Prepara tus armas y monta en tu platillo volante porque es el momento de desatar el caos. No hay nobleza ni solemnidad en Destroy All Humans 2 Reprobed, tan sólo un extraterrestre cabreado con muchas ganas de liarla en un juego tan disparatado como divertido. Un festival de chistes y referencias al cine clásico de ciencia ficción en un remake que busca volver a conquistarnos en 2022.
Los juegos de mundo abierto han sido uno de los grandes referentes para la industria moderna de los videojuegos gracias a títulos como Grand Theft Auto V y, en los últimos 15 años, muchas franquicias legendarias han apostado por una fórmula que se ha mantenido como un imán para el éxito. Pero también hemos vivido una evolución del género que en algunas ocasiones ha sido revolucionaria y, precisamente por ello, tenía muchas dudas sobre cómo un sandbox de 2006 funcionaría en pleno 2022, por mucha chapa y pintura que Black Forest Games y THQ Nordic le hubiesen dado al material original. Pero Destroy all Humans 2 Reprobed ha conseguido atraparme hasta el final y te garantizo que hay motivos de sobra para que el título de Pandemic Studios siga destacando dentro del género, incluso habiendo pasado más de 15 años desde esta segunda invasión a la Tierra.
La propuesta de Destroy all Humans 2 Reprobed es simple: un sandbox clásico donde saciar nuestro apetito por la destrucción sin necesidad de demasiada justificación. Controlamos a un extraterrestre carente de cualquier respeto por todo aquello que le rodea y que muestra un desprecio absoluto por la mayor parte de los humanos, así que, puedes dedicarte a sorberle el cerebro a la gente, lanzar sus cuerpos por los aires o arrasar con cada edificación que encuentres a tu paso. Para lograrlo no estaremos faltos de herramientas porque el juego cuenta con todo un arsenal de armas, a cuál de todas más disparatada: una pistola de rayos que nos permite electrocutar a varios objetivos a la vez, un disco que hará rebotar tanto a personas como a vehículos o la mítica sonda anal, todo un clásico de los aliens en la cultura popular.
Está claro que Destroy all Humans 2 Reprobed busca ser gamberro, mordaz, pero, sobre todo, muy divertido. La buena noticia es que lo consigue y a lo largo de toda la historia ha logrado mantenerme interesado en los planes y desventuras de sus protagonistas. La fórmula para lograrlo reside en Crypto, un alienígena que rebosa carisma en cada una de las cinemáticas y conversaciones del juego y que se mantiene como una máquina de hacer chistes mientras lanza ingeniosas referencias al cine, la música y la cultura popular de la década de los sesenta. El diseño de nuestros aliens encaja realmente bien con la ambientación y la banda sonora: unos extraterrestres cabezones y de ojos saltones, de gesto agresivo y sonrisa socarrona, un diseño que recuerda en muchos aspectos a los presentados por Tim Burton en su Mars Attacks! de 1996.
Destroy all Humans 2 Reprobed emplea los mismos mimbres que Burton para construir una comedia de acción donde la parodia del cine de ciencia ficción de los años 50 sirve para dar rienda suelta a unos personajes perversos que han conseguido conquistarme en su cruzada por acabar con todo aquello que conocemos. Esta sátira no sólo sirve para arrancarnos algunas carcajadas, también es la excusa perfecta para poner a caldo todos los tópicos de nuestra sociedad, especialmente los de tiempos pasados.
La sátira como arma para conquistarnos
Estos tópicos están representados con acierto tanto a través de sus personajes como de las situaciones que vivimos a lo largo del juego y, su ambientación, situada en un momento tan especial como 1969, sirve para que el viaje de Crypto nos lleve a relacionarnos con la famosa contracultura estadounidense que tantas veces hemos visto en el cine. Los hippies no sólo son divertidos por cómo están parodiados, con todos los clichés relacionados con su vestimenta, las sectas, el consumo de drogas o su pasión por "el amor libre", también suponen el contrapunto perfecto para la actitud belicista de nuestro protagonista.
