hacen llamar, el primer equipo profesional sénior de deportes electrónicos del país, ha emergido no solo como un conjunto competitivo, sino como un símbolo del potencial de los videojuegos para mejorar la salud y el bienestar de los adultos mayores.
El equipo, patrocinado y con todos los recursos necesarios para competir al más alto nivel, fue creado para destacar los beneficios de los esports en la salud de las personas mayores. De veintiún aspirantes, solo ocho fueron seleccionados, no necesariamente por ser grandes jugadores, sino por su aptitud para aprender y participar en los juegos. Entre ellos se encuentra Eba, una mujer de 67 años que nunca había jugado videojuegos antes. Para ella, los juegos no solo son una fuente de entretenimiento, sino una herramienta para prevenir el deterioro cognitivo mediante la coordinación de manos y ojos, y la interacción social estratégica con sus compañeros de equipo.
¿Los videojuegos ayudan al cerebro? Sí, y no sabes cuánto
Cuando leemos algún estudio asociado a nuestro medio de entretenimiento, en ocasiones va ligado a algo malo. La violencia, la dependencia o el acoso, pero son aquellos beneficiosos los que tenemos que destacar, como el estudio de Mor Nahum y Daphne Bavelier sobre el beneficio de los videojuegos como entornos enriquecedores para fomentar la plasticidad cerebral. Por ello, los deportes electrónicos se están integrando cada vez más en las instalaciones de bienestar social en Japón, gracias a dispositivos y software de juego especialmente diseñados. Las encuestas de la asociación UDe-Sports Kyokai indican que ayuda preservar las funciones cognitivas y sirven como un medio de intercambio social para personas con discapacidades.
La asociación UDe-Sports Kyokai, con sede en Kumamoto, de la prefectura homónima en la isla de Kyushu, se dedica a desarrollar juegos accesibles y equipos adaptativos, como botones de gran tamaño y interruptores que responden al parpadeo o a la electricidad estática. Estas innovaciones permiten que incluso las personas con discapacidades físicas graves participen en los deportes electrónicos. Por ello, no es de extrañar que el gobierno metropolitano de Tokio se haya adaptado y esté impulsando proyectos para incluir servicios de préstamo de juegos en las instalaciones para personas con discapacidad, promoviendo así un envejecimiento activo y socialmente conectado.
Un ejemplo inspirador es el de Tazuko Miyazaki, una mujer de 76 años que ha adoptado los videojuegos con pasión. Tazuko se entrena con un juego de ritmo que requiere tocar tambores en el aire, un ejercicio que mejora tanto su coordinación física como mental. Su dedicación la llevó a competir en el festival deportivo y cultural para mayores de 60 años, Nenrinpic, que por primera vez incluyó los deportes electrónicos como un evento oficial.
"Soy feliz cuando puedo verlo con mis ojos, golpearlo con mis manos, escucharlo y luego descubrir cómo dejar caer la baqueta en el momento adecuado para poder hacerlo", citó Miyazaki cuando se le preguntó por cómo ha sido descubrir aunque el cuerpo parecía decirle que no a encadenar el movimiento con el ritmo, consiguió hacerlo. Cuando lo consiguió, se preparó mental y físicamente, saliendo a andar para mantener las articulaciones frescas e, incluso y con sorna lo mencionó, se aprendió las canciones que aparecían en el juego para así tener un mayor control del mismo. "Pensé que sería más fácil cantar si supiera la letra. Esta también era mi propia forma de escribir, y pensé que sería más fácil de hacer", añadió. Aunque, llegado el día de la competición, no consiguió salir vencedora, ella participó feliz con el uniforme de su equipo, los Misato Town, pero eso no le frenó en absoluto.
El envejecimiento de la población en Japón ha llevado a explorar nuevas formas de mantener activas y socialmente conectadas a las personas mayores. No obstante, los Matagi Snipers no son los únicos en esta misión. En 2017, los Silver Snipers de Suecia, patrocinados por Lenovo, causaron sensación como un equipo de Counter-Strike compuesto por jugadores mayores de 60 años. Un fenómeno que puso la primera piedra para estas iniciativas similares en Japón, moldeando el que luego se concibió como el centro ISR Esports en Kobe, que introduce a los mayores de 60 años al mundo de los videojuegos en lo que podríamos considerar como el inicio de una liga para mayores.
A medida que más personas y comunidades adoptan estos programas, los deportes electrónicos se están consolidando como una herramienta poderosa para la inclusión social y el envejecimiento saludable en Japón y, quien sabe, quizá en España veamos algo similar. Los Matagi Snipers y otras iniciativas similares están transformando la percepción de los deportes electrónicos, demostrando que no tienen límites de edad y pueden ofrecer beneficios significativos para la salud y el bienestar de los adultos mayores.
Imagen | Wall Street Journal
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