Análisis de Planetary Annihilation. Ataque a Gran Escala

Análisis de Planetary Annihilation. Ataque a Gran Escala
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¡Aniquila a tus enemigos! Muéstrales tu supremacía en el campo de batalla y conquista la galaxia en este juego de estrategia que sorprende por la inmensa escala de sus combates y lo adictivo de su vertiente multijugador. La poca variedad de unidades y lo discreto de su campaña para un solo jugador, sin embargo, le restan algo de atractivo.

Cuando un videojuego de estrategia te da la libertad suficiente como para coger un asteroide, cargarlo hasta arriba de misiles, y lanzarlo salvajemente contra un planeta con el fin último de masacrar a todos los enemigos… bueno, ¿hace falta que digamos lo que nos parece? ¡Increíble! Nos encanta. Y eso es precisamente lo que ofrece Planetary Annihilation, que con buen tino ha tomado las bases jugables del clásico Total Annihilation para crear un videojuego estratégico de escala monumental.

La amplitud del conflicto que recrea, con cientos y cientos de tropas bajo nuestro mando moviéndose de un planeta a otro, arrasando mundos enteros con sus bombas atómicas, rayos de la muerte y oleadas de caza bombarderos, es un espectáculo digno de ver al que, sin embargo, le ha faltado algo más de complejidad jugable para alcanzar la gloria. Eso, y un modo campaña con mayor peso del que tiene, que es prácticamente nulo, siendo su faceta multijugador la principal razón de ser de este videojuego.

Aniquilación total

Clásico en sus mecánicas jugables pero descomunalmente grande en lo que se refiere a la escala de los combates que recrea, Planetary Annihilation es un videojuego de estrategia con un potencial enorme. Tanto, que gracias al apoyo de la comunidad de usuarios y sus mods esperamos que la obra de Uber Entertainment permanezca instalada en nuestros equipos durante mucho, mucho tiempo. Sin embargo, pese a ello, la sensación que nos queda es la de que este título daba para mucho más.

Ya de primeras, echamos en falta un modo campaña para un solo jugador con más peso del que tiene actualmente. No hay un argumento que seguir, ni misiones propiamente dichas que te inviten a explorar poco a poco todas las posibilidades jugables que brinda el título. Tan solo batallas. Combates que a la larga se tornan excesivamente repetitivos por la escasez de tropas bajo nuestro mando, o mejor dicho, por las nimias diferencias entre ellas; pero también por la simpleza de ciertas mecánicas jugables.

A nuestra disposición tenemos varios tipos de tanques, aviones, unidades navales y una suerte de robots de combate, los bots, con alguna que otra habilidad especial bastante llamativa –unidades curativas, suicidas, con capacidad de usar minas…-. ¿El problema? De primeras, que los barcos tienen un peso casi testimonial en la acción, con el juego que podrían haber dado; pero más grave todavía es que tampoco existen grandes diferencias entre usar un blindado o un bot. Al final dará lo mismo. Lo que sumado a que, por norma, siempre gana quien más tropas gestiona, el componente estratégico de Planetary Annihilation se diluye con demasiada rapidez.

Obviamente adoramos la magnitud de sus batallas, muy al estilo de Supreme Commander, pero a diferencia de este, la gestión de todas estas unidades durante el transcurso de las contiendas resulta un tanto caótica, provocando que al final, en la mayoría de casos, nos baste con enviarlas en tropel hacia las posiciones enemigas para ver cómo ambos ejércitos se aniquilan en cuestión de segundos. Casi no hay estrategia, tácticas de combate, y eso es mortal para un título de estas características.

Da igual el campo de batalla en el que nos enfrentemos. La contundencia de las batallas es tal, que terminaremos arrasando cualquier planeta por el que pasemos.
Da igual el campo de batalla en el que nos enfrentemos. La contundencia de las batallas es tal, que terminaremos arrasando cualquier planeta por el que pasemos.

Fabricación en masa

Una de las mejores bazas de Planetary Annihilation es que a pesar de la épica colosal de sus batallas, la administración de nuestras bases de operaciones resulta verdaderamente intuitiva, especialmente gracias a la posibilidad de automatizar el "adiestramiento" de nuestras unidades de combate, que podremos estar fabricando sin descanso durante el transcurso de la partida. Basta con crear un bucle en cualquiera de los barracones, indicando el tipo de unidades que buscamos, y listo. Puede que mueran miles, ¡pero por el camino seguirán llegando otras tantas!

Las estructuras defensivas como muros o torretas de diversa índole también juegan un papel importante en las escaramuzas, obligándonos a planificar bien nuestras acometidas si no queremos que nuestra fuerza aérea caiga en cuestión de segundos, o que nuestros tanques se den de bruces contra una formidable barrera de cañones y hormigón. En este sentido, el uso de ataques a distancia, de bombas nucleares y los rayos procedentes de nuestros satélites ayudará bastante; aunque al final, como decíamos, en la mayoría de ocasiones bastará con tener más tropas que el rival para derrotarle.