El juego arranca su historia en San Francisco … perdón, Bay City, pero esta no será la única ciudad que visitaremos. He de reconocer que, pese a lo divertidos que resultan los hippies, los primeros pasos a lo largo de Bay City me dejaron algo frío. Son muchos los sandbox que se han ambientado en ciudades americanas y fue en este momento cuando más sentí las carencias de Destroy all Humans 2 Reprobed. La base del juego no deja de ser la de un mundo abierto de 2006 y tras lo visto en los últimos años, no podía evitar echar en falta algunos elementos en la ciudad que sirviesen para darle algo más de vida.
Destroy all Humans 2 Reprobed busca ser gamberro, mordaz, pero, sobre todo, muy divertido
La inteligencia artificial de los NPC que podemos encontrar en las calles es muy deficiente y el tráfico está muy lejos de sentirse orgánico, de hecho, es fácil tener la sensación de que estamos rompiendo el juego en cuanto interrumpimos la circulación y los vehículos se ven obligados a cambiar de dirección. Olvídate de poder visitar ningún establecimiento o el interior de los edificios, y aunque la ciudad está bien detallada, se siente como un teatro de marionetas. Estoy convencido de que si el título hubiese desarrollado toda su historia en escenarios tan manidos como los de las grandes urbes norteamericanas se me hubiese hecho muy cuesta arriba, pero Destroy all Humans 2 Reprobed cuenta con una jugada ganadora para que sus mundos abiertos sigan siendo interesantes incluso a día de hoy: los viajes por el mundo.
Desatando el caos a lo largo del mundo
Tras haber asesinado al presidente Huffman, la parodia de Truman y arrasar con el congreso de los Estados Unidos, la nueva aventura de Cryptosporidium arranca diez años después de los eventos de la primera entrega para enfrentarse, como no podía ser de otra forma, a la KGB, en una época marcada por la Guerra Fría. El nuevo clon de Crypto, creado mediante el ADN Furón más puro resulta una amenaza para la Unión Soviética, que no dudará en lanzarse contra nuestro despiadado protagonista y sus aliados. Así comienza una aventura que arranca en Estados Unidos pero que nos llevará de viaje por Reino Unido, Japón, la Unión Soviética y hasta la Luna.
La base del juego no deja de ser la de un mundo abierto de 2006
Cambiar por completo de escenario a lo largo de la historia ha sido uno de los aspectos que más he disfrutado de Destroy all Humans 2 Reprobed, especialmente porque, como era de esperar, tanto las calles como los personajes que las habitan son una fantástica caricatura de unas ciudades que han tenido un impacto capital para esa cultura pop sobre la que se cimenta el juego. Recorrer Tokio en la década de los 60 mientras la yakuza y la policía se enfrenta, luchar contra ninjas, suplantar a colegialas vestidas con ‘seifuku’ o molestar a los ‘salaryman’ es todo lo que podía esperar de una parodia de Japón. Cada ciudad supone un cambio refrescante durante el desarrollo de la historia y son suficientemente diferentes como para que cada una tenga un tono y un aspecto muy personal. Londres es prácticamente una película de James Bond, mientras que Siberia tiene una atmósfera siniestra, casi sobrenatural, íntimamente relacionada con los eventos de Tunguska.
Sabor añejo, pero en todos los sentidos
Sin embargo, no todo en Destroy all Humans 2 Reprobed es positivo: al juego de THQ Nordic se le siguen notando los años y si estás acostumbrado al desarrollo jugable de la mayoría de títulos de mundo abierto actuales, probablemente notarás la composición arcaica de su sistema de misiones. Son pocos los elementos jugables con los que el juego construye su acción: la estructura de las misiones y los enemigos a batir se repiten una y otra vez. Es fácil perder el interés por ellas y mientras jugaba, tenía la sensación de que el verdadero motivo por el que quería superar las misiones era para poder seguir encontrándome con esas conversaciones tan divertidas y disfrutando de nuevas cinemáticas, y no tanto porque estas misiones fuesen especialmente entretenidas. Destacan algunos jefes finales, aunque son pocos y la mayoría están acompañados de unos picos de dificultad algo descompensados con respecto al resto del juego. El control de Crypto es bastante satisfactorio y el hecho de poder desarrollar las armas y habilidades de nuestro alien nos proporciona una sensación de progresión bastante agradable. La peor parte se la lleva el platillo volante que, aunque también podremos mejorarlo, cuenta con un manejo bastante más tosco y limitado.
