En los últimos años el género RPG se ha expandido tanto que cuesta saber lo que es y lo que no es un juego de rol. Muchos títulos, incluso sagas longevas, han mezclado sus mecánicas con elementos roleros hasta el punto de ser experiencias completamente distintas. ¿Cómo se debe medir entonces este género? ¿Ha quedado obsoleta la concepción que tenemos del mismo? Intentamos dar respuestas a estas y otras preguntas sobre uno de los debates más asiduos en nuestros foros.
En uno de los últimos vídeo reportajes de 3DJuegos, en el que mencionamos nuestros RPGs favoritos, me planteaba una cuestión que me lleva inquietando durante al menos la presente generación: ¿Qué es un RPG hoy día? ¿Qué se puede considerar un juego de rol y qué no? Una pregunta que es cada vez más vigente ante la cantidad de planteamientos híbridos que se acumulan en la actualidad. Una duda, de hecho, no exenta de polémica, pues en los últimos premios de los The Game Awards se otorgó a Monster Hunter el premio a mejor RPG, por ejemplo. Vamos a intentar plantear los principios básicos del género y aclarar nuestras propias dudas al respecto. Sin embargo, no espero dar con una respuesta concreta y mucho menos definitiva, pero sí al menos invitar a reflexionar sobre los estándares de clasificación modernos y los elementos que tenemos asumidos o preconcebidos del pasado. Vamos allá.
Si nos atenemos al significado puramente etimológico del género, un juego de rol sería todo aquel que nos permitiese interpretar un papel. Actuar en la piel de un personaje que recorre el mundo virtual del videojuego. Este es, no obstante, un elemento demasiado genérico para definir a este género. Supongamos, por ejemplo, que definimos como rol todo aquello que se acerque al estándar clásico de lápiz y el papel. Es decir, los tradicionales juegos de rol de computadora, en los que creamos un personaje, definimos su personalidad y apariencia. Pese a que esta podría ser una de las formas, digamos, más puras de rol, no se atañe al significado de la palabra "rol", ya que interpretar un papel puede ser en la piel de un personaje completamente vacío, pero también guiando a un personaje con una apariencia y personalidad definida y actuando como tal. Es decir, tan válido debería ser, un Baldur's Gate, un Pillars of Eternity o un Divinity Original Sin como un JRPG o un The Witcher, que contienen personajes creados y diseñados por el autor. De la misma forma que un actor puede dar vida a un personaje completamente nuevo, pero también interpretando el papel de un personaje histórico.
Pese a que no tomemos decisiones cruciales ni creemos a un personaje desde cero, un juego puede considerarse RPG
Pese a que no tomemos decisiones cruciales ni creemos a un personaje desde cero, un juego puede considerarse RPG. En los clásicos juegos basados en Dragones y Mazmorras o Reinos Olvidados, como Eye of the Beholder o Menzoberranzan, y también otros genuinos como la saga Ishar, nuestro objetivo se basaba más en recorrer laberínticos escenarios reclutando héroes, adquiriendo equipo y subiendo estadísticas, que tomando decisiones sobre nuestro porvenir. Pero entonces, ¿cómo diferenciamos estos de otros géneros como la aventura, la acción o el shooter? ¿Por qué un XCOM, por ejemplo, en el que nuestras unidades pueden ser personalizadas al máximo, y van progresando en combate, no es considerado rol y sí estrategia? ¿Acaso Aloy no va sumando experiencia en Horizon: Zero Dawn, al igual que lo hace Geralt de Rivia en la saga The Witcher?
Se dice que para ser un juego de rol deben cumplirse unos parámetros, centrados en la progresión. El personaje va acumulando experiencia y subiendo de niveles. Quizá, como dice el refrán, el diablo está en los detalles. Una unidad de XCOM puede subir de nivel, al igual que Aloy, que además ganan nuevas habilidades en el proceso, pero su núcleo jugable se encuentra en otras facetas. En un XCOM, aunque el combate sea por turnos, en la estrategia a una escala que lo asemeja más con un juego de mesa. En Horizon: Zero Dawn, prima más la sensación de aventura, las mecánicas de combate centradas en la acción, que el propio progreso del personaje.