Así pues, las partidas en Planetary Annihilation son más similares a una carrera de resistencia que a un duelo estratégico propiamente dicho, lo que es algo que nos decepciona muchísimo. Sobre todo por las amplísimas posibilidades jugables que se intuían de un título como este, en el que el frente de batalla es tan amplio que nunca sabes por dónde van a sorprenderte los enemigos. El uso de radares, portales de teletransporte, el despliegue de tropas de un planeta a otro…. Hay muchas opciones a nuestro alcance, pero están mal aprovechadas y en cierto modo simplificadas hasta el extremo.

La ausencia de facciones con sus propias unidades de combate exclusivas es otro de los elementos que más nos han decepcionado en esta obra de Uber Entertainment. Vale que sus creadores busquen el equilibrio perfecto en las batallas multijugador, en las que hasta diez comandantes pueden darse cita… ¡pero no a costa de simplificar las cosas! Peor aún. Durante el transcurso de la campaña para un solo jugador, en la que se nos propone conquistar la galaxia desplazándonos por un vasto sistema planetario repleto de mundos por explorar, están inhabilitadas las armas secretas tales como el rayo de la muerte del planeta cibernético, que son sin duda la salsa de las partidas en línea. No en vano, partir en dos un planeta para ver morir a los enemigos de una forma tan malévola es un espectáculo memorable.

Planetary Annihilation ofrece algunas estampas visuales de gran calidad. El diseño de las unidades es algo pobre, pero no así la belleza de sus entornos.
Planetary Annihilation ofrece algunas estampas visuales de gran calidad. El diseño de las unidades es algo pobre, pero no así la belleza de sus entornos.

Luces y sombras

Espectacular y épico por momentos, pero también algo simple y falto de posibilidades jugables, Planetary Annihilation es, pese a todo, un videojuego al que todavía se le puede sacar provecho con parches y actualizaciones. Y una de las primeras tareas pendientes va a ser la de solucionar los graves problemas de rendimiento que presenta este título, que se ralentiza con demasiada frecuencia y de forma muy notable.

Luego también nos encontramos con algunas decisiones de diseño realmente cuestionables. ¿A quién se le ocurrió la idea de no permitir el guardado de la partida en el transcurso de un combate contra la IA enemiga? Vale que en algunos títulos de estrategia se puede entender si las batallas no son excesivamente largas. Pero cuando luchas contra varios comandantes a la vez, en un sistema planetario al completo, la contienda puede alargarse durante horas. Así que lo lógico sería permitirnos abandonar la partida para continuarla más adelante. Más teniendo en cuenta que la inteligencia artificial está bien planteada, con unos enemigos que responderán de manera efectiva a nuestras acciones. No es que sean genios, eso vaya por delante, pero nos lo pondrán muy difícil para sobrevivir.

El diseño de las tropas tampoco resulta especialmente llamativo, en contraste con la vistosidad y colorido de los mundos de juego, mucho más espectaculares a todos los niveles. De todos modos, como ocurría con Supreme Commander, por norma disfrutaremos de la acción desde una vista tan lejana, que las tropas se mostrarán como simples iconos. Pero ¿cómo no hacerlo?, si hay tantas unidades bajo nuestro mando y tantos kilómetros por recorrer, que de otro modo resultaría dificilísimo. Y estas son las colosales dimensiones que nos encantan de Planetary Annihilation, si bien es cierto en ningún momento nos ha abandonado esa extraña sensación de que algo falla.

La conquista galáctica nos llevará a recorrer varios planetas mientras ampliamos nuestro árbol tecnológico y derrotamos a los comandantes enemigos.
La conquista galáctica nos llevará a recorrer varios planetas mientras ampliamos nuestro árbol tecnológico y derrotamos a los comandantes enemigos.

La acción es titánica, descomunal; pero también muy caótica a pesar de la simpleza de sus mecánicas jugables. Y para colmo, el poder combatir en varios planetas a la vez resulta a veces más una molestia que un aspecto estratégico digno de mención. Algo falla.

Así que a partir de ahora, con el juego en nuestras manos, lo único que nos queda es esperar a que los usuarios, ya sea con el editor de mundos o sobre todo con los mods, saquen a relucir todo ese potencial que estamos seguro se esconde sobre la superficie de Planetary Annihilation. De lo contrario… bueno, será una gran oportunidad fallida.

Discreto

Sin sello
Ataque a Gran Escala

Planetary Annihilation

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Con mucho potencial para convertirse en uno de los grandes de la estrategia, Planetary Annihilation se ha quedado a medio camino debido a la simpleza de ciertas mecánicas jugables, la escasez de unidades de combate, y la ausencia de una campaña en condiciones. Su multijugador, el editor de niveles y los mods que están por llegar nos hacen presagiar un buen futuro para este videojuego; pero en estos momentos, no podemos esconder nuestra decepción.

Comprar Planetary Annihilation
  • La épica y las colosales dimensiones de las batallas.
  • El multijugador para diez jugadores y los mods.
  • Combatir en varios planetas a la vez es todo un espectáculo…
  • … pero está desaprovechado. Es una opción que daba para mucho más.
  • Poca variedad de unidades y un sistema de juego demasiado simple.
  • Pobre rendimiento tecnológico y discreta campaña para un solo jugador.
Jugadores: 1-20
Idioma: Textos en inglés y voces en inglés
Duración: 5-8 horas + multijugador
Ver requisitos del sistema
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