Pese a que el sentido del humor y el tono gamberro del título de Pandemic es el gran motor para mantenernos pegados a los mandos, es un juego de 2006 regado con bromas que a su vez sostienen tópicos del cine clásico, así que vas a encontrarte con un sinfín de chistes sobre los atributos físicos de nuestra hipersexualizada compañera de aventuras y otros tantos chascarrillos sexuales que pueden parecerte algo simplones y, sobre todo, sacados de otros tiempos.
La duración de Destroy all Humans 2 Reprobed en su modo historia se acerca a las 20 horas, combinando las misiones principales con algunas secundarias, aunque serán muchas más si quieres ir a por el 100% de las secundarias y los coleccionables, que nos recompensarán con canciones, ilustraciones o divertidas skins para Crypto. El juego también cuenta con un modo multijugador donde podemos completar la historia en cooperativo, tanto a través de Internet como a pantalla partida, además de un modo versus y un minijuego de tenis en el que usaremos la telequinesis, aunque estos dos últimos son mucho más olvidables. La duración y opciones de juego son más que suficientes como para mantenernos una buena cantidad de horas desatando el caos mientras disfrutamos de una historia que sabe brillar gracias a su humor ácido y el indudable carisma de sus personajes.
Las opciones de juego son más que suficientes para mantenernos una buena cantidad de horas desatando el caos
Fue una sorpresa saber que este segundo remake se quedaba fuera de la pasada generación. Parecía toda una declaración de intenciones a la hora de dotar de músculo gráfico a esta nueva entrega y, aunque está lejos de ser un referente en este sentido, podemos apreciar claramente un salto frente al remake de 2020. Las ciudades están bien detalladas y en todo momento sentimos que las texturas en edificios, calzada y vegetación que nos rodea están bien trabajadas. Podemos arrasar con todo lo que vemos a nuestro paso, incluso tumbar grandes edificios, mientras el juego se mantiene en todo momento con una sólida tasa de frames y sin caídas de ningún tipo. El diseño caricaturesco de los personajes sabe ser atractivo y dotarlos de gran personalidad, con unos modelados sencillos pero que rebosan carisma. Sin grandes alardes, Destroy all Humans 2 Reprobed es un remake que hace los deberes en cuanto al apartado visual y técnico.
No esperes un mundo abierto repleto de opciones, con unas ciudades realistas y un desarrollo de misiones complejo, pero si eres capaz de realizar algunas concesiones en estos términos, lo que encontrarás es una comedia de acción salvajemente divertida protagonizada por un personaje que seguro no olvidarás.
Destroy All Humans 2 Reprobed demuestra que todavía puede destacar entre los sandbox actuales, pese a ser el remake de un juego que ya ha cumplido más de 15 años. El planteamiento de su mundo abierto es arcaico, el desarrollo de las misiones no es el más interesante, pero su humor y el carisma de sus personajes consigue enmendar gran parte de sus errores. El estudio ha sabido hacer un buen trabajo con el material original, logrando un atractivo apartado visual acompañado por un apartado técnico bastante sólido. La IA es torpe, las misiones son repetitivas y la dificultad es algo irregular, pero si te gustan los juegos de acción disparatados y conectas con sus bromas, sin duda es un título a tener en cuenta.
Comprar Destroy All Humans! 2 - Reprobed- El humor y la sátira es el gran atractivo del juego
- Los viajes entre ciudades refrescan la aventura
- El sistema de misiones es arcaico y repetitivo
- La acción es satisfactoria, aunque hay picos de dificultad mal ajustados
- La IA de personajes y NPC es desastrosa