Ahora bien, si aceptamos que un juego como Horizon: Zero Dawn pertenece más a la rama de la acción y la aventura, pues su foco de atención no es la progresión: ¿Qué pensaríamos, por ejemplo, de un juego como Nier Automata? Muchos afirman, de hecho, que es un RPG. Es más: un JRPG. Definitivamente, el sistema de progresión de Nier Automata no solo está presente, sino que es muy innovador. Pero apuesto a que muchos estarían de acuerdo en que su faceta de progresión no es tan importante en la obra como su marcado carácter de hack and slash y de acción en líneas generales, por ejemplo. ¿Dónde se encuentra la fina línea que separa un género de otro?
Si admitimos que Nier Automata es un RPG; más aún, un JRPG, entonces tendríamos que considerar a juegos como los últimos Assassin's Creed Origins y Assassins Creed Odyssey juegos de rol también, e incluso más puros, pues cumplen aún con más elementos del género si cabe; progresión de niveles, amplio árbol de habilidades, decisiones y libertad de movimientos. Sería fácil admitir que, a día de hoy, Assassin's Creed es un juego de rol. No en vano, ha recogido muchos elementos de juegos como la última entrega de The Witcher. Probablemente nuestra historia con la saga se rebele en este punto, y nos diga que Assassin's Creed es un juego de acción y aventura, pues es lo que siempre fue hasta Syndicate, coqueteando levemente con el RPG.
Sea cual sea el caso (recordad, aquí no estoy para afirmar ni desacreditar ninguna postura), queda patente que el RPG está de moda. Queda guay ser un RPG. Si no lo fuese, no entraríamos en constantes conflictos sobre cuál es digno de esta consideración y cuál no lo es. En la introducción hablábamos sobre Monster Hunter: World, el cual fue premiado por los The Game Awards como mejor juego de rol. Y sin embargo, la progresión y la estructura de la obra de Capcom difiere bastante de lo que tenemos aceptado en el género, aunque tampoco podríamos catalogarlo simplemente como "juego de aventura" o "juego de acción". Y es que quizá Monster Hunter es, simple y llanamente, Monster Hunter. O, para ser más precisos, pertenece al género que él mismo inauguró: el monster hunting.
Debido a la aceptación, y también las dosis de adicción de este género, muchos videojuegos han acoplado fórmulas y estructuras del RPG a sus propuestas en la actualidad. Las ves hoy día en todas partes, desde juegos "tipo Destiny" (¿A estos como los llamamos, looter shooter?) hasta los juegos de mundo abierto. Incluso los mundos abiertos no son un género en sí mismo, sino una forma de referirse a su estructura. Durante años hemos mezclado conceptos en la industria. Géneros como la conducción, o los juegos deportivos, que implica el ámbito y la atmósfera del juego, se combinan con otros que indican su mecánica: acción, estrategia, shooter... Es decir, que deberíamos de matizar con más elementos. Por ejemplo: "Juego arcade de conducción" y "Juego de acción y fantasía".
Por otro lado tenemos los JRPGs, que también han sufrido una evolución a lo largo del tiempo. Si el núcleo del RPG se encontraba en los programas que emulaban los juegos de lápiz y papel, en el JRPG encontramos aventuras centradas en la los combates estratégicos por turnos con una historia y personajes predefinidos. Y de la misma forma que hoy tenemos juegos como Pillars of Eternity o Divinity, siguen existiendo muchos juegos que cumplen esta denominación con los Shin Megami Tensei o la saga The Legend of Heroes. De nuevo, si buscamos en la etimología de la palabra JRPG, el significado es demasiado vago. Juegos de rol japoneses. ¿Sería entonces un Dark Souls un JRPG? Pese a que la razón nos dijera que sí, el sentido común nos dice lo contrario. De hecho, un Souls puede considerarse casi más como un RPG tradicional porque FromSoftware, pese a ser un estudio japonés, lo creó influenciado en mayor medida por una estructura occidental. De igual forma, los Action RPGs, tanto de corte occidental como oriental, mezclan estos sistemas de progreso con la acción, del mismo modo que lo hace Nier Automata o los Souls, por ejemplo, y el sentido común nos sigue evocando otro tipo de juegos. Otro subgénero. Esto queda aún más en evidencia con la última obra de FromSoftware, Sekiro: Shadows Die Twice, el cual rescata la estructura de los juegos tipo Souls, pero la lleva aún más al terreno de la acción, eliminando por el camino los parámetros clásicos de progresión. Y aun así, se siente cierto progreso en el juego mediante la subida de vitalidad y ataque, o las habilidades a desbloquear. ¿Es suficiente, no obstante, para que estas características lo etiqueten como RPG, cuando su componente de acción y sigilo es mucho más representativo?
RPG, es un concepto cada vez más amplio y más vago
Esto me lleva a pensar la siguiente conclusión: los géneros tan amplios, como el RPG, la aventura, la acción... deben ser matizados. Por más que yo catalogue a ciertos juegos según mis gustos, no tiene sentido que imponga mi criterio a los demás, porque cada uno tiene su propia clasificación. Más que intentar englobar o apartar a unos juegos de una determinada categoría tan amplia como el RPG, habría que explicar todas sus vertientes. Tanto en las etiquetas de Steam, por ejemplo, como en las fichas de los juegos que tenemos en 3DJuegos se intenta cada vez más perfilar estos matices, de forma que cada vez que pinches en una o varias etiquetas, puedas encontrar los juegos que más se asemejen entre sí. Me gusta que en Steam, en la etiqueta de Nier Automata, ponga "acción" y "rol", pero también "buena trama" y "gran banda sonora", porque son elementos que también definen perfectamente la obra de Yoko Taro. Tanto que me quedo con su banda sonora o su combate por encima de sus elementos roleros. Porque lo importante no es tanto si un juego pertenece a un género u otro, como precisar todos sus elementos y descubrir nuevas obras que nos interesen. Al fin y al cabo, en los últimos años la cantidad de juegos que llegan al mercado son tantos que es imposible conocer y detectar todos los que llegan. De ahí la importancia de ser más precisos en nuestras clasificaciones.
Probablemente conozcáis el caso de la palabra bizarro. Ese anglicismo que en lengua española significa "generoso", mientras que se utilizaba erróneamente su vertiente inglesa: "raro". Pese a que muchos defensores de la lengua insistían en matizar la correcta utilización de esta palabra, la RAE está teniendo en consideración esta nueva acepción de la palabra para una futura revisión, ya que su significado original tampoco es que sea de un uso muy común. No os pongáis ahora a discutir sobre el término "bizarro", lo que importa es que el lenguaje lleva evolucionando y cambiando desde el origen de los tiempos, siempre con el fin de facilitar su comprensión por el mayor número de individuos. Esta es una regla básica y, de la misma forma, el uso de la palabra RPG no debe ser tanto motivo de discusión como de matización. Es decir, no importa tanto si un videojuego ES o NO ES un RPG, tanto como si contiene un buen número de mecánicas, más o menos mezcladas, que gustan a los amantes del género, que les lleven a descubrir otras grandes producciones. Y, sobre todo, un juego no es mejor o peor por ser más o menos RPG, dependerá siempre del gusto del jugador.
El ser humano, desde sus orígenes, siempre se ha preocupado en demasía por clasificarlo todo, porque racionar y racionalizar todos los conceptos de este mundo en unidades más pequeñas siempre le ha servido para entender mejor lo que le rodea. Tal vez sea hora de dejar de medir las cosas por qué es y qué no es un RPG, un concepto cada vez más amplio y más vago, sino sumar más etiquetas a la ecuación para hacerla más precisa, más comprensible, más enriquecedora y más disfrutable. De igual forma que el lenguaje cambia y se hace cada vez más preciso, los géneros también deberían. Quizá de esa manera nos entendiéramos todos un poco mejor.