Bárbara Gimeno
ColaboradoraLas aventuras gráficas han sido, desde sus inicios, un género que ha sabido combinar la narrativa con el ingenio para ofrecer experiencias memorables a los jugadores. Dentro de este género, Monkey Island y Grim Fandango destacan no solo por su jugabilidad y diseño, sino también por su inconfundible sentido del humor -el que los ha jugado lo sabe.
A pesar de que ambos han sido desarrollados bajo el paraguas de LucasArts y de que cuentan con la influencia de Tim Schafer en su proceso creativo, estos juegos presentan estilos humorísticos muy distintos. Mientras que Monkey Island apuesta por un humor absurdo, juegos de palabras y situaciones ridículas, Grim Fandango prefiere un humor más sofisticado, con toques de ironía y referencias al cine negro. En este reportaje vamos a explorar las diferencias y similitudes de estos dos estilos de humor y cómo han contribuido a definir la identidad de cada juego.
El humor de Monkey Island: absurdo y paródico
Desde su primer lanzamiento en 1990, The Secret of Monkey Island se convirtió en un referente de la comedia en los videojuegos. Con Guybrush Threepwood como protagonista, el juego nos sumerge en una historia de piratas que ni siquiera se toma en serio a sí misma. Uno de los rasgos más característicos de su humor es el uso de diálogos ingeniosos y situaciones absurdas.
Monkey Island tiene una tremenda capacidad para romper la cuarta pared y hacer referencias directas a su condición de videojuego, algo que no vemos con frecuencia. Guybrush suele hacer comentarios que demuestran que es consciente de que está en una aventura gráfica. Un ejemplo clásico es cuando menciona la necesidad de encontrar "un vaso de grog de plástico irrompible" para completar un puzzle, o cuando alarga conversaciones con NPCs hasta el absurdo para sacarnos unas buenas carcajadas.
Otro de los aspectos más recordados del humor de Monkey Island es la famosa mecánica de los duelos de insultos. En lugar de pelear a vida o muerte con nuestra habilidad con la espada, los combates verbales se basan en encontrar la réplica perfecta para cada insulto, como en el famoso diálogo:
-"¡Luchas como un granjero!"
-"¡Qué apropiado, tú peleas como una vaca!"
Este modelo no solo es una parodia de los duelos clásicos en las historias de piratas, sino que además resalta el humor ingenioso y la importancia que tiene el lenguaje dentro de la propia esencia del juego.
El universo de Monkey Island está repleto de personajes extravagantes y situaciones completamente absurdas. Desde un pirata fantasma obsesionado con una boda hasta un vendedor de barcos con habilidades de marketing cuestionables, cada encuentro es una oportunidad para hacer reír (o, al menos, intentarlo). La serie se burla de los clichés de las historias de piratas y los exagera hasta el extremo, lo que crea una atmósfera cómica única y situaciones que vivirán rent free en nuestra memoria.
El humor de Grim Fandango: sofisticación y cine negro
Si decíamos que Monkey Island se apoya en la comedia absurda, veremos que Grim Fandango toma una ruta completamente diferente. Este juego de 1998, también diseñado por Tim Schafer, está ambientado en una versión del más allá inspirada en el Día de los Muertos mexicano y el cine negro. Su humor es más sutil y juega con la ironía, el sarcasmo y las referencias cinematográficas, sobre todo a películas noir.
El protagonista, Manny Calavera, es un agente de viajes del inframundo que vende paquetes para el más allá. Desde el principio, el juego juega con la ironía de su trabajo: ayudar a las almas a cruzar al otro mundo pero con un sistema burocrático corrupto que recuerda a las tramas de películas como Casablanca o El Halcón Maltés. Su actitud cínica y comentarios ácidos contrastan con el tono optimista de Guybrush en Monkey Island.
Un buen ejemplo del uso de la ironía se da cuando Manny menciona con total naturalidad la corrupción del Departamento de la Muerte, como si fuera algo común y aceptado, mientras el jugador descubre que todo es una enorme conspiración.
A diferencia de Monkey Island, donde el humor se apoya en lo absurdo, Grim Fandango utiliza diálogos inteligentes y llenos de referencias. Manny habla con una mezcla de sofisticación y escepticismo, recordando a los detectives clásicos de Hollywood. Sus interacciones con los personajes están llenas de subtexto por lo que, a menudo, ocultan significados más profundos.
Por ejemplo, cuando Manny conoce a Meche, su interés romántico, esa primera conversación está cargada de dobles sentidos y referencias a las historias de amor imposibles del cine negro. Los diálogos están escritos con un tono de lo más sugerente, dejando que sea el jugador quien interprete y descubra el verdadero significado detrás de las palabras.
Mientras que Monkey Island nunca se detiene demasiado en la parte seria de la vida, Grim Fandango introduce temas como la muerte, la redención y la corrupción. Hay que decir, sin embargo, que en lugar de tratarlos con solemnidad el juego los aborda con un humor mordaz que hace que la tragedia de los personajes se vuelva casi cómica.
Por ejemplo, Glottis, el demonio mecánico compañero de Manny, es un personaje la mar de cómico, pero su existencia misma es trágica: fue creado con un propósito específico y, cuando intenta ir más allá de su función, se enfrenta a dificultades que lo hacen cuestionarse su lugar en el mundo. Este tipo de humor, que equilibra lo cómico con lo profundo, es lo que diferencia a Grim Fandango del tono más ligero de Monkey Island (y de casi cualquier otro videojuego).
Dos estilos, un mismo legado
A pesar de sus diferencias, Monkey Island y Grim Fandango comparten un mismo ADN: la capacidad de contar historias cautivadoras a través del humor. Ambos juegos han influido enormemente en la industria del videojuego y siguen siendo recordados como ejemplos de cómo usar el humor como una herramienta poderosa en la narrativa interactiva.
Monkey Island nos hace reír con su absurdo y sus diálogos ingeniosos, mientras que Grim Fandango nos ofrece un humor más refinado y melancólico, enraizado en el cine negro y la tradición del Día de los Muertos. Ambos estilos tienen su encanto, y juntos demuestran la versatilidad del género de las aventuras gráficas.
Si algo nos enseñan estos juegos es que el humor en los videojuegos puede adoptar muchas formas: desde los insultos de un pirata torpe hasta el sarcasmo de un agente de viajes del más allá. Y, al final del día, tanto Guybrush Threepwood como Manny Calavera nos han regalado momentos inolvidables que siguen resonando con los jugadores décadas después.
En 3DJuegos | Es (casi) un Monkey Island nuevo, y lo mejor de todo es que puedes jugarlo gratis. Una carta de amor a la saga
